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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Agosto
1998
Estados Unidos: menor crecimiento en el segundo trimestre.
Hasta ahora, el efecto riqueza jugó a favor de la expansión
del gasto privado.
De la exposición del 21 de Julio de Alan Greenspan ante el
Congreso estadounidense se desprendieron nítidamente los tres
aspectos que hasta ese momento se encontraban condicionando
la evolución de la política monetaria en el corto plazo:
1. La crisis asiática representaba un freno potencial para
el crecimiento aún cuando su impacto todavía no se había hecho
sentir con todo su vigor (sin embargo el desequilibrio del
intercambio global de bienes y servicios mostraba en el acumulado
a mayo un fuerte aumento en relación al mismo período de 1997:
US$ 64882 millones contra US$ 46494 millones).
2. En contraposición a ella, la fortaleza de la demanda interna
no daba señales de disminuir por
lo que en lo inmediato era más factible un escenario donde
la Reserva Federal se viera obligada
a recurrir a un aumento de la tasa de Fed Funds que otro en
el cual se decidiera por una reducción (pese a que el anuncio,
todavía provisorio y con datos faltantes, de crecimiento anualizado
de la economía estadounidense para el segundo trimestre del
año fue sensiblemente menor al del primer trimestre, sólo
1.4% contra 5.5% -corregido- del primero, los gastos de consumo
privado siguieron empujando a la demanda interna que creció
a una tasa anualizada promedio superior
a 6% en los dos primeros trimestres del año).
3. No obstante se reconocía que esta medida debía ser objeto
de un minucioso análisis dadas las derivaciones que ello tendría
para la economías en crisis (léase sudeste asiático aunque
en última instancia terminaría apreciando al ya de por sí
encumbrado dólar).
Sintéticamente, en dicha exposición quedó establecido que
en el corto plazo, para sorpresa de Wall Street (3),
un endurecimiento de las condiciones monetarias se encontraba
al acecho. ¿Podría afirmarse que a mediados de agosto el panorama
es el mismo?. No parecería ser así y los motivos son variados.
En principio los efectos de la crisis asiática, tal como lo
indicara Greenspan, parecen ir en crecimiento. Ello no sólo
se traduce en menores exportaciones sino también en mayores
importaciones: el déficit comercial - en bienes - con los
países de la cuenca del Pacífico (4) alcanzó un acumulado
a mayo de 1998 de US$ 61895 millones contra US$ 44.360 millones
del año anterior. Esta tendencia lejos de revertirse, podría
agravarse en los próximos meses.
Por otra parte, durante el segundo trimestre del año se verificó
una fuerte reducción de las ganancias de las corporaciones.
Si bien restan conocerse algunos resultados, principalmente
de empresas pequeñas que cerraron balance a fines de julio,
el 86% de las 500 empresas incluidas en el S&P 500 registró
una mejora de sus ganancias de sólo el 2.7% en el segundo
trimestre. Para el período que finaliza en septiembre, la
mayoría de los analistas se encuentran corrigiendo en forma
pronunciada sus pronósticos a la baja (5). ¿Hasta que
punto éste fenómeno de "earnings compression" -compresión
de ganancias- tiene importancia para develar la trayectoria
de la economía en el corto plazo?. A juzgar por las cifras
corregidas sobre ingreso dadas a conocer recientemente, bastante.
Y ello se debe a que buena parte del comportamiento del consumo
en los últimos años se explica por el denominado efecto riqueza,
es decir el aumento en los ingresos de los agentes provenientes
de las ganancias (realizadas o esperadas) por la tenencia
de activos financieros. Expresado en otra forma, si el cambio
acumulado en el ingreso disponible de los hogares durante
los últimos 14 trimestres hasta el segundo de 1998 llegó a
23.1% y los gastos del mismo sector acumulan una expansión
de 25.8%, el 2.7% resultante de diferencia en dicho lapso
se explica por los ingresos originados en la suba de las acciones
(6).
