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Análisis de la
dinámica política, económica y social
de Asia-Pacífico
en sus relaciones con la Argentina.
Expectativas de inversión y
de las relaciones comerciales entre Japón y América Latina,
especialmente
el caso de la Argentina
Luis
María López del Carril
Introducción
Ante todo agradezco al Comité de Estudios de Asuntos Asiáticos
del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales
el haberme distinguido permitiéndome participar en esta publicación
donde se han dado cita tan respetados especialistas. Asomé
mis ojos a Japón allá por los años 70. En 1973 hice mi primer
visita y desde entonces no he cesado de tener contacto permanente
con su geografía, su gente, su cultura y su mística. Tampoco
he cejado en todos estos años en el esfuerzo por tratar de
convencer a mis compatriotas de que Japón es un ámbito social
único e irreproducible, que merece nuestra especial atención
y dedicación y que no admite improvisación. Afortunadamente
hoy asistimos a un cambio sustancial en los ámbitos académicos
e institucionales privados donde se han conformado grupos
de especialistas en países asiáticos. Sería deseable que tal
experiencia se trasladara a los sectores de negociación directa
tanto públicos como privados. En esta colaboración hacemos
un análisis de la relación económica de Japón con Latinoamérica
y con Argentina desde el ángulo de la inversión y el comercio
bilateral. Hemos recorrido con algún detalle el pasado y el
presente en busca de signos y diagnósticos que permitan responder
la eterna pregunta: ¿Por qué Argentina y Japón no han logrado
un grado de relación más intenso? ¿Qué mandato surge de las
experiencias pasadas?. El análisis de la realidad nos será
más útil para iniciar acciones nuevas que la repetición memoriosa
de historias emotivas que han pasado y hoy son solo eso: pasado.
Intentamos trepar a la evaluación de la situación presente,
para imaginar afanosamente un mejor futuro.
América Latina y Argentina vistos por Japón
Hemos tomado como punto de partida de este ensayo la visión
que Japón tiene de América Latina y Argentina, la que obviamente
condiciona acercamientos de todo tipo. Después del camino
errático de los 80, América Latina en general ingreso a los
90 bajo la advocación del Consenso de Washington basado en
procesos de liberalización, desregulación y privatización.
Los japoneses piensan que dicho Consenso ha derivado en graves
impactos de índole social y económico en la región. El desempleo
y el deterioro en la distribución de ingresos desde el primer
punto de vista y la inestabilidad del sistema financiero y
las crisis monetarias desde el segundo. Ante esta realidad
la pregunta que se hacen los japoneses es ¿cómo han reaccionado
los gobiernos e instituciones latinoamericanas?. La impresión
es que el resultado se puede resumir en 4 aspectos principales:
1) Los políticos han recibido una tremenda presión.
2) Se generó una fuerte dependencia de las exportaciones primarias
y de los ingresos de capital extranjero.
3) Se produjo una injusta distribución de bienes e ingresos
A ello agregan como un aspecto negativo de la región, la diversidad
étnica. Por tanto piensan que Latinoamérica no mantendrá su
crecimiento por estar expuesta a crisis monetarias y que mantener
las políticas de ajuste traerá aparejado un aumento peligroso
del costo social.
Las políticas implementadas en Latinoamérica para obtener
una fuerte caída de la inflación se basan en anclajes cambiarios
que implicaron un fuerte deterioro en el ámbito del comercio
internacional. Piensan que para potenciar el comercio exterior
solo hay dos caminos: el de la alta producción o el de la
alta recesión y que Latinoamérica ensayó equivocadamente este
último. Por eso sus desequilibrios internos aumentan. Esto
demuestra, piensan, la dificultad intrínseca que existe en
sincronizar las políticas de liberalización con las políticas
de estabilización macroeconómica. Los procesos de descentralización
implicaron un aumento del gasto público que empeoró la situación.
La liberalización de los mercados en Latinoamérica también
ha producido un dramático impacto en la distribución de ingresos.
