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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Diciembre
1998
Reseña: Anochecer de un año agitado
Enero-Febrero-Marzo
A comienzos de año, la
crisis desatada a mediados de 1997 se encontraba, en lo que
a sus efectos se refiere, limitada a la región Asia-Pacífico.
No es de extrañar entonces que en materia de pronósticos para
las economías desarrolladas, Estados Unidos y Europa, el panorama
se presentara brillante en materia de crecimiento. A punto
tal que no pocos se animaron a presagiar un incremento de
las tasas de interés por parte de la Reserva Federal a fin
de mantener a la economía estadounidense libre de presiones
inflacionarias. Con una tasa de crecimiento anualizada del
PBI para el primer trimestre, que fue sucesivamente corregida
en alza, hasta llegar al 5.4%, motivos no faltaban. Simultáneamente
se sugería que la Unión Europea seguiría el mismo camino,
dado el saludable empuje de las economías "core" (Alemania
y Francia) y las elevadas tasas de la periferia (España, Irlanda,
Portugal y Finlandia).
En la región en crisis, el año estuvo dominado por los acontecimientos
en Japón, China e Indonesia (sumergida en un contexto de elevada
incertidumbre política). El caso japonés, en particular, produjo
y produce un intenso debate sobre los posibles caminos para
reconstituir una demanda agregada extremadamente debilitada.
La visión desde Estados Unidos es la de un Japón impulsando
su economía a través de una mayor apertura comercial, desmantelamiento
de regulaciones, sobre todo en el sector servicios, políticas
monetarias expansivas - incluso con una "inflación controlada"
(Krugman) - y porqué no, un cambio en las prácticas políticas.
La visión japonesa es más gradualista, insistiendo en paquetes
fiscales keynesianos, una administración - que puede llamarse
prudente o timorata según quién la califique - de los problemas
en la banca y una crítica por el momento larvada acerca de
las políticas del FMI y del Tesoro estadounidense en Asia.
Mayo
Se disipó el primer interrogante que planteaba la Unión Monetaria
Europea (UME) al establecerse que países ingresarían desde
el inicio, es decir quienes habían satisfecho los criterios
fijados en Maastricht para el ingreso. Son ellos: Alemania,
Francia, Holanda, Bélgica, Austria, Luxemburgo, Finlandia,
Irlanda, España, Italia, Portugal. Mientras que el Reino Unido,
Suecia y Dinamarca se abstuvieron, los indicadores de Grecia
imposibilitaron su ingreso. A pesar de la aprobación implícita
de la marcha de las economías mencionadas que significaba
el ingreso, Wim Duisenberg, Presidente (1) del futuro
Banco Central Europeo alertaba..."muchas de las medidas implementadas
para alcanzar las condiciones de Maastricht fueron de carácter
transitorio y se requiere de un mayor esfuerzo en materia
de reformas estructurales para darle un carácter sostenible".
La advertencia sigue hoy vigente.
Junio
Como evidencia del fuerte crecimiento de la economía estadounidense,
la tasa de desempleo de abril se ubicaba en el mínimo de los
últimos 28 años, 4.3%. Sin embargo y contra lo esperado, el
Federal Open Market Committee (FOMC), dejaba la tasa de Fed
Funds inalterada, en 5.5%. Es que ya en junio comenzaban a
percibirse algunos signos de desaceleración, que se harían
más evidentes en julio aunque no con el suficiente vigor como
dar testimonio de una recesión. Más allá de ello, el déficit
comercial estadounidense de marzo totalizaba US$ 13000 millones,
acumulando US$ 36800 en el año, lo que representaba un aumento
del 26% en relación a igual período de 1997. Específicamente,
las exportaciones a la Cuenca del Pacífico mostraban una caída
del 15% y las importaciones un aumento del 11%. Simultáneamente,
el tembladeral desatado por el sismo asiático alcanzaba a
la economía rusa, agravado por la falta de un liderazgo enérgico,
un Parlamento contrario a las reformas y el fuerte retroceso
de los precios de las materias primas, especialmente, gas
y petróleo. El Banco Central de Rusia elevaba las tasas al
150% a fin de detener la corrida contra el rublo y proteger
sus reservas. La deuda pública interna en títulos - denominados
GKO - se espiralizó.