La pregunta crucial que cabe formularse es entonces: ¿quién
destruye esta burbuja, el mismo mercado mediante expectativas
de menores beneficios del sector empresario ("earnings compression")
o la Reserva Federal, a través de un incremento de la tasa
de Fondos Federales?. La primera posibilidad se daría en un
marco de mayor desequilibrio comercial, especialmente con
Asia, reducción sostenida de los beneficios esperados del
sector empresario, caída de la confianza del consumidor que
se traduciría en una menor demanda, menores gastos de capital
del sector empresario, acumulación de existencias y aumento
del desempleo a tasas por encima de los mínimos de los últimos
meses (7). La posibilidad de una corrección bajista
del dólar en este escenario cobraría fuerza.
En cambio, un aumento de la tasa de interés tendría, en principio,
un efecto contractivo sobre la actividad económica pero imprimiría
un sesgo alcista sobre la moneda estadounidense, con el potencial
agravamiento, pasados los efectos iniciales, del desequilibrio
comercial. El seguimiento de lo que ocurra en el corto plazo
con el intercambio comercial y las expectativas de los agentes
sobre las ganancias de las empresas, que se traducirá más
concretamente en la evolución del mercado accionario, delineará
el curso de acción para los próximos meses. Así parece interpretarlo
la Reserva Federal que, pese a sus advertencias, ha continuado
con su política de "wait and see".
Unión Europea: crecimiento sin presiones inflacionarias
y aumento de la tasa de convergencia hacia fin de año.
En los países de la Unión Europea la crisis asiática ha
comenzado a sentirse, aunque conviene aclararlo, con una intensidad
mucho menor que en los Estados Unidos. De todas maneras, el
efecto ha sido compensado con un crecimiento de la demanda
doméstica tanto en los países de la Unión Monetaria considerados
centrales como en aquellos de la periferia. Asimismo, éste
aumento tampoco se ha traducido en renovadas presiones inflacionarias,
ni aún en aquellos países que no cuentan con suficientes antecedentes
de estabilidad desde el punto de vista del standard alemán
(Italia, España y Portugal). Ello se debe al efecto combinado
de menores precios de los productos básicos, una muy discreta
presión salarial y un mayor nivel de competencia.
Dado el cuadro de situación se prevé que la tasa de interés
de convergencia sea aumentada recién hacia fin de año. Aún
cuando los pronósticos vaticinaban dicho comportamiento en
el tercer trimestre, la desaceleración observada en la tasa
de crecimiento de la Unión Monetaria, de 3.1% en el primer
trimestre a 2.2% en el segundo trimestre, parece diluir tal
posibilidad. También lo confirmaría el comportamiento de la
tasa de inflación: para el período enero - junio los precios
al consumidor registraron un aumento de sólo 1.4% contra igual
período de 1997. El consenso de los analistas espera que las
tasas de interés se incrementen para los países "core" de
la Unión Monetaria y sufran recortes en los de la periferia.
El escenario mencionado combinado con un posible enfriamiento
de la economía estadounidense, inducido por menores gastos
de consumo - en otros términos, un menor ritmo de crecimiento
de la economía estadounidense no originado por una suba de
tasas de la Reserva Federal - podría dar lugar a una apreciación
del euro en relación al dólar, y por consiguiente al peso,
beneficiando indirectamente las posibilidades de colocación
de productos argentinos en el Viejo Continente. No obstante,
si la desaceleración se verifica vía incremento de tasas,
el impacto inicial sería el contrario.
Rusia: Devaluación, pérdida de credibilidad y...
Finalmente, tras marchas y contramarchas donde quedó en evidencia
la resistencia de la Duma (dominada por los comunistas) para
aprobar las medidas de emergencia fiscal (8) y pese a haberse
logrado despejar la presión de la deuda de corto plazo(9),
Rusia practicó una devaluación (implícita), al aumentar la
banda de flotación en poco más del 30%(10). Si bien el mercado
sólo convalidó un 3% a juzgar por los valores de cierre de
la moneda estadounidense en el mismo día de la medida(11),
la decisión afectó en forma negativa a los mercados financieros
internacionales ya que adicionalmente se decidió implementar
una moratoria unilateral por 90 días para el pago de la deuda
pública en poder de no residentes.