Los sistemas de intermediación financiera en Latinoamérica
son subdesarrollados y existe una inadecuada intermediación
para transferir recursos de los agentes de ahorro a los agentes
de inversión. Esto último implica un requisito básico para
un crecimiento económico sostenido. A todo ello se suma una
baja tasa de ahorro, poca inversión en infraestructura, escaso
desarrollo de los recursos humanos y una insuficiente capacidad
de los gobiernos. Dentro del mismo cuadro los resultados de
los ajustes económicos que han significado una mala distribución
del ingreso, desocupación y caída del salario real si bien
se presentan en todo el sistema, son significativamente mas
graves en Argentina. También en Argentina se concentran casos
de manifiesta ineptitud del sistema financiero, que en el
ámbito privado registra constantes casos de prestamos deshonestos
o actos fraudulentos como el del Banco de Crédito (BCP) y
en el ámbito público presiones políticas inaceptables que
conducen a graves pérdidas del sector (Yoma). Los fabricantes
japoneses tienen un creciente interés en Brasil que es seleccionado
como uno de los 10 más atractivos destinos de inversión en
términos de mediano y largo plazo. La inversión directa japonesa
en Brasil creció últimamente en participaciones mineras y
en negocios financieros y de seguros. Como vemos la visión
de Latinoamérica en general y de Argentina en particular no
la convierte en un destino atractivo para la inversión directa
japonesa. En la bibliografía del presente trabajo se encuentran
citados los principales autores japoneses que investigan la
economía latinoamericana y las obras donde puede encontrarse
el esquema que venimos de describir (ver p. ej: Nishijima
Shoji "The role of Market, Goverment, and Institutions in
Latin American" en Exim Review, Vol 18, 1999). Por contraposición
con este panorama, según la visión japonesa Asia presenta
una serie de ventajas indiscutidas:
Asia ha dejado en principio 8 lecciones fundamentales:
1) Obtuvo macroestabilidad.
2) Una importante acumulación de recursos humanos capacitados.
3) Una alta tasa de ahorro.
4) Un importante desarrollo del mercado de capitales.
5) Un sano estímulo a las exportaciones.
6) Un lazo conveniente entre el gobierno y sector privado.
7) Para los japoneses el ranking de países receptores de inversión
con mayor estabilidad política es el siguiente: China, Singapur,
Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Tailandia, Taiwán, Corea
y Malasia.
8) Los países asiáticos con filiales japonesas exportadoras
tienen mejores niveles de venta exportadora que el resto (Singapur,
Hong Kong, China y Malasia).
Esta experiencia asiática a su vez, según piensan, es imposible
de aplicar a Latinoamérica. La razón principal es que las
políticas de intervención exitosas de Asia se debieron a que
el nivel de educación era alto en los años 50 en Asia y la
distribución de ingresos equitativa. Creen que Latinoamérica
no tenía esas condiciones y que el fetichismo exportador de
hoy no es mas que eso porque el crecimiento de Asia se produjo
a partir de un alto nivel de inversión interna y el crecimiento
de las exportaciones es posterior al crecimiento doméstico.
La coyuntura prioriza Asia
La actual coyuntura derivada de la crisis Asiática de
1997 hace que el interés de la inversión japonesa directa
en Asia, siempre importante, haya cobrado una dimensión inusual.
Japón ha establecido un sistema de división internacional
del trabajo con los países del ASEAN, del cual resulta una
fuerte interdependencia de comercio e inversiones en el área.
Para las empresas japonesas es muy importante mantener un
flujo significativo de inversiones directas a la región para
mantener su fuerza y competitividad. El llamado "Miyazawa
New Initiative" es un plan de asistencia de Japón a países
asiáticos anunciado antes de la reunión del Fondo Monetario
Internacional de octubre de 1998.
El plan prevé una asistencia financiera de 30 billones de
dólares a los países sudasiáticos afectados por la crisis:
Corea, Tailandia, Indonesia, Filipinas y Malasia. Otras medidas
de asistencia consisten en el otorgamientos de créditos ODA
para la misma zona, el Asian Currency Crisis Support Facility
(ACCSF) establecido dentro del Banco Asiático de Desarrollo,
el AGRI (Asian Growth and Recovery Initiative) completan el
cuadro del plan de salvataje. También se generaron facilidades
a través de la Japan Finance Corporation y la People´s Finance
Corporation. La inversión directa japonesa fue un agente de
desarrollo básico de las economías de los países asiáticos
receptores. Hoy, frente a la crisis, Japón debe defender sus
inversiones en esos países. El proceso que los japoneses denominaron
"kudoka" que implicaba el desembarco de factorías en los países
asiáticos vecinos a Japón ha generado hoy esta acción prioritaria
de ayuda y concentración de esfuerzos en el área. Japón adopto
un papel de liderazgo en la resolución de la crisis asiática.