Julio
El FED siguió sin modificar en alza las tasas de interés y
simultáneamente el mercado accionario alcanzaba su pico. Para
algunos esta actitud resultó cuestionable dado que la crisis
asiática no mostraba visos de afectar a la economía. Sin embargo,
para otros el abultado crecimiento del primer trimestre era
el resultado de la benignidad del invierno en el Hemisferio
Norte. Agregaban además que en lo que va del año las firmas
se encontraban desacumulando inventarios - al contrario de
lo ocurrido en los dos años precedentes - y que además los
beneficios de las corporaciones mostraban tasas de variación
mucho menores a los de trimestres anteriores. Adicionalmente,
el spread entre la tasa de Fed Funds y la del USTB a 30 años
se comprimió hasta llegar a registrar un diferencial de sólo
140 puntos básicos.
En la Unión Europea la disparidad de las tasas de crecimiento
planteaba un serio dilema. Holanda registró en el primer trimestre
de 1998 la máxima tasa de crecimiento de los últimos 7 años:
4.2% anualizada. Finlandia creció al 6% anual al igual que
Irlanda. España y Portugal al 4%. ¿Cómo evitar que con las
tasas de interés convergiendo al nivel alemán estas economías
no se recalienten?. En otras palabras, si la política monetaria
pasa a depender del BCE, la herramienta que resta a los gobiernos
es la política fiscal. Pero los márgenes en materia impositiva
y de recorte de gastos son exiguos, mientras que las presiones
por el lado de los gastos previsionales y de seguridad social
son significativas. A falta de reformas estructurales, el
menú de opciones en el mediano plazo es inexistente. En Rusia,
la crisis llegó a su punto culminante. Sólo contaba con reservas
externas por US$ 14500 millones - pero de esa cifra US$ 5000
millones en oro - , la deuda externa ascendía a US$ 140000
millones y la interna a US$ 60000 millones. El déficit primario
y total se ubicaban en 1.7% y 6.1% del PBI respectivamente.
Pese a las serias dudas que plantea la posibilidad de un ajuste
exitoso, se aprobó un crédito "stand by" por US$ 22600 millones
entre el FMI, el Banco Mundial y Japón. El motivo de la ayuda
es que Rusia "is too nuclear to fall".
La Reserva
Federal continuó con su actitud de "wait and see". El escenario
internacional avaló este comportamiento. Rusia decretó un
default unilateral y las instituciones financieras adoptaron
una actitud mucho más prudente en relación a los mercados.
En los países de la Unión Europea la crisis asiática comienzó
a sentirse a través de menores exportaciones hacia la región.
De todas maneras, el efecto quedó relativizado debido a que
la fuerza impulsora de la economía se asentaba en la demanda
doméstica. Rusia quedó fuera de los mercados.
Agosto
Sobrellevando los vaivenes regionales, China mantuvo la paridad
de su moneda, y se comprometió a seguir así incluso el año
próximo, pese al empeoramiento de su perfomance exportadora.
La actividad económica se mantuvo dentro de los parámetros
que oficialmente se le habá exigido cumplir, aunque al costo
de lo que se observa como una acumulación de inventarios,
que plantea un interrogante para 1999. En general muchos indicadores
disponibles, entre otros, la baja en los índices de precios,
parecen apuntar a una caída también aquí en el nivel de demanda
agregada. El Banco de China (Banco Central), parece no obstante
decidido a proseguir con una política de saneamiento financiero
decidida apenas comenzada la crisis en la región. La caída,
tolerada por las autoridades centrales, de compañías de inversiones
no bancarias (ITICs) parece indicar que en China a diferencia
de lo que ocurre en Japón, la decisión política se impone
sobre los temores a que ciertas instituciones son "demasiado
grandes para caer".