Si se tiene en cuenta la resistencia que encuentra Yeltsin
en el Parlamento, su baja credibilidad (él mismo había desestimado
la posibilidad de una devaluación el viernes anterior), la
debilidad del sistema financiero doméstico, la contracción
del nivel de actividad y el freno a las inversiones que desatarán
las medidas adoptadas, podría afirmarse que lo peor está por
venir. Pese al apoyo de los organismos multilaterales, difícilmente
la oposición se abstenga de sacar provecho de una situación
en la cual el descontento social se exteriorizará con sumo
vigor en el futro inmediato.
Box. El desempleo en Europa: ¿es
igual para todos?
La tasa de desempleo en promedio para los países integrantes
de la Unión Europea se mostró en franco ascenso desde la década
de los 60 hasta la actualidad. En ese momento se ubicaba en
2.2%, para duplicarse en los 70 a 4% y trepar definitivamente
a niveles cercanos a los actuales en los 80 al ubicarse en
9.0%. En lo que va de la presente década, muestra un nuevo
incremento, 10.2%(12). Algunos estudios recientes señalan
que el actual desempleo es fruto de un cambio estructural.
La demanda de los trabajadores de bajo nivel educativo ha
caído en la OCDE por varios años y a un ritmo más acelerado
que la recomposición educativa de la oferta laboral. Adicionado
al panorama anterior, se puede destacar la existencia de rigideces
institucionales propias del mercado de trabajo europeo a las
que deben agregarse las altas contribuciones sociales realizadas
por el sector empleador de la mano de obra. Todo ello contribuyó
a aumentar artificialmente el salario mínimo del mercado,
especialmente en Francia, Italia y España y en menor medida
Alemania y Holanda, afectando indiscutiblemente el nivel de
desempleo. En la actualidad, el mercado laboral europeo presenta
diversos matices. Con situaciones de elevado desempleo en
España cuya tasa es de las más altas de la Unión Europea (18.8%
en la última medición de mayo de 1998) y un pronóstico de
19.7% para el corriente año. Otros países exponentes de elevado
desempleo son, en orden de magnitud: Finlandia con 12.9%,
Francia que presentó un 11.9% en mayo y que se proyecta a
12.3% para el año, Italia 12.1%, Alemania 9.6%, Grecia 9.4%,
Irlanda 8.9% y Bélgica 8.6%. Francia y Alemania presentan
casos con particularidades propias. En el primero de los países
mencionados, la posibilidad de conflictos se encuentra en
estado latente pues los empleadores intentan mantener los
salarios deprimidos antes de la entrada en vigencia de las
nuevas jornadas laborales (35 horas semanales) mientras que
los empleados intentan aumentar sus haberes. Hasta el momento
el gobierno sólo permitió aumentar el haber mínimo 2% a fin
de evitar presiones inflacionarias. En Alemania coexisten
luego de la unificación dos estructuras de mercado laboral
completamente diferentes. Se caracteriza por elevados niveles
de desempleo en el Este (17.9% en junio) y moderados niveles
para el Oeste (8.9% en el mismo mes). Ello tiende a concentrar
la radicación de industrias en la ex Alemania Oriental dada
la mayor disponibilidad de mano de obra. Dentro del conjunto
de países con menor tasa de desempleo se encuentran: Luxemburgo
que en mayo registró 2.2% y posee una proyección de 3.9%,
Austria con 4.2%, Holanda con 4.6%, Dinamarca con 5.7% y Reino
Unido con 6.5%. El desempleo femenino, para los 15 países
que conforman la Unión Europea, mostró una tendencia decreciente
muy leve, pasando del 12.5% en mayo de 1997 al 12% en mayo
de este año. Por último, el desempleo para aquellos integrantes
de la fuerza laboral menores de 25 años alcanzó su pico más
bajo desde 1993 (19.8%), 1.5 puntos porcentuales por debajo
del valor de mayo de 1997.