La inversión directa japonesa en países asiáticos se acentuó
notablemente desde fines de los 80. Esta relación mutuamente
beneficiosa se baso en seis factores básicos:
1) El rol de las bases de exportación establecidas en Asia
por las empresas japonesas orientadas hacia los mercados de
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
2) El rol de las mismas bases de exportación para proveer
a Japón. Japón fabricaba, especialmente en momentos de "endaka"
(yen alto) en los países asiáticos para a su vez exportar
a Japón.
3) El mayor nivel de ganancias respecto de inversiones en
otras regiones. De hecho las ganancias satisfactorias en Asia
y las bajas ganancias en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos
en el comienzo de los 90 determinaron un mayor nivel de inversión
en Asia.
4) Una estrategia pro-inversora de los países receptores.
5) El bajo costo laboral.
6) El crecimiento de los mercados asiáticos. Si bien algunos
de esos factores, como veremos, cambiaron en los últimos años,
las inversiones ya se habían producido y Japón prioriza el
defenderlas.
Hay casos en que no importa el tamaño del mercado sino la
cercanía con Japón para derivar exportaciones. Hoy 7 de cada
10 países considerados promisorios por Japón para la inversión
directa se encuentran en Asia. Las alternativas de interés
se limitan a Estados Unidos y la Unión Europea. De acuerdo
a los informes producidos por JOI y el JEXIM las inversiones
japonesas tienen la siguiente distribución en cuanto numero
de inversores y no a su monto: El 25.9% se concentra en el
sudeste asiático, el 18.8% en Canadá el 17.1% en China y 11%
en Estados Unidos. El 60% de las bases manufactureras japonesas
fuera de Japón están concentradas en Asia. Si se investiga
cuales son los países que aparecen como mas atractivos en
el futuro para la inversión japonesa, China aparece como el
preferido, seguido de Estados Unidos. Luego las preferencias
convergen en países asiáticos, y más luego en Brasil y el
Reino Unido. (Cuadros 1 y 2) En el Cuadro 3 resumimos las
condiciones de mérito que el inversor japonés adjudica a cada
uno de los países seleccionados. Lamentablemente Argentina
no figura en puestos destacables del ranking.
Cuadro
1. Destinos atractivos para la inversión a corto
plazo (aproximadamente 3 años) |
Posición
|
Ejercicio 1998
Estudio-299
|
Porcentaje %
|
Ejercicio 1997
Estudio-342
|
Porcentaje %
|
Ejercicio 1996
Estudio-351
|
Porcentaje %
|
1
|
China
|
163
|
55
|
China
|
219
|
64
|
China
|
240
|
68
|
2
|
EE.UU.
|
124
|
41
|
EE.UU.
|
123
|
36
|
Tailandia
|
126
|
36
|
3
|
Tailandia
|
68
|
23
|
Tailandia
|
97
|
28
|
Indonesia
|
119
|
34
|
4
|
Indonesia
|
49
|
16
|
Indonesia
|
84
|
25
|
EE.UU.
|
112
|
32
|
5
|
India
|
46
|
15
|
India
|
77
|
23
|
Vietnam
|
96
|
27
|
6
|
Filipinas
|
43
|
14
|
Vietnam
|
66
|
19
|
Malasia
|
71
|
20
|
7
|
Malasia
|
42
|
14
|
Filipinas
|
47
|
14
|
India
|
64
|
18
|
8
|
Vietnam
|
41
|
14
|
Malasia
|
46
|
13
|
Filipinas
|
45
|
13
|
9
|
Brasil
|
34
|
11
|
Brasil
|
28
|
8
|
Singapur
|
34
|
10
|
10
|
Reino Unido
|
31
|
10
|
Taiwán
|
28
|
8
|
Reino Unido
|
23
|
7
|
|
|
|
|
|
|
|
Taiwán
|
23
|
7
|
Cuadro
2. Destinos atractivos para la inversión a largo
plazo (aproximadamente 10 años) |
Ejercicio 1998
Estudio-237
|
Porcentaje %
|
Ejercicio 1997
Estudio-269
|
Porcentaje %
|
Ejercicio 1996
Estudio-264
|
Porcentaje %
|
China
|
150
|
64
|
China
|
196
|
73
|
China
|
195
|
74
|
EE.UU.