Setiembre
Este mes marcó un punto de inflexión en lo que al comportamiento
de la Reserva Federal se refiere. A fin de este mes el FOMC
decide recortar la tasa de Fed Funds en 25 puntos básicos,
luego de que el spread entre el USTB a 30 años y la tasa de
aquellos fuera negativa. Pero existía otro hecho más que apuntalaba
la maniobra: desde el máximo de julio hasta setiembre la baja
del mercado accionario destruyó riqueza por US$ 1.7 trillones
, es decir, casi el 35% de la riqueza generada por el mercado
accionario desde 1994. A su vez, debido a la elevada flexibilidad
del mercado de trabajo, los consumidores retraen aún más el
consumo, potenciando la desaceleración.
En la Unión Europea comenzaron a corregirse los pronósticos
de crecimiento. Los bancos de la región se vieron afectados
por el default ruso - especialmente los alemanes, y fuera
de la UE los suizos - pero ello no se tradujo en la caída
de institución alguna. Para la UE el pronóstico de crecimiento
del PBI de 1998 se reduce de 3.0% a uno ubicado entre 2.0%
y 2.5%. Para el año venidero de 3.2% a 2.5%. Estas menores
tasas de crecimiento parecen constituirse en un serio obstáculo
para los gobiernos europeos en solucionar el problema que
más los agobia: el elevadodesempleo (Kohl fue derrotado en
Alemania y fue sucedido por Schroeder, consolidando la vigencia
de una nueva política en el Viejo Continente). Por lo tanto,
el nacimiento del Euro tendrá lugar en un momento en el cuál
los objetivos de política del Banco Central Europeo pueden
llegar a enfrentarse seriamente con los de las respectivas
autoridades nacionales.
Octubre-Noviembre
Sin aviso previo, el FOMC redujo la tasa de Fed Funds, para
dos semanas más tarde volver a practicar un nuevo corte de
25 puntos básicos pero esta vez acompañado de una reducción
en la Discount Rate de magnitud equivalente. La decisión se
vio precipitada por la caída de un importante fondo de inversión,
el LTCM (2). Intervinieron en su rescate 14 instituciones
financieras entre bancos y "brokers" (3). A esta altura,
ya no quedaban dudas: a la hora de tomar las decisiones, los
ojos de Greenspan se encuentran más orientados hacia los mercados
financieros que hacia los usuales indicadores del nivel de
actividad. De todas formas, la posibilidad de un "credit crunch"
cobró fuerza. Hubo dos indicios adicionales. El relevamiento
que efectúa la Reserva Federal entre los oficiales de crédito
de la banca comercial indicó un endurecimiento de las condiciones
crediticias. En segundo lugar, se elevó considerablemente
el spread entre los rendimientos de los bonos de calificación
AA emitidos por las empresas de EE.UU y los USTB de plazo
equivalente. Como consecuencia de la nueva política de tasas
de interés dispuesta por la Reserva Federal el dólar comenzó
a perder terreno lo que otorgó cierto oxígeno a la autoridad
monetaria. Ello posibilitó una política monetaria "más blanda",
atenuó el desequilibrio comercial y adicionalmente constituyó
una advertencia para Japón: no podrá exportar su recesión".
Del otro lado del Atlántico, sólo tres países periféricos
de la Unión Europea imitaron la decisión de la Reserva Federal:
España, Irlanda y Portugal. No obstante, el Presidente del
Bundesbank admitió que de ser necesario, el organismo monetario
tomaría una decisión similar... cuando lo considerara oportuno.
De esta forma se obtenía un panorama más completo del cuadro
de situación que permitía anticipar que una de las primeras
medidas del BCE podría ser la de una reducción de tasas, presumiblemente
del 3.3% al 3.0% con la finalidad de evitar una excesiva apreciación
del Euro frente al dólar y en segundo término, a la contracción
del crédito que había comenzado a percibirse en el Viejo Continente.
Pese a que la tasa de crecimiento de la economía estadounidense
llegó a 3.9% en el tercer trimestre, los síntomas de desaceleración
se hicieron cada vez más evidentes, hecho que podría estar
marcando el final de un ciclo de expansión. Por caso, las
ganancias de las empresas mostraron disminuciones situadas
entre 2% y 3% en el período considerado. También se informó
que la tasa de ahorro de setiembre fue negativa por primera
vez desde 1959, lo que representó un claro indicio de la sensibilidad
del gasto de los consumidores a la oferta de créditos (si
los agentes desahorran es porque se encuentran utilizando
créditos para financiar su consumo). Por otra parte se ponía
de manifiesto que en algún momento este desequilibrio debería
corregirse mediante una recomposición de los ahorros, o en
otros términos menor consumo. Otro elemento indicativo estuvo
dado por la retracción del desequilibrio comercial: en setiembre
se redujo a US$ 14000 millones frente a US$ 15900 millones
de agosto.