Box. Crecimiento económico
sin inflación: un hecho destacado de los años
90'
Uno de los hechos característicos de la economía mundial ha
sido el fuerte descenso en las tasas de inflación. Tanto para
las economías en desarrollo, como para las avanzadas, el crecimiento
de los precios al consumidor en el período de cuatro años
que se extiende desde 1995 hasta la actualidad resulta un
tercio de la inflación al consumidor registrada en la década
del 80´.
Tasa de
crecimiento del PBI
|
Tasa de crecimiento
promedio
|
80-89
|
90-94
|
95-98*
|
Mundo
|
3.3
|
2.7
|
3.7
|
Economías Avanzadas
|
2.9
|
2.0
|
2.6
|
Economías en Desarrollo
|
4.3
|
5.8
|
5.6
|
Tasa
de inflación promedio
|
80-89
|
90-94
|
95-98*
|
Economías Avanzadas
|
6.3
|
3.8
|
2.3
|
Economías en Desarrollo
|
36.0
|
48.0
|
13.5
|
El descenso actual que registra la tasa media de crecimiento
de los precios internacionales -si bien no alcanza a ser deflación-,
convive con tasas de crecimiento del producto semejantes o
superiores a la década del 80´, circunstancia que se verifica
especialmente para el período 95-98 -que registra las menores
tasas de inflación-, en comparación con la década anterior.
La performance que siguió la inflación y el crecimiento del
producto en Argentina, a partir del lanzamiento del plan de
Convertibilidad sigue la tendencia internacional. Las tasas
de inflación descienden a niveles inferiores al 1% anual en
los últimos tres años, a la vez que el ritmo de crecimiento
del producto fue muy elevado. De acuerdo a las previsiones
de inflación y crecimiento del producto en 1998, las cuatro
naciones que lideran el ranking de crecimiento internacional
del PBI, registrarán tasas de inflación significativamente
menores al promedio y mediana internacional. Se prevé que
Argentina se ubique 4ta en el ranking de crecimiento del producto,
y ocupe el 3er puesto del ranking de naciones con menores
tasas de aumento en el índice
de precios al consumidor.
Asia: ¿cuándo funcionará nuevamente la maquinaria
exportadora?
En agosto de 1998, a más de un año desde la devaluación del
baht no parece que la situación
en Asia esté aún bajo control. Las posibilidades de instrumentar
políticas anticíclicas se ven limitadas por varias circunstancias
entre las cuales una, no menor, es la caída conjunta en la
capacidad de absorción de los principales mercados de la región.
En ese contexto la situación financiera empeora y se prevé
un incremento en la proporción de préstamos en situación irregular.
Se menciona con cierta frecuencia que en ausencia de una amplia
recapitalización del sistema financiero y conversión de deuda
en capital, no deberían descartarse quitas o perdones sustanciales
en la deuda existente, que sin contar el caso de Japón sería
largamente superior a los US$ 200 mil millones. La situación
del comercio exterior no ha cambiado respecto a la mencionada
en el informe anterior, o sea una caída o reducción en el
crecimiento de las exportaciones
y fuertes caídas en las importaciones:
1998* - Inflación y
Crecimiento
|
Países
|
Inflación (IPC) %
|
PBI %
|
1- Marruecos
|
2.8
|
8.6
|
2- Irlanda
|
1.8
|
8.2
|
3- China
|
0.8
|
7.2
|
4- Argentina
|
0.7
|
6.0
|
5- India
|
10.0
|
5.8
|
6- Polonia
|
12.0
|
5.7
|
7- Turquía
|
85.4
|
5.7
|
8- Chile
|
5.3
|
5.5
|
9- Taiwan
|
3.0
|
5.3
|
10- México
|
14.0
|
5.0
|
Promedio
|
10.1
|
3.0
|
Mediana
|
3.2
|
3.0
|
*
ene-jul 98/ene-julio 97
** ene -may
Fuente:Asian Adviser - Warburg Dillon Read
El crecimiento de las exportaciones de China, si bien a una
tasa envidiable para la mayoría de las economías del mundo,
va decayendo paulatinamente: en julio se incrementaron el
3,6%, cuando un año antes lo habían hecho al ... 26% y en
el primer semestre de 1998, al 7,6%. Las señales sobre la
posibilidad de una recuperación en las exportaciones regionales
son aún contradictorias. Gracias a masivas devaluaciones,
las economías afectadas inicialmente por la crisis han logrado
en teoría inéditas ganancias de competitividad-precio, sólo
en parte erosionadas por los incrementos de precios internos
y los de importación. Sin embargo, frente a una situación
financiera aún crítica, la puesta en marcha de la maquinaria
exportadora asiática requerirá de influjos de capital externo.