|
80
|
34
|
India
|
98
|
36
|
India
|
103
|
39
|
India
|
59
|
25
|
EE.UU.
|
83
|
31
|
Vietnam
|
87
|
33
|
Indonesia
|
47
|
20
|
Vietnam
|
64
|
24
|
EE.UU.
|
81
|
31
|
Tailandia
|
45
|
19
|
Indonesia
|
57
|
21
|
Indonesia
|
64
|
24
|
Vietnam
|
42
|
18
|
Tailandia
|
44
|
16
|
Tailandia
|
63
|
24
|
Brasil
|
32
|
14
|
Brasil
|
30
|
11
|
Malasia
|
31
|
12
|
Filipinas
|
30
|
13
|
Filipinas
|
29
|
11
|
Myanmar
|
29
|
11
|
Malasia
|
17
|
7
|
Malasia
|
25
|
9
|
Filipinas
|
28
|
11
|
Reino Unido
|
14
|
6
|
Myanmar
|
14
|
5
|
Méjico
|
16
|
6
|
|
1
|
1
|
2
|
3
|
China
|
Sistema jurídico local (58.3%)
|
Infraestructura local (55.8%)
|
Sistema de impuestos local (51.5%)
|
EE.UU.
|
Personal contratado localmente
(29.4%)
(Nivel de administración)
|
Costo laboral local (21.0%)
|
|
Tailandia
|
Estabilidad de la moneda Local
(69.1%)
|
Personal contratado localmente
(29.4%)
(Nivel de administración)
|
Situación local política y social
(25.0%)
|
Indonesia
|
Situación local política y social
(73.5%)
|
Estabilidad de la moneda local
(65.3%)
|
Infraestructura local (30.6%)
|
India
|
Infraestructura local (60.9%)
|
Situación local política y social
(34.8%)
|
Sistema jurídico local (30.4%)
Sistema local de impuestos (30.4%)
Estabilidad de la moneda local (30.4%)
|
Filipinas
|
Estabilidad de la moneda local
(53.5%)
|
Infraestructura local (41.9%)
|
Sistema jurídico local (23.3%)
|
Malasia
|
Estabilidad de la moneda local
(50.0%)
|
Personal contratado localmente
(28.6%)
(Nivel de administración)
|
Infraestructura local (14.3%)
Sistema jurídico local (14.3%)
|
Vietnam
|
Infraestructura local (73.2%)
|
Sistema jurídico local (56.1%)
|
Sistema local de impuestos (43.9%)
|
Brasil
|
Estabilidad de la moneda local
(41.2%)
|
Infraestructura local (38.2%)
|
Situación local política y social
(32.4%)
Personal contratado localmente (32.4%)
(Nivel de administración)
|
Reino Unido
|
Personal contratado localmente
(19.4%)
(Nivel de administración)
Costo laboral local (19.4%)
|
Sistema local de impuestos (12.9%)
|
|
|
La reseña que antecede condensa la concepción más difundida
que sobre Latinoamérica y Argentina circula en Japón (los
trabajos del Profesor S. Nishijima de la Universidad de Kobe
citados en nuestra bibliografía constituyen un destacado ejemplo).
Debemos eludir la resignación y la inacción y, buscar una
forma de cambiar esa imagen o bien de demostrar que América
Latina y especialmente Argentina, tienen ventajas relativas.
El revisionismo posible
Con ese espíritu podemos hacer las siguientes reflexiones
y tratar de resultar persuasivos a través de ellas.
1) El rol de las bases de exportación de las subsidiarias
japonesas en Asia hacia Occidente y Japón perdió importancia
desde mediados de 1995 en que se comenzó a depreciar el yen.
Como sea es un factor coyuntural dependiente del tipo de cambio.
2) La ventaja referida a la mayor rentabilidad se debilita
también ya que desde 1992/3 las ganancias de las empresas
japonesas en Occidente y Latinoamérica se incrementaron notoriamente.
Esto motivo un aumento de la inversión directa en 1996/7 en
Occidente y Latino América.
3) La ventaja referida a tamaño de los mercados domésticos
también es objetable desde la creación de la Unión Europea,
el Nafta y el Mercosur.