La derrota de Kohl en Alemania despertó fuertes expectativas
de cambio en lo que a la política económica se refiere. Dada
la prioridad otorgada al problema de desempleo cabría descartar
toda posibilidad de un encuadre no keynesiano del tema. Pero
se puede ir más allá: en agosto de 1999 cesará en su mandato
Hans Tietmeyer, Presidente del Bundesbank y podría ser sucedido
por Flaasbeck, un acérrimo crítico de las políticas seguidas
por la institución monetaria. En Francia se informó que la
tendencia descendente del desempleo se quebró en agosto. ¿Hasta
qué punto la generación de empleos de baja productividad y
el incremento de empleados en el sector público afectarán
la competitividad francesa?. Con el actual escenario internacional,
la respuesta no tardará en develarse. Por lo pronto el empuje
de la demanda interna relegó el problema a segundo plano.
En el marco de la UME, si los comentarios son interpretados
como presiones, el nacimiento del BCE difícilmente se produzca
sin asperezas.
Box I: No me pidan que pronostique
Una forma de ponderar adecuadamente el convulsionado escenario
económico mundial es mirando retrospectivamente los pronósticos
que en su momento formularon las instituciones y analistas
dedicados a tal tarea. De esta forma, las diferencias observadas
entre lo pronosticado en su momento y el valor realmente verificado
puede brindar una aproximación al nivel de incertidumbre vigente.
Si bien es razonable encontrar discrepancias cuanto más alejado
sea el horizonte de predicción, diferencias significativas
para un período de uno o dos años ponen de relieve que, más
allá del error razonable (o término aleatorio), ingresaron
en los modelos de predicción factores que antes no habían
sido ponderados adecuadamente. Es por ello que es interesante
puntualizar lo ocurrido durante estos últimos meses:
1) A comienzos de 1998, el consenso de los analistas se inclinaba
por un aumento de las tasas
de interés en los Estados Unidos (Fed Funds a 6%) dado que
consideraban que el pujante crecimiento de su economía hacía
a este país relativamente inmune a la crisis asiática.
Hoy, mediados de diciembre, la tasa de Fed Funds se encuentra
en 4.625%.
2) A mediados de año la Reserva Federal intervino para frenar
la caída del yen frente al dólar (había llegado a Yen/U$S
147). Sin embargo, los mercados financierosde la sensibilidad
del gasto de los consumidores a la oferta de créditos (si
los agentes desahorran es porque se encuentran utilizando
créditos para financiar su consumo). Por otra parte se ponía
de manifiesto que en algún momento este desequilibrio debería
corregirse mediante una recomposición de los ahorros,
o en otros términos menor consumo. Otro elemento indicativo
estuvo dado por la retracción
del desequilibrio comercial: en setiembre se redujo a US$
14000 millones frente a US$ 15900 millones de agosto.
La derrota de Kohl en Alemania despertó fuertes expectativas
de cambio en lo que a la política económica se refiere. Dada
la prioridad otorgada al problema de desempleo cabría descartar
toda posibilidad de un encuadre no keynesiano del tema. Pero
se puede ir más allá: en agosto de 1999 cesará en su mandato
Hans Tietmeyer, Presidente del Bundesbank y podría ser sucedido
por Flaasbeck, un acérrimo crítico de las políticas seguidas
por la institución monetaria. En Francia se informó que la
tendencia descendente del desempleo se quebró en agosto. ¿Hasta
qué punto la generación de empleos de baja productividad y
el incremento de empleados en el sector público afectarán
la competitividad francesa?. Con el actual escenario internacional,
la respuesta no tardará en develarse. Por lo pronto el empuje
de la demanda interna relegó el problema a segundo plano.