Si bien se están produciendo algunas operaciones -Ford-Kia,
British Telecom-Binariang Malaysia, interés en privatizaciones
en Indonesia-, aún parece temprano para establecer una tendencia
perdurable en ese sentido. En forma simétrica, la posibilidad
de una recuperación de las energías exportadoras regionales,
acentuaría la ya creciente penetración importadora en el resto
del mundo: en los primeros cinco meses de este año el déficit
comercial de los Estados Unidos con Asia se incrementó en
casi 18 mil millones de dólares. Una pregunta adicional a
formular es cuál será la demora con que los mercados asiáticos
comenzarán a recuperar su capacidad de importar, una vez reiniciado
su derrotero exportador. De la respuesta depende entre otras
cosas, el impacto que la crisis pueda llegar a tener sobre
muchas economías todavía afectadas marginalmente.
La situación China
Desde el punto de vista de la racionalidad económica, existen
pocos motivos para una variación en la relación Yuan - dólar.
El superavit comercial acumulado de China en los primeros
siete meses fue de casi 27 mil millones de dólares, mientras
que las reservas internacionales se mantienen por sobre los
US$ 140 mil millones, en un mercado por otra parte cerrado
a movimientos especulativos, salvo en el ya mencionado mercado
marginal (en todo el sentido de esa calificación). El componente
importado de las exportaciones industriales de China es relativamente
alto -50%-, y los compromisos financieros en moneda extranjera
(dólares, yenes, marcos) de muchas joint ventures exportadoras
también lo son. Estos motivos deberían ser suficientes para
creer - por lo menos hasta 1999 -, en el compromiso expresado
por las máximas autoridades chinas de mantener la paridad.
Las presiones de las todavía estatales grandes corporaciones
de comercio exterior que actúan en el comercio de materias
primas y productos "estratégicos" podrían de todos modos ser
difíciles de resistir ante mayores caídas del yen en el marco
de niveles de actividad relativamente bajos respecto a los
históricos - crecimiento del producto del 7% en la primera
mitad del año, 1% por debajo del objetivo oficial -.
Los temores a una devaluación pasan a ser entonces un factor
desalentador adicional sobre los flujos de inversión en China:
entre otros problemas, dificultan el acceso a capital de trabajo
a menos que se acepte un alto riesgo de cambio. Las estadísticas
chinas muestran que en la primera mitad del año la inversión
extranjera directa cayó el 1,3% respecto al año anterior.
Lo cual nos lleva de regreso a la cuestión acerca de qué puede
pasar con la maquinaria exportadora asiática (y en general
con la cadena de producción) en condiciones de fuertes restricciones
de liquidez y amplia disponibilidad de incertidumbre.
Box. China diversifica sus mercados
y aplica incentivos financieros y fiscales
En julio las exportaciones a todo destino crecieron un 3,6%,
una mejor performance que la de mayo, cuando cayeron el 1,5%
y que la de junio cuando aumentaron el 1,6%. En gran parte
este resultado puede atribuirse a los esfuerzos de diversificación
de mercados, con mayores ventas a los Estados Unidos y Europa,
y también a la América Latina y Africa, que compensaron las
caídas a los mercados asiáticos vecinos. En los primeros siete
meses, las exportaciones a Corea del Sur cayeron el 30%, al
Sudeste de Asia el 14% y a Japón el 4%, pero crecieron el
18% los embarques hacia Estados Unidos, 26% a la Unión Europea
y 39% a Rusia. El sostenimiento de los valores exportados
en un contexto dificultoso también puede ser atribuido a la
expansión en los créditos y reintegros impositivos a los exportadores.
