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Síntesis de la Economía Real.
Síntesis Internacional -
Julio 1998

Introducción
Las cuestiones dominantes en el escenario económico internacional de mediados de 1998 pueden sintetizarse en:
· La profundización de la crisis de Asia, con los interrogantes abiertos por los cambios políticos en Japón, el futuro del yen y sus repercusiones en las economías vecinas, sobre todo China,
· Las tendencias deflacionarias que afectan diversos mercados, especialmente, pero no solamente a los de materias primas,
· La incertidumbre acerca del desarrollo de la situación en Rusia,
· El horizonte del ciclo expansivo en los Estados Unidos y Europa, y el grado de capacidad de esas economías - especialmente la primera - para mantener su capacidad de actuar como "buffer" global de las tendencias en contrario provenientes de Asia.

Estados Unidos
La cifra de crecimiento anualizado del PBI estadounidense para el primer trimestre del año fue nuevamente corregida, alcanzando un sorpresivo 5.4% frente al 4.8% provisorio anterior y luego
de haber registrado un incremento del 3.8% para todo 1997. Las fuerzas que subyacen detrás
de éste, más que firme, comportamiento fueron los gastos en consumo personal, la inversión en equipo durable, las construcciones residenciales y la inversión en inventarios. Compensando,
sólo en parte, su empuje, se verificó un aumento de las importaciones, una disminución de las exportaciones y una reducción en los gastos del gobierno federal.


Quien considerara aisladamente este escenario, vería como inminente un aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. No obstante, en su reunión de comienzos de julio, el organismo monetario resolvió no modificar la tasa de los Fed Funds. ¿Motivos para no hacerlo?. Muy variados y poderosos. En primer lugar, el arrastre del último trimestre de 1997 y las benignas condiciones climáticas beneficiaron indudablemente las perspectivas de crecimiento del primer trimestre. En segundo término, la crisis asiática no impactó todo lo fuertemente que se esperaba. Lo cual, no significa que ello no vaya a acontecer. En efecto, las cifras de los últimos meses muestran un creciente desequilibrio comercial con los países de la región. Entre abril de 1997 y abril de 1998 el déficit aumentó en US$ 3656 millones (1). Mientras que en el caso de Japón el resultado negativo del intercambio comercial se amplió de US$ 4955 millones a US$ 5412 millones (US$ 457 millones), con Corea la reversión es mucho más dramática: de un superávit de US$ 544 millones en abril del 97 se pasó a un déficit de US$ 519 millones en sólo un año. Algunos exportadores de productos manufacturados ya han podido constatar una sensible disminución de nuevas órdenes.

Los motivos restantes abandonan el plano de lo meramente potencial. Si se analiza la evolución de los inventarios del sector negocios, se aprecia que en 1995 y 1996 su variación fue negativa, 33.3% y 2.3% respectivamente. No obstante, durante 1997 se observó un crecimiento del 40.7%. En el último trimestre de dicho año, la acumulación de stocks registró un aumento anualizado del 55.7%, en el primero de 1998 de 42.8%. Este ritmo no sólo es elevado: para la mayoría de los analistas es insostenible. En línea con este comportamiento, los beneficios de las corporaciones antes de impuestos han retrocedido en los últimos dos trimestres: luego de haber experimentado un aumento en el tercer trimestre de 1997 del 4.7%, retrocedieron en el cuarto 2.1% y nuevamente en el primero de este año 1.8%. El Indice de Indicadores Avanzados parece haberse estancado en el nivel de 105.2 entre marzo y mayo (esta última cifra es preliminar) lo que parecería confirmar una desaceleración del crecimiento hacia fin de año. El empleo en el sector no agropecuario, más precisamente en el sector productor de bienes ha retrocedido por segundo mes consecutivo (pasó de 25339 miles de trabajadores en abril, a 25301 miles de trabajadores en mayo y a 25291 miles de trabajadores en junio). Por último, si bien la tasa de desempleo de mayo fue revisada a la baja, 4.2%, la cifra de junio muestra un aumento a 4.7%.