En el marco de la UME, si los comentarios son interpretados
como presiones, el nacimiento del BCE difícilmente se produzca
sin asperezas.
El paquete de ayuda internacional por US$ 41.500 millones,
al cual contribuyeron el FMI, el Banco Mundial, el BID, el
G7 y las mayores economías mundiales destaca la trascendencia
mundial que adquirió recientemente Brasil para las finanzas
internacionales. El objetivo del paquete internacional es
inyectar una dosis de realismo a los "animals spirits" de
los agentes económicos internacionales, que está basado en
el reconocimiento a los esfuerzos realizados por Brasil -apertura
comercial, estabilización monetaria, privatizaciones y otros-
para transformarse en una economía estructuralmente viable.
El propósito es evitar que la conducta procíclica de las expectativas
cause graves daños económicos y sociales, y perturbe la continuación
de la agenda de reformas.
Esfuerzo Fiscal : frenando el ascenso de la deuda pública
Solamente el componente de déficit nominal acumulado
desde el inicio del plan Real incrementó
en US$ 41.000 millones la deuda pública (12% de la deuda pública
a jul-98), aproximadamente
el doble que el esfuerzo fiscal comprometido en el Programa
de ajuste fiscal (programa
de especialización fiscal -PEF) lanzado en octubre. El persistente
crecimiento de la misma
es inconsistente con la incapacidad del gobierno para generar
suficiente excedente para servirla, de ahí la importancia
que adquiere para los agentes económicos la estabilización
de la deuda pública y la generación de superávit primario.
La persistencia del escenario actual generaría un incremento
de magnitud en el riesgo de incumplimiento de la deuda pública
y por lo tanto en la prima de riesgo exigida por los agentes.
La deuda pública del gobierno alcanza en octubre los US$ 290
mil millones, aproximadamente un 40% del PIB, pero está remunerada
a una tasa implícita en torno al 35% anual, entre las más
costosas del mundo. Adicionalmente, la estructura de esta
deuda es de corto plazo. Los vencimientos de títulos federales
(Banco Central de Brasil y Tesoro Nacional) durante 1999 representan
aproximadamente 1/3 del total de la deuda.
El objetivo del programa de ajuste fiscal es estabilizar la
relación Deuda/PBI en un 44% hacia fines de siglo, aunque
las proyecciones privadas más optimistas la ubican en torno
al 46% para el año 2000. En cuanto a las cuentas públicas
de 1998, Brasil presentará un déficit (4) nominal superior
al 7%, originado casi en su totalidad en los pagos de intereses
de la deuda pública interna y externa. Para la mayoría de
los analistas, el ajuste fiscal es insuficiente en comparación
con la magnitud de los problemas fiscales que enfrenta Brasil.
Sin embargo, todos reconocen que los obstáculos de índole
político-institucional -negociación parlamentaria y modificaciones
de la constitución-, dificultan la realización de ajustes
mayores en partidas presupuestarias consideradas intocables
como el gasto en personal. Es por este motivo que el PEF se
concentra en aquellas medidas que el gobierno puede modificar
fácilmente, como el aumento de impuestos, la reforma previsional
(sobre la cual ya existía un amplio consenso) y la disminución
presupuestaria en la partida "otros gastos corrientes y de
capital", sobre la que el gobierno tiene más autonomía.
Dentro de los items contenidos en el PEF, el aumento de la
contribución previsional para trabajadores públicos activos
e inactivos -aumento de los ingresos previsionales de US$2.6
y US$4.3 mil millones en 1999 y el año 2000 respectivamente-,
fue rechazado por el congreso en la primera semana de diciembre
y solamente se podría retomar su tratamiento a partir de febrero.
A pesar de que el parlamento aprobó casi la totalidad de las
reformas propuestas en el programa de ajuste, incluida la
reforma previsional, este rechazo tiene efectos perjudiciales
sobre la credibilidad del ajuste y demora el descenso de las
tasas de interés.
Box II: El Multiplicador negativo
del Gasto en la economía Brasileña
Contracción expansiva del Gasto
Público.