Por tercera vez en el año, China incrementó hace pocas semanas
las concesiones financieras y fiscales dirigidas a doce tipos
de productos, incluyendo maquinaria, electrónicos y otros
de la industria liviana, subiendo sus reintegros del 9% hasta
el 11%. Entre los productos que se benefician con este tratamiento
pueden mencionarse los equipos de telecomunicaciones, generadores,
procesadores de datos, electrodomésticos, maquinaria agrícola,
aeronaves y equipo aeronáutico, automóviles, motocicletas,
bicicletas, artefactos de iluminación, calzado y porcelana.
Box. Evolución de la Industria en Brasil vis a vis Argentina
Uno de los hechos característicos de la industria brasileña
y argentina es que a pesar de la proximidad de ambas naciones
y las fuertes relaciones comerciales que se han desarrollado
en los últimos años, la evolución de los sectores industriales
de ambos países no está sincronizada en los períodos de retroceso,
lo que muestra una conducta contracíclica de carácter conveniente
a los fines de contrarrestar las fluctuaciones en el nivel
de actividad. Desde 1980 hasta la actualidad, Brasil registró
6 períodos con caídas en la producción industrial, mientras
que en el mismo lapso Argentina tuvo 7 retrocesos. Dos de
las caídas en Brasil suceden en los 90´, mientras que en Argentina,
todas con la excepción del tequila en 1995, suceden en la
década de los 80´. Pero el hecho significativo es que sólo
en dos años -1981 y 1990-, ambos países registraron en forma
simultánea una disminución en la producción manufacturera
(13). La evolución de la industria en Brasil tiene un comportamiento
más estable que el de Argentina, especialmente por efecto
de los años anteriores a 1990. El coeficiente de variación
-cociente entre desviación estándar y promedio que refleja
la inestabilidad de la serie- de las de tasas de crecimiento
de la actividad industrial desde 1980 hasta la fecha, alcanza
en Argentina valores que triplican a los alcanzados por la
industria Brasileña. El crecimiento acumulado de la industria,
se caracteriza por mostrar en la década de los 80´ un período
de relativo estancamiento en Brasil (con un crecimiento del
0.7% anual), y de retroceso en Argentina (-2.2% anual), en
especial comparando la dinámica que registraron ambas naciones
en décadas anteriores. Sin embargo, un hecho distintivo, es
que en ningún período de la década, la industria argentina
superó el nivel de producción industrial de 1980, mientras
que en Brasil, en varios años de la década, la industria alcanzó
niveles de producción que superaron en más de un 20% el nivel
de producción del año 1980. Este hecho, que no se observa
en las comparación punta a punta (1980-90), implica grandes
diferencias sobre la capacidad productiva de la industria,
ya que si bien el resultado de la década es de relativo estancamiento,
en Brasil resultó necesario desarrollar inversiones capaces
de sostener niveles de producción superiores a la base de
1980, mientras que por el contrario, el estancamiento de la
industria Argentina no requirió de inversiones que ampliaran
la capacidad productiva en ningún período de la década.
Brecha productiva
Tomando como punto de inicio para la comparación al año 1980,
al finalizar la década la brecha de la producción entre las
industrias de Argentina y Brasil se amplió en un 25%, y disminuyó
en los primeros años de los 90´, gracias al fuerte crecimiento
que en Argentina se prolongó hasta 1994 y a los retrocesos
en la producción industrial brasileña de los años 90, 91 y
92. La fuerte recuperación de la industria brasileña desde
1993 volvió a ampliarla, especialmente por el retroceso que
implicó la crisis del tequila en Argentina que no tuvo efectos
considerables sobre la industria en Brasil. De acuerdo a las
previsiones de crecimiento industrial de 1998, que se encuentran
en torno al 6.5% para Argentina e inferiores al 1% para Brasil,
la brecha para este año se encontrará en torno al 16%.
Productividad Industrial
En el último lustro de los 80´, Brasil tuvo un retroceso del
2.2% anual en la productividad industrial, debido al crecimiento
del empleo, ya que la producción industrial permaneció estancada.
En el mismo período Argentina tuvo ganancias de productividad,
impulsadas exclusivamente por la disminución en el empleo,
ya que la producción industrial retrocedió
a un ritmo del 0.6% anual.
Variación
en los flujos de exportación e importación - primer semestre
1998/1997 |
|
Variación exportaciones
|
Variación importaciones
|
Corea
|
0,7
|
- 36,9
|
Malasia
|
-9,0
|
-24.9
|
Taiwan*
|
-8,5
|
-6,4
|
Hong Kong (totales)
|
-2,1
|
-5.6
|
Filipinas
|
20,6
|
-8,1
|
Indonesia**
|
-5,5
|
-38,0
|
Tailandia
|
-4,0
|
-38,2
|
China*
|
7,0
|
0,8
|
En lo transcurrido de la década actual, las ganancias de productividad
son similares en ambos países, en torno al 7% anual, pero
en este caso, el crecimiento anual de la producción contribuye
más en la explicación del crecimiento de la productividad
en Argentina que en Brasil, ya que la tasa de disminución
en el empleo es menor, a la vez que el crecimiento en la producción
es mayor.
Notas
1 Los datos por
producto corresponden al primer cuatrimestre del año.
2 Para un análisis detallado del desarrollo del sector
aceitero ver La industria aceitera argentina: características
de un sector dinámico, en CEP: Notas de la economía real,
Nro. 6, Abril de 1998.
3 En principio el mercado accionario esperaba el discurso
de Greenspan pintara un panorama de tasas neutrales o en baja
para el corto plazo.
4 Excluyendo a Australia e incluyendo a Japón.
5 A comienzos de año las previsiones indicaban un crecimiento
de 15.1%, a comienzos de agosto del 10% y en los días subsiguientes
pasaron al 6.9%.
6 En el primer trimestre del año el ahorro personal
representaba 1.2% del ingreso disponible. En el segundo trimestre
esa cifra se redujo a la mitad, 0.6%. Para tener una idea
aproximada del descenso, téngase en cuenta que en el período
1950-1989 la proporción del ingreso disponible que se destinaba
al ahorro personal promedió el 7%.
7 El Indice de Indicadores Avanzados de la economía
volvió a registrar en junio una nueva baja del 0.2% (-0.1%
en mayo) aunque bien puede atribuirse a la huelga en General
Motors que incidió sobre las solicitudes de seguro de desempleo.
A pesar de ello, el Indice de Indicadores Coincidentes que
mide la situación actual de la economía se elevó sólo 0.1%
en junio en tanto que el de mayo fue corregido a la baja de
0.3% a 0.2%. El desempleo por su parte se mantuvo en julio
en 4.5%. Durante julio la economía generó 66000 puestos de
trabajo contra los 196000 de junio.
8 Las medidas pretendían incrementar los ingresos
fiscales en Rbs. 102000 millones (casi US$ 16400 millones
en ese momento) pero tras los recortes efectuados por la Cámara
Baja del Parlamento y en el mejor de los casos sólo se lograba
una mejora de Rbs. 28000 millones. También se rechazó la creación
de nuevos gravámenes a la tierra, a las ventas y a las ganancias.
Sólo se aprobó una nueva codificación del sistema impositivo
que en el futuro debería mejorar la recaudación.
9 Mediante el canje de GKO (títulos de corto plazo
en moneda doméstica) por eurobonos en dólares a 7 y 20 años
de plazo.
10 Teóricamente el valor del dólar de aquí a fin de
año debería ubicarse, como paso previo a la libre flotación
en 1999, entre Rbs. 6,5 y Rbs. 9 de aquí a fin de año.
11 Si bien el mercado bursátil ruso experimentó una
baja de casi 5%, las acciones de las empresas de gas y petróleo,
aquéllas que exportan, salieron beneficiadas.
12 Del EC Economic Data Book, No. 3-4/1998, European
Commission.
13 El coeficiente de correlación de las series de
crecimiento industrial de Brasil y Argentina es baja y positiva
- +0.24 para un rango que varía entre -1 y 1-.
arriba / top
|