4) En cuanto a las políticas de intercambio internacional
del sudeste asiático, las mismas fueron abandonadas desde
la crisis de 1997.
5) El bajo costo laboral también se ha ido perdiendo. El éxito
en el desarrollo económico de los países asiáticos ha estimulado
rápidamente el aumento del ingreso per cápita.
6) La crisis asiática de 1997 dañó seriamente las motivaciones
de los inversores japoneses para las inversiones directas
a corto plazo en Asia.
7) Como consecuencia de las depreciaciones de sus monedas
los países asiáticos obligarán a las subsidiarias japonesas
a incrementar el uso de partes y componentes locales (no japoneses).
8) El deterioro en las ventas y ganancias en las subsidiarias
japonesas en Asia debería acelerar la diversificación de inversiones
directas a otras zonas.
9) Existió un pacto tácito entre Japón y Estados Unidos respecto
a sus áreas de inversión. "Los lazos entre las compañías americanas
y Asia no alcanzaron el nivel para establecer una relación
estable y recíproca.
Estados Unidos tiene ese tipo de relación con Latinoamérica.
Considerando este antecedente si la inversión japonesa en
Asia decae, Estados Unidos reducirá sus inversiones en la
región" Tejima S. (ver bibliografía) pág. 146. Pero ese pacto
tácito ya había sido de algún modo violado por Estados Unidos,
que ve Asia como un lugar apto para invertir, antes y después
de la crisis. Antes de la crisis (y después las posiciones
relativas se mantuvieron) la región del sudeste asiático detentaba
para las empresas americanas un promedio de 4.1 como lugar
preferido de inversión, ocupando el segundo lugar después
de Latinoamérica (4.6). Sería deseable observar en espejo
que Latinoamérica ocupa para Japón el segundo puesto de interés
de inversión después del sudeste asiático. La argumentación
que venimos de reseñar se ve acompañada por algunos analistas
académicos como el caso del citado Tejima, profesor de la
Universidad de Nishogakusha. Pero si queremos que algo cambie
alguien desde Argentina debe exponer este análisis y procurar
convencer a Japón de la veracidad del mismo. Alguien debe
usar estos caminos, saber como completarlos e intentar el
cambio. Nunca podremos lograr que Japón deje de considerar
Asia como prioritaria. Las empresas japonesas tienen como
principal estrategia sus fábricas y redes de venta ya establecidas
en la región y en tal sentido las inversiones directas japonesas
se irán gradualmente incrementando en ese área para construir
una nueva relación complementaria entre Japón y Asia. A lo
que podemos aspirar es a que tal vector no sea excluyente.
Esto exige de un arduo trabajo y de negociadores sumamente
entrenados.
La experiencia argentina
En términos generales podemos decir que Argentina atravesó
algunos períodos aislados en los cuales logro atraer brevemente
la atención de inversores directos japoneses. La experiencia
demuestra que no supimos aprovechar esos momentos y que hemos
pagado por ello el alto precio de la indiferencia. Durante
los 60 Argentina estaba en condiciones similares a las de
otros países de América Latina para ser receptor de inversiones
directas japonesas. Por aquellos años recordamos la aparición
en Argentina de algunas empresas e instituciones oficiales
japonesas interesadas en Argentina: JICA (por aquellos años
Servicio de Emigración del Japón), JETRO, JAL, TAIYO, las
"shosha" (traiding) Marubeni, Nissho Iwai (en aquellos años
Iwai) Sumitomo, Mitsui, Mitsubishi, el Banco de Tokio y algunas
otras. No supimos alimentar al recién nacido y Brasil resultó
el preferido. Hacia allá partieron IHI (Ishikawashima Harima
Heavy Industries) Kawasaki Heavy Industries, Taiyo, Toyota,
y tantas otras. La mayoría tuvo magros resultados, pero no
se retiraron. En los 70 Argentina desaprovechó una segunda
oportunidad cuando Japón considero entre 1977 y 1980 que era
posible invertir en nuestro país. En esos momentos desembarcaron
NEC, Fujitsu, JEXIM y algunas representaciones bancarias como
Sanwa, Sumitomo, y Mitsui, YKK, y logramos también interesar
a Nippon Steel por Somisa. Por esos años ya estaban instaladas
también Kanematsu, Nichimen y alguna traiding más pequeña.
También Nippon Suisan fundó Pezpasa. JAL decidió fijar su
sede y final de línea en Brasil. El gobierno militar decidió
fusilar a Fujitsu, la echo del mercado y volvimos al principio.
En los 80 atravesamos una década poco activa, con una excepción
que podría haber modificado el panorama, la inversión de Honda
en Córdoba. El proyecto no prosperó y seguimos perdiendo oportunidades.
En los 90 no ha sido muy diferente la situación a excepción
de la inversión de Toyota, producto del mercado de comercio
administrado dentro del Mercosur. Toyota es una inversión
en espejo con Brasil, mérito mas del comercio compensado que
de nuestro atractivo como país receptor de inversiones. La
llegada de Nippon Denso y Yazaki es efecto arrastre de Toyota
pues son sus autopartistas cautivos. Fujita Corp. solo ha
registrado una sucursal. Tomen esta pensando la posibilidad
de instalarse en Argentina. Yakult es una inversión de origen
japonés pero proveniente de Brasil. Otsuka Pharmaceutical
era el único laboratorio que intento radicarse en Argentina
en 1995. Se liquido en 1999. En el Cuadro 4 se registran las
inversiones japonesas desde 1980 y se efectúa comparación
con las de otros orígenes.
Inversiones japonesas en la economía argentina (millones de
dólares)
I. Período 1990-98
1. Formación de Capital: 252.7
a. Ampliación: 178.6
b. Greenfield: 74.1
2. Compras: 114.4
a. Fusiones y Adquisiciones: 81.6
b. Privatización: 32.8
Total: 367.1
II. Año 1998
1. Formación de Capital: 53.8
a. Ampliación: 18.1
b. Greenfield: 35.7
2. Compras:
a. Fusiones y Adquisiciones: s/d
b. Privatizaciones: s/d
Total: 53.8
III. Año 1999
1. Formación de Capital: 35.2
a. Ampliación: 25.5
b. Greenfield: 9.6
2. Compras: s/d
a. Fusiones y Adquisiciones: s/d
b. Privatizaciones: s/d
Total: 35.2
IV. Programadas para el período 2000-2005
1. Formación de Capital: 196.6
a. Ampliación: 16.7
b. Greenfield: 179.9
Total: 196.6
|
Situación actual
Mucho de lo invertido esta siendo repatriado. El Banco
Tokyo Mitsubishi se esta reduciendo pasando a ser un banco
de corporaciones, Otsuka se liquidó, PECOM-NEC desapareció
como joint, y no se advierte un cambio de clima en el futuro
próximo. En cuanto a las inversiones institucionales debemos
aclarar que mas allá de la presencia de capitales japoneses
en "hedge founds" de difícil detección, y en su momento la
colocación de bonos de YPF, Japón no ha sido un inversor institucional
habitual en Argentina. Las emisiones de bonos efectuadas en
los 90 por underwriters japoneses (Shokengaisha): Yamaichi,
Nikko, Nomura, etc. en realidad fueron de bonos que no cotizaron
en el mercado japonés (bonos samurai daimyo o shibosai) sino
que fueron los llamados "Euroyen bond" que cotizaban en yenes
pero fuera de Japón. En los 60,70,80 y 90 mientras Argentina
dejaba de convertirse en un país atractivo para la inversión
japonesa, otros países latinoamericanos se convirtieron en
destinos mas seductores: Brasil, Méjico, Chile, etc.
Razones posibles del fenómeno
Cada vez que se plantea la temática de las relaciones se genera
un mecanismo muy interesante:
a) Todos marcamos que la relación es escasa.
b) Todos acordamos que debemos energizar la relación.
c) Todos coincidimos en que somos socios complementarios.
Dando estas pautas como prefacio deberíamos preguntarnos entonces
porque no hemos podido y tan difícil se nos hace potenciar
la relación.
Aparecen aquí las explicaciones clásicas:
1) Son países muy distantes (Brasil también es distante).
2) A diferencia de Brasil no tenemos una colonia japonesa
nutrida (ni japonesa ni ninguna otra que no sea de raza blanca).
3) Japón es un mercado muy difícil (lo es también para Brasil,
Chile, Australia y Nueva Zelanda).
4) Argentina no es un país del Pacifico (Brasil tampoco).
La enumeración que antecede no puede satisfacer seriamente
a nadie que se pregunte el real motivo por el cual no logramos
mayores resultados en la relación bilateral en general, tanto
en lo referente a inversiones como a relaciones comerciales.
Es en este punto donde resulta más difícil el diagnostico
y el remedio.
En lo personal tengo algunas reflexiones que pretenden explicar
porque no hemos podido avanzar mas:
1) Argentina ha persistido en una actitud distante respecto
de Asia en general, incluyendo Japón.
2) Los acercamientos han sido poco profundos, formales y generalmente
estériles.
3) El diálogo ha sido conducido por no especialistas en el
tema. En el mundo la niponología es un campo del conocimiento
usado y respetado, no así en Argentina.
4) Existe una seria incompatibilidad entre el criterio empresario
argentino y el japonés. Prueba de esta afirmación es que la
mayoría de los JV entre empresas de ambos países han fracasado
(Nec-Perez Companc, Otsuka-Syntial,Toyota-Decaroli, etc.).
Las razones de ello implican una polémica que no abordamos,
lo antedicho es solo un dato de la realidad. Vale como reflexión
general decir que las empresas japonesas han sido muy presionadas
en Argentina para constituir "joint" con empresas locales.
La cita siguiente marca el error: "La actitud de las firmas
fabricantes japonesas frente a M&A es muy diferente a la de
los países occidentales. Las firmas japonesas, normalmente
prefieren invertir en centros de producción nuevos, mejor
que hacer M&A con firmas locales en los países receptores
de la inversión. La crisis asiática de 1997 no cambió esta
actitud enfrentada con las asociaciones" (Tejima, S. op. cit.
pg.16)
5) No existe un ámbito confortable en la sociedad argentina
para grupos étnicos diferenciados. Cuando hablamos del crisol
de razas nos referimos a razas europeas (la Constitución de
1863 lo preveía explícitamente). A ello debe sumarse el complejo
natural que tienen los japoneses cuando salen de su país.
Lo que ellos mismos denominan "shimagumi konjo" (complejo
de país isla) los hace seres tímidos y aislados que requieren
de ambientes de continencia que esta sociedad no genera habitualmente.
6) El accionar oficial no ha cooperado a potenciar la relación.
7) La información mutua es pobre.
Comercio bilateral
Las cifras actualizadas del comercio bilateral son las siguientes:
Exportaciones de la Argentina (millones de dólares) |
País
Destino |
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1er
Cuatrimestre |
1999 |
Var.
% |
Japón |
395 |
454 |
375 |
467 |
445 |
457 |
513 |
557 |
657 |
197 |
165 |
-13,2 |
Importaciones de la Argentina (millones de dólares) |
País
Origen |
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1er
Cuatrimestre |
1999 |
Var.
% |
Japón |
181 |
602 |
1.095 |
1.039 |
986 |
711 |
725 |
1149 |
1451 |
550 |
341 |
-38 |
Esto
implica que intercambiamos tan solo 2.000 millones de dólares
por año. Nunca hemos logrado un comercio bilateral nutrido
y solo evitamos el déficit en las épocas de sustitución de
importaciones y economía cerrada. Argentina no ha sido exitosa
en su acercamiento comercial con Japón. Veamos ahora que productos
vende Argentina a Japón.
Cuadro 5. Principales exportaciones
de la Argentina a Japón 1996/1997 (miles de dólares) |
Denominación |
1996 |
1997 |
Total General |
512,455 |
552,921 |
Total 10 Principales Productos |
343,962 |
423,456 |
Los demás, incluido harina, polvo, "pelelts"
de inverteb., los demás |
109,871 |
85,286 |
Aluminio sin alear |
86,019 |
76,816 |
Las demás preparaciones y conservas de pescado |
39,501 |
46,192 |
Maíz: los demás |
26,015 |
45,712 |
Minerales de cobre y sus concentrados |
0 |
44,762 |
Sorgo para granos |
29,737 |
41,512
|
Filetes de pescados,
congelados |
20,687 |
25,317 |
Aleaciones de Aluminio |
5,654 |
20,873 |
Los demás vinos; mosto de uva (con alcohol):
en recip. > a 2L |
9,088 |
19,511 |
Harina, polvo, "pellets", de carne
o de despojos; chicharrones |
17,391 |
17,474 |
|
Es muy poca la variación que se advierte en el
componente de nuestras exportaciones a Japón desde hace tiempo.