Resta ahora analizar lo que ocurre con la curva de rendimientos. Si bien la volatilidad de los mercados internacionales ha propiciado un "flight to quality", dando origen a un considerable achatamiento de la "yield curve", dicho fenómeno no hubiera sido posible si los propios estadounidenses hubieran abandonado los USTB ante expectativas de mayor inflación. Sin embargo, el diferencial entre el rendimiento del USTB a 30 años y la tasa de Fondos Federales demuestra que, por el contrario, las expectativas de inflación son inexistentes (2). Desde una diferencia máxima de 450 puntos básicos registrados en la segunda mitad de 1992, la brecha se ha tornado mínima. Considerando los promedios mensuales, alcanza en junio sólo a 10 puntos básicos. En este sentido, las evidencias avalan la opinión de aquellos para quienes no habría que descartar una reducción de las tasas de interés nominales en el mediano plazo. Desde la óptica internacional (3), ello representaría un fuerte alivio para las economías del sudeste asiático, posibilitaría una disminución del desequilibrio comercial vía corrección del dólar y contribuiría a corregir el significativo diferencial existente para las colocaciones en esta moneda frente al marco pero muy especialmente, frente al yen. Desde la óptica local también reportaría sus beneficios: no sólo aliviaría la carga de los servicios de la deuda sino que también brindaría mejores condiciones de financiamiento en el mercado internacional y, eventualmente, una mayor afluencia de capitales hacia los mercados emergentes.

Europa
La conformación del grupo de once economías europeas (UE-11) que integrarán a partir de enero próximo la unión monetaria, mes a partir del cual el Banco Central Europeo, (ECB), comenzará a fijar las tasas de interés, hace conveniente enfocar la evolución de la economía europea desde un punto de vista regional. No obstante, determinados aspectos como la política fiscal, que seguirá siendo por el momento terreno propio de los estados soberanos, comenzarán a tener una mayor gravitación. Deberá ser consistente con el marco de la política monetaria y también cumplir el rol de herramienta anticíclica.


Desde el primer punto de vista, la economía de la UE-11 luego de registrar tasas de crecimiento interanuales de 1.6% y 2.5% en 1996 y 1997 respectivamente, alcanzó una de 3.2%, anualizada, durante el primer trimestre de 1998. Asimismo, no se perciben presiones inflacionarias que pongan en peligro la aceleración de la tasa de crecimiento. En efecto, mientras que en los años citados el incremento de precios sufrió variaciones anuales estimadas en 2.2% y 1.6%, para los primeros tres meses del año, los incrementos anuales se ubicaron entre 1.1% y 1.2% (4). Por su parte, la producción industrial, ajustada por días laborables, había crecido 6.5% en marzo contra marzo de 1997 (5). Dicho comportamiento se evidenció con mayor intensidad en Alemania, con un crecimiento en marzo de 1998 contra marzo de 1997 de 10.8%, Francia con 6.2%, España con 5.8% e Italia con 0.9%. ¿Hasta que punto ello se evidenció en menores tasas de desempleo?. El impacto fue leve si se considera que en 1997 la tasa de desempleo de la UE-11 se ubicó en 11.7% de la fuerza laboral y en mayo de este año dicha cifra se encontraba en 11.2% (en marzo y abril fue de 11.3%) (6). Sin reformas estructurales y pese al crecimiento, difícilmente la recuperación europea se traduzca en una marcada caída del desempleo. El ECB estableció para los bancos de los países que integrarán la Unión Monetaria requisitos mínimos de reserva, los cuales serán remunerados por la tasa de pases contra títulos. Aún cuando algunas instituciones argumentan que dicha remuneración no es suficiente para compensar la pérdida de competitividad ocasionada por el mantenimiento de dichas reservas, lo cierto es que los bancos centrales de Alemania, Francia e Italia utilizan el sistema. Se estima que el encaje fraccionario se ubicará entre 1.5% y 2% de los pasivos de las instituciones.

En lo que respecta al frente fiscal, en los distintos países integrantes del sistema ya han comenzado las tensiones internas y como suele ocurrir en estos casos, por el lado de los ingresos fiscales. Mientras que en España una propuesta del gobierno para reducir las tasas impositivas se encuentra bajo fuertes críticas debido a que sