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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Marzo
1999
EE.UU.: podrá mantener el actual ritmo de crecimiento de
su economía o acompañará
la desaceleración en los países europeos ?
Los principales indicadores de la economía norteamericana
que se han ido conociendo en las últimas semanas, referidos
al consumo, a la construcción y a las órdenes de compra de
las empresas, confirman el fuerte crecimiento por el que está
pasando la principal economía mundial. Una señal significativa
fue el mantenimiento de la tasa de desocupación en el 4,3%,
cuando los analistas esperaban que fuera superior, dando lugar
a expectativas de suba de la tasa de interés. Sin embargo,
no todos muestran tanta firmeza. En enero, la producción industrial
no tuvo variación alguna y la utilización de la capacidad
instalada retrocedió del 80,8% al 80,5%.
Frente a este panorama, nuevamente las opiniones sobre qué
hará la Reserva Federal al respecto están divididas. Mientras
que unos afirman que subirá la tasa para desalentar presiones
inflacionarias, aun a costa de una menor actividad económica,
otros sostienen que si bien los indicadores muestran una economía
fuerte, todavía no hay síntomas de inflación. El Indice de
Precios al Consumidor creció 0,1% en enero, porcentaje inferior
a las estimaciones previas, pero lo más impactante fue la
caída del 0,4% en el Indice de Precios al Productor del pasado
mes de febrero, ayudada por una baja del 1,4% en los precios
de la alimentación. Las debilitadas economía de Asia, Rusia
y América Latina han contribuido a contener la inflación en
EE.UU.
a través de importaciones más baratas y menor demanda de productos
agrícolas y materias primas. El problema que se le presenta
a EE.UU. es la fortaleza del USD frente al euro y al yen,
acentuada por las perspectivas de baja en las tasas de interés
de los países europeos. Si la Reserva Federal subiera la tasa
de corto plazo desalentaría presiones inflacionarias pero
fortalecería más aún al dólar.
Por el contrario, si la bajara, ayudaría a debilitar al dólar
y permitiría mejorar la competitividad de EE.UU., reduciendo
su elevado déficit comercial, que en 1998 fue un 40% superior
al de 1997. Pero es poco probable que lo haga si antes no
lo hace el Banco Central Europeo. La Reserva Federal teme
que una baja de la tasa traiga mayor liquidez a la economía
y eche más leña al fuego de los mercados financieros, especialmente
al de acciones, al que en varias oportunidades ha considerado
sobrevalorado. En su reciente presentación ante el Congreso
de EE.UU., el presidente del organismo monetario norteamericano
manifestó que la economía de su país podría estar "recalentada"
por las pasadas bajas en la tasa de interés y que todavía
podía verse afectada por los problemas financieros derivados
de la globalización. Pero por otro lado, la situación financiera
internacional está requiriendo mayor liquidez para aumentar
la demanda, fortalecer los precios de las materias primas
y evitar que la restricción del crédito a las economías emergentes
complique más aún la delicada situación por la que están pasando.
En definitiva, la Reserva Federal continuará monitoreando
de cerca la evolución de la economía
de EE.UU., pero hasta ahora no se pueden sacar conclusiones
definitivas de que existan presiones inflacionarias ni de
que se haya iniciado un proceso de desaceleración económica,
por lo tanto,
lo más probable es que no modifique la tasa de fondos federales
en su próxima reunión del 30
de marzo.
Asia: profecía autocumplida o reestructuración con altibajos?
La situación en Japón
Las expectativas de un Japón que ha tocado fondo y comienza
a superar la crisis están ayudando a estimular la región.
Queda por demostrarse la solidez y continuidad de la recuperación
japonesa, de la que hay señales contradictorias. La caída
del producto en el cuarto trimestre del 98, con marcas superiores
a las esperadas: el -0,8% implica, luego de cinco trimestres
de bajas consecutivas, una caída anual del 2,9% en el PBI.
La fuerte inversión pública- un programa de gasto en plena
ejecución de 155 mil millones de dólares, no ha sido suficiente
para estimular el consumo privado ni la inversión empresaria.
Y es aquí donde entran a jugar elementos "no contables" como
las tradiciones culturales.
El shock del temor al desempleo, novedoso en Japón y otras
economías asiáticas, acostumbradas por largos años a tasas
inferiores al 2%, continúa demorando el consumo doméstico,
ya que las expectativas juegan un papel preponderante en la
determinación de la conducta de gasto de los particulares.
Una tasa de desempleo del 4,4% en Japón abroquela a los consumidores
en una posición defensiva y aumenta el ahorro, aún con bajas
tasas de interés, mientras una tasa de desempleo similar en
una economía como la de los Estados Unidos, -4,3% en 1998-
pero a la que se llega desde posiciones de mayor desocupación,
genera un boom de consumo superior a lo esperado y paralelamente
a una baja en el nivel de ahorro. En el aspecto positivo de
la evolución japonesa, los bancos y un creciente número de
corporaciones han avanzado en su reestructuración y comienzan
a verse los frutos. La FSA - Agencia de Supervisión Financiera-
desde su fundación en junio de 1998 ha sido capaz de inspeccionar
el cumplimiento de las normas y sancionar a los infractores
en una actitud bien recibida como signo de restablecimiento
de un orden largamente cuestionado.
Una mayor liquidez monetaria, propuesta originariamente
en foros occidentales y con comienzo de aceptación en Japón
significa, aún a costa de un yen más débil, mayor demanda
de importaciones y menor tendencia a la repatriación de capital
operando en filiales regionales. Las perspectivas de una política
monetaria expansiva, si bien en términos contenidos, están
generando confianza en la posibilidad de revertir la depresión;
la reactivación de la demanda privada que no se obtuvo con
medidas fiscales y crecimiento del gasto público se espera
que se genere con tenues expectativas inflacionistas. La paridad
del yen se calcula que continuará oscilandoentre los 110 y
120 por dólar. La producción, operando alrededor del 8 o 10
% por debajo de su capacidad permite suponer un rápido crecimiento
en cuanto se produzca la esperada reanudación del gasto privado,
y ello con independencia del tiempo que tarden los problemas
estructurales en resolverse.
Resumiendo: si bien por ahora continúa la realidad de
una economía estancada y de una creciente deuda pública, las
perspectivas de reactivación generadas por el gasto público,
la posibilidad de una mayor liquidez y el alza del Nikkei
son signos de la incipiente confianza que se está generando
en la recuperación de Japón.
China
Dos hechos de importancia intensifican la apertura de
la economía China:
1. El sector privado ha pasado de ser un "complemento" a ser
un "importante componente" de la economía socialista. La modificación
constitucional en la consideración del rol del sector privado
adoptada a principios de este mes por el Congreso Nacional
del Pueblo se traduce asimismo en modificaciones legales que
permiten al sector privado un mayor acceso al crédito y a
la disponibilidad de capital, y permite predecir que el sector
privado participará más activamente en los nuevos emprendimientos.
Actualmente la producción originada por el sector privado
alcanza el 18% del total del producto chino.
2. Una segunda circunstancia sintomática es la tendencia a
cambiar la estimación del PBI de "objetivos" de crecimiento
a cumplir, por "proyecciones" de crecimiento, un cambio de
voluntarismo político económico a análisis objetivo de la
evolución de la economía. Aún con las salvedades de relativa
incertidumbre de ciertas mediciones estadísticas chinas, el
cambio indica una tendencia a la transparencia.
En la economía real, el aumento de la producción industrial
china en los dos primeros meses del 99 fue del 10,6%, muy
superior al esperado. Cayeron las exportaciones e importaciones,
aunque con respecto a la caída de las importaciones hay que
tener en cuenta los efectos de las severas medidas anti-contrabando
que se vienen aplicando desde 1998, por lo que la cantidad
de bienes importados es cercano al del 98, pero con registro
aduanero.
El motor de crecimiento sigue siendo la inversión pública,
especialmente orientada a las zonas más rezagadas del interior
del país. La estabilidad del Yuan chino se mantiene por ahora,
a pesar de voces partidarias de la devaluación, sobre todo
en la región costera, más rica y participante activa de la
producción para la exportación. Pero la estabilidad monetaria
es precisamente parte de la estrategia de crecimiento oficial
y de la decisión política de privilegiar a las zonas atrasadas
del interior. Serán las zonas costeras este año quienes posiblemente
sufran una situación de recesión ante las dificultades por
obtenercrédito, luego de los ajustes en la compañías financieras,
la baja en las exportaciones y la sobre oferta inmobiliaria
en las ciudades.
A nivel regional
La demanda internacional activa en el sector de los electrónicos,
convierte a Corea en principal beneficiario. Los volúmenes
de exportación de electrónicos seguramente crecerán, pero
con capacidad ociosa en las empresas del área, no es de esperar
una suba equivalente en el precio de las ventas. Todavía la
actitud prevaleciente en la región es la de acercarse en lo
posible a una ocupación plena y exportar, con menor énfasis
en los precios que se obtengan. Y con exceso de capacidad
exportadora en China, Japón, Corea y Malasia es difícil predecir
una situación favorable a los precios de exportación.
Por ello todavía parece elusivo un panorama de recuperación
basado en las exportaciones. Si la recuperación se afianza
será por el efecto combinado de los esfuerzos exportadores,
la solidez de la demanda occidental, sobre todo de los Estados
Unidos, y la inversión en gasto público como sustituto de
una baja demanda interna. Las medidas de ajuste y saneamiento
financiero acompañan en la creación de confianza. Si estos
signos alcanzan para superar realidades de evolución del PBI
insatisfactorias, estaremos frente a un caso de autocumplimiento
de profecías.
Aun conociendo el margen de error que tienen los pronósticos
de evolución del producto, sobre todo en épocas de crisis,
en las que elementos extra-racionales -confianza en un líder
o una política aislada-, se trasladan instantáneamente a la
evaluación del comportamiento de la totalidad de la economía,
creemos sin embargo que es útil publicar un cuadro comparativo
de las estimaciones de evolución del PBI de los países del
Asia, de forma de tener un panorama general que iremos chequeando
en su comportamiento en futuras Síntesis.
Brasil: Inflación, tipo de cambio y tasas de interés en el
foco de la tormenta
Una vez que el gobierno modificó el régimen cambiario
el último 13 de enero, las opciones de política económica
en Brasil están acotadas a esperar que se restablezca la confianza
de los mercados, especialmente con relación a que el gobierno
de Brasil continuará haciendo exactamente lo que venía realizando
con anterioridad a la devaluación, profundizar la reforma
fiscal. Durante esta etapa de incertidumbre post-devaluación,
la coyuntura brasileña está signada por tres variables cuya
evolución determinará la suerte del actual programa económico;
la inflación, el tipo de cambio y las tasas de interés.
Inflación: sorprende el hecho de que en una economía que
tan solo 5 años atrás habría indexado en instantes el 100%
de la devaluación, en estos momentos esté actuando en forma
similar a una economía sin la herencia inflacionaria que caracteriza
a la mayoría de los países de América Latina. La inflación
minorista acumuló en el primer bimestre un sorprendentemente
bajo 2.2%, mientras que los precios mayoristas alcanzaron
un elevado 8.5%. Como es natural, el primer efecto de la devaluación
es recomponer la relación de precios relativos entre mayoristas
y minoristas. Tal como se ve en el gráfico siguiente, la mayor
inflación de mayoristas con respecto a minoristas aún no alcanzó
a recomponer el atraso relativo que venía registrando desde
1994.
La inflación minorista proyectada para marzo se ubica
en torno al 2%, mientras que la mayorista registraría valores
apenas por debajo de los de febrero. La inflación Combinada
(minorista, mayorista y construcción) que se prevé para todo
el año se ubica en torno al 20%, especialmente en base a recientes
datos alentadores de desaceleración de la inflación en las
primeras semanas de marzo. Tipo de Cambio : Después del overshooting
inicial que incluso colocó al tipo decambio por encima de
los R$2 por dólar, el valor de la divisa se encuentra relativamente
estabilizado en torno a R$1.9. El consenso de opiniones acepta
que este tipo de cambio está subvaluado, indicando que el
tipo de cambio para finalizar el año se ubicaría cerca de
R$ 1.7 por unidad, lo que implica una devaluación nominal
del real del 28.8% con respecto a la cotización previa
al 13 de enero.
Sin embargo, teniendo en cuenta de que la inflación Combinada
prevista para el año gira en torno al 20% y la corrección
cambiaria es del -28.8%, surge que de cumplirse estos pronósticos,
al final del año la corrección real del tipo de cambio sería
tan sólo de 8%, semejante a la pauta de devaluación anual
que regía con anterioridad a la modificación del régimen cambiario.
Teniendo en cuenta que antes de la devaluación se estimaba
que la sobrevaloración del tipo de cambio se ubicaba en torno
al 15% con respecto al inicio del plan Real (1), entonces
la devaluación no alcanzaría a corregir el atraso cambiario
generado desde el inicio del plan. Sólo si el tipo de cambio
se ubicara al finalizar el año en un valor semejante a la
cotización actual, en torno a R$1.9, se alcanzaría a compensar
el atraso cambiario del 15%. Estas cifras indican que a diferencia
de quienes opinan que el tipo de cambio actual está demasiado
subvaluado como consecuencia del overshooting inicial, el
valor del tipo de cambio en torno a R$1.9 no dista de ser
un tipo de cambio razonable para cerrar el año.
Este argumento indica que el objetivo de la devaluación
no fue el de obtener ganancias competitivas, sino que fue
un instrumento para frenar el elevado drenaje de divisas.
Sin embargo, como las subvaluación resultante no será de gran
magnitud, será necesario que a lo largo del año se consiga
reestablecer la confianza de los agentes para evitar nuevos
ataques especulativos a la moneda una vez que la inflación
licúe parcialmente las ganancias iniciales
de la devaluación.
Tasas de interés : El Banco Central abandonó la política
de bandas de tasas de interés y la tasa de referencia para
sus operaciones con la banca privada pasó a ser la tasa de
Selic-overnight, que fue elevada al 45% anual. Desde hace
ya un tiempo, la tasa de interés es un instrumento utilizado
para múltiples propósitos; por un lado desalienta el consumo
y la inflación, y por otro lado contiene las salidas de divisas,
protege el stock de reservas del banco central e inhibe el
aumento y la volatilidad del tipo de cambio.
Por todas estas razones la tasa de interés debe ser muy elevada
en la coyuntura actual,
sin embargo, en términos mensuales esta tasa es del 3.1%,
resultando una tasa de interés real negativa, ya que se encuentra
por debajo del aumento de precios para el período (2).
En términos de precios al consumidor, la tasa de interés real
continúa siendo positiva, mientras que en términos de la inflación
mayorista resulta muy negativa, tal como se observa en la
síntesis
gráfica internacional.
Box II: ¿Cómo consiguen convivir las empresas Brasileñas con
las elevadas tasas de interés*?
Esta pregunta no tiene una
respuesta única, teniendo en cuenta las realidades diferentes
que enfrentan los millares de empresas existentes en Brasil.
Sin embargo, algunos elementos pueden ayudar a comprender
la forma en que las empresas continúan funcionando a pesar
del elevado costo de financiamiento. Las empresas en Brasil
se endeudan relativamente poco y redujeron el endeudamiento
con el aumento de la inestabilidad macroeconómica y la imprevisibilidad
de las tasas de interés. Tomando en conjunto las 500 mayores
empresas en Brasil encuestadas anualmente por la revista Exame,
el nivel de endeudamiento como porcentaje del activo total
cayó de una media anual de 55.8% entre 1974 y 1983 para 42.5%
en los 10 años siguientes. De 1994 para aquí el endeudamiento
medio de estas empresas volvió a elevarse, pasando de 40%
a 48%. Lo que de todos modos, queda muy por debajo de las
prácticas de endeudamiento internacionales. Según un informe
de la revista Fortune, la participación del capital de terceros
en los activos totales de las mayores 500 corporaciones mundiales
fue de 89% en 1997. Otra estrategia de las empresas frente
a la elevación de las tasas de interés domésticas fue recurrir
al mercado de capitales internacional, aprovechando la buenas
condiciones de liquidez vigentes hasta el año pasado. La captación
directa de recursos de terceros a través de la emisión de
deuda privada en forma de bonos o notes pasó de US$ 6.0 mil
millones en 1994 a US$ 20.4 mil millones en 1997. Además,
varias empresas, inclusive no exportadoras, recurrieron indirectamente
al mercado externo, por ejemplo, por medio de anticipaciones
de contratos de cambio para la obtención de capital de giro
más barato. También fue común en el período el recurso a las
importaciones financiadas, menos por la necesidad del producto
que como forma de obtener recursos financieros a costos competitivos.
Como resultado, la deuda externa del sector privado en el
período pasó de US$ 61 mil millones en 1994 a cerca de US$
107 mil millones en diciembre de 1997. Este conjunto de prácticas,
que permitió la convivencia con los elevados intereses internos,
atenuando sus efectos, quedó en general restringido a las
grandes empresas. Para las demás, la pequeña disponibilidad
de recursos propios asociada al elevado riesgo creditício
y a la imposibilidad de acceso al mercado de capitales externo
redujeron en mucho su margen de maniobra. Muchas de estas
empresas, de hecho, simplemente no consiguieron convivir con
estos niveles de tasas de interés. El número de quiebras decretadas
saltó de una media anual de 2.257, entre 1992 y 1994, a 5.208
en 1996 y 5.371 en 1997, un aumento de 138%.
*Extractado de un artículo
de la siguiente publicación de la CNI-Brasil, "Competitividade
e Crescimento: A Agenda da Industria", Brasilia,1998.
Notas
1 Las estimaciones
del tipo de cambio real varían dependiendo de los índices
de inflación y las canastas de países elegidos.
2 En comparación con el Índice General de Precios (IGP-DI
de la Fund. Getulio Vargas) que alcanzó un 4.44% en febrero
y se estima que alcance un valor cercano al 4% para marzo
(la canasta de bienes que representa el IGP-DI (FGV) está
compuesto por la media ponderada de los precios mayoristas,
al consumidor y de la construcción).
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