Las explicaciones clásicas también suelen aplicarse a este
fenómeno:
1) La distancia y la diferencia de uso horario complican las
negociaciones.
2) Japón es un mercado muy difícil.
3) Es un problema de economía de escala.
4) Japón impone barreras parancelarias. Como en el caso de
las inversiones incluimos algunas razones que no coinciden
con esa enumeración clásica: a) El empresario argentino no
se adapta a las exigencias del mercado japonés, no emplea
interlocutores especializados y fracasa por una actitud equivocadamente
personalista. b) El producto argentino requiere de modificación
de gustos y embalajes para ingresar al mercado de Japón. Es
meritorio en este sentido el trabajo de JETRO cooperando con
las agroindustrias en planes como el "Plan Tango". c) No existe
apoyo por parte del Estado. d) La presencia argentina en ferias
y exposiciones como Foodex es pobre y no despierta interés
en Japón. e) Los encargados de las negociaciones tanto desde
el sector publico como desde el privado no siempre saben como
negociar con Japón. Desde el punto de vista de la relación
comercial con Japón, Argentina también se ha diferenciado
claramente del resto de Latinoamérica por su baja performance.
De todos modos en Latinoamérica en general tan solo el 7.5%
de las exportaciones tienen Asia como destino mientras que
Estados Unidos y Canadá concentran el 17.3% de las mismas.
Los empresarios del sector agroindustrial reconocen que el
futuro del comercio de alimentos se encuentra en Asia, pero
a su vez reconocen sus limitaciones para abordarlo con éxito.
En lo concreto no se detecta una actividad profesional constante
destinada a obtener el objetivo comercial propuesto. Podemos
recurrir a un ejemplo actual como es el referido a la venta
de carnes argentinas. No es éste ámbito el apropiado para
detallar la negociación; pero básicamente digamos que Argentina
negocia la entrada de carnes argentinas a Japón del mismo
modo que con Inglaterra o con España. Ocurre que Japón es
diferente, no parece que podamos obtener grandes resultados
por estos caminos. Argentina tampoco ha sabido usar el Mercosur
para potenciar su desembarco en Asia. Tenemos socios en Mercosur
que negocian mejor en Japón y en Asia en general, deberíamos
aprovechar esa circunstancia.
El Informe Okita
Mas allá de la actividad de JETRO que ya hemos rescatado
en otro pasaje de este ensayo, Japón ha colaborado en forma
bien pragmática con Argentina incluyendo en el Plan Okita
varias reflexiones y consejos que permitirían cambiar esta
inercia. Es asombroso recorrer las páginas del informe de
1993 y advertir que la mayoría de las sugerencias no solo
no han sido atendidas por Argentina sino que continúan vigentes
y resultan claves para lograr mayor agresividad exportadora
en general y específicamente con Japón. Repasemos algunas
de las consignas:
1) Mayor capacitación de los recursos humanos como elemento
crucial para el desarrollo y la inserción internacional competitiva.
2) Desarrollar actitudes de ""ir y ver" como es y que demanda
el resto del mundo (kembutsu gemba).
3) Promoción genérica de productos argentinos.
4) Centros de información para el comercio exterior al estilo
de Prochile.
5) Acción administrativa y geográficamente descentralizada
evitando acuerdos marco demasiado ambiciosos
con el gobierno nacional.
6) El Estado debe capacitar funcionarios y equipar las agencias
tanto públicas como privadas.
7) Dotar de instrumentos de competitividad a la pequeña y
mediana industria.
8) Mayor contacto con organismos de promoción de Japón (JETRO;
JICA, AOTS, etc.).
Conclusiones
Nos atrevemos a extraer las siguientes conclusiones:
1) América Latina no constituye una prioridad inversora para
Japón y Argentina es uno de sus destinos menos apetecibles,
siendo Brasil el país más atractivo.
2) Japón ha asumido un claro rol de liderazgo en Asia priorizando
inversiones con el área.
3) Esta situación puede ser parcialmente revertida si se adoptan
actitudes de seducción y argumentación desde
los sectores público y privado.
4) La situación se ve reproducida respecto del comercio bilateral,
situación especialmente agravada en el caso
de Argentina.
5) Un cambio en esta inercia de la birelación requiere una
serie de actividades explícitas y políticamente priorizadas
tanto en el ámbito público como empresario.
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