Una reducción del gasto público disminuirá el componente de
riesgo exigido por los agentes para adquirir activos valuados
en reales, lo que disminuirá sensiblemente la tasa de interés
interna. El efecto positivo sobre el PBI (vía disminución
de tasas) de una disminución del Gasto será mayor al efecto
negativo de la disminución en uno de sus principales componentes.
Es un hecho significativo que el multiplicador del gasto en
el estado actual de la economía brasileña sea negativo, pero
es precisamente esta percepción la que justifica las actuales
intenciones del gobierno por mejorar su esfuerzo fiscal e
implementar reformas de largo aliento que mejoren aún más
la credibilidad del programa, provocando un descenso mayor
de la tasa de interés interna (5). El gasto publico
representa aproximadamente el 20% del producto, por lo que
la disminución en torno al 8% de los mismos comprometida en
el PEF (gastos presupuestarios, de empresas estatales y previsionales),
representa una disminución del 1.5% del PBI por la caída en
uno de sus principales componentes. Por efecto del multiplicador
negativo del Gasto Público, ante una reducción del 1.5% del
PBI explicada por la disminución del gasto, la disminución
del PBI proyectada oficialmente para el año entrante sólo
es del 1%.
El sendero de las tasas de interés
En sus actuales niveles, las tasas de interés internas determinan
tres aspectos fundamentales de la economía brasileña;
el ritmo de crecimiento de la producción, ya que pocas
actividades productivas son capaces de superar el costo de
oportunidad que significan las actuales tasas de interés superiores
al 35% real, - el déficit fiscal nominal (aproximadamente
7% del PBI se origina en el servicio de la onerosa deuda pública)
y
- la posibilidad de obtener financiamiento para el déficit
fiscal y la cuenta corriente del balance
de pagos.
Como consecuencia de la crisis del tequila
y posteriormente la crisis asiática y el default ruso, desde
el inicio del plan Real la tasa de interés de la economía
resultó muy elevada en términos reales y presentó un comportamiento
muy volátil (6) afectando negativamente el ritmo de
crecimiento de la economía. La tasa de interés interna surge
de la suma algebraica de la tasa de interés internacional,
la pauta de devaluación cambiaria y el riesgo país. En la
tabla siguiente se observa la conducta que deberían seguir
estos componentes para alcanzar las previsiones oficiales
de tasas de interés del 21.9%, 16.9% y 13.4% para el año 99,
2000 y 2001 respectivamente. Hasta el año 2000 se podrá alcanzar
la meta oficial sólo si se reduce a la mitad el riesgo país,
pero a partir del 2001, para alcanzar la previsión oficial
de 13.4%, sería necesario además disminuir la pauta de devaluación
cambiaria para poder alcanzarla (suponiendo un riesgo país
mínimo de 250bps y que se mantengan los históricamente bajos
niveles de tasas de interés internacional actuales).
Box III: ¿Qué tasa de interés domina el Mercado?
Con la última modificación de las tasas de interés establecida
por el COPOM, se reactiva el sistema de tasas de interés que
fue suspendido el último 4 de septiembre a raíz de la crisis
rusa. Hasta ese momento la política monetaria del Banco Central
de Brasil se manejaba con dos tasas de interés, una tasa piso
(TBC) o de asistencia, a la cual accedían las instituciones
financieras que cumplieran con determinados parámetros bancarios
prefijados, y una tasa techo (TBAN) o punitiva, a semejanza
de la tasa lombarda alemana, a la cual accedían las entidades
que no alcanzaban los parámetros. Entre las dos tasas fluctuaba
la tasa del mercado interbancario. Con el agravamiento de
la crisis internacional y el comienzo de los retiros de reservas,
la TBC se ubicaba en 19%, mientras que la TBAN alcanzó el
49.75%. La magnitud de la diferencia de mas de 30 puntos entre
ambas tasas tornaba al sistema inoperante y la tasa de interés
a la que las entidades obtenían financiamiento era la formada
en el mercado interbancario que determina una tasa overnight
(Selic), por operaciones colateralizadas con títulos públicos.
El BCB interviene en este mercado desde una posición dominante
debido a la falta de liquidez del sistema y por lo tanto a
través de sus contrataciones determina la tasa de interés
del mercado. En la última reunión del COPOM se decidió reeditar
el sistema de tasa de asistencia y punitiva, acercando el
diferencial entre la tasa TBC que ascendió hasta el 29% y
TBAN que descendió hasta el 36%. En la última reunión del
COPOM (16-12), se decidió una reducción de 6 puntos porcentuales
de la tasa TBAN, cuyo nivel ahora es semejante a la tasa de
interés que rige en el mercado overnight. Este descenso resultó
superior al esperado por algunos analistas, que incluían en
sus expectativas el hecho de que aún continúan cayendo las
reservas internacionales y se presentaron algunas dificultades
con las negociaciones con el parlamento.
Balanza Comercial: presente y futuro
En el período enero-octubre de este
año, las exportaciones cayeron un 1% con respecto a igual
período del año anterior. Esta caída se explica principalmente
por la disminución en los valores exportados de productos
básicos y semimanufacturados que recibieron los mayores perjuicios
como consecuencia del descenso en los precios internacionales
y la crisis asiática.
Las exportaciones de este año se encuentran deprimidas debido
a la fuerte caída
de las exportaciones dirigidas al mercado asiático, pero como
esta caída es "once and for all",
es de esperar que no se repita el año entrante. Este factor,
junto a la menor demanda interna
y el positivo desempeño que vienen registrando las manufacturas
impulsarán el crecimiento
de las exportaciones del año que viene.
Aislando el destino asiático, el valor de las exportaciones
aumentó un 4.5% con respecto a 1997. Las exportaciones dirigidas
a Asia representaban un 15% de lasexportaciones totales en
1997
y cayeron en el acumulado enero-septiembre de este año un
28.5% respecto al año anterior.
Esta caída fue más severa en los productos semi y manufacturados
(-40.1% y -33.9% respectivamente) que en productos básicos
(-15.8%).
El déficit de la balanza comercial para el año corriente presentará
un saldo deficitario en torno
a los US$5.500 millones. Para el año entrante y como consecuencia
de la retracción en el nivel
de actividad interna y la desvalorización del tipo de cambio
real que implica la actual política cambiaria, se prevé que
por efecto de una caída en las importaciones y un aumento
en las exportaciones se alcanzaría un superávit del balance
comercial que fluctuará entre
los 2 y 5 mil millones de dólares. El mayor componente del
déficit de la cuenta corriente
del balance de pagos es la balanza de Servicios, que a su
vez es el componente de mayor rigidez. Las previsiones más
consensuadas proyectan un aumento del déficit de la balanza
de servicios
en el orden de los US$1.200 millones.
Notas
1 Conviene recordar
que la elección del Presidente del BCE planteó la primera
duda en cuanto a la futura independencia del organismo monetario.
Francia opuso una férrea resistencia a punto tal que se acordó
adelantar el retiro de Duisenberg en cuatro años para que
asumiera el candidato francés, Trichet.
2 El Long Term Capital Management contaba con un capital
de US$ 4800 millones y una posición apalancada por US$ 280000
millones. En su dirección participaban dos laureados con el
Premio Nobel lo que habla a las claras de que nadie es infalible
ante las oscilaciones de los mercados de derivatives.
3 Al momento de la caída del LTCM, la cartera de derivatives
ascendía a US$ 28.2 trillones, por lo que evitar una crisis
sistémica era prioritario.
4 Es necesario resaltar que el elevado grado de fidelidad
y cobertura de las cuentas fiscales brasileñas (incluyen las
cuentas de todos los niveles de gobierno y las empresas de
todos los niveles de estado), debe ser tomado en cuenta a
la hora de elaborar comparaciones internacionales.
5 Uno de los efectos indeseables de los incrementos
pronunciados en la tasa de interés doméstica a partir de la
crisis asiática, es que las tasas de interés activas descienden
más lentamente que las tasas pasivas, lo que demoraría el
efecto positivo sobre la economía real del descenso en las
tasas de interés en el mercado.
6 La volatilidad de las tasas, al igual que la inflación
en el pasado, desalienta los programas de inversión al añadirle
impredecibilidad a la economía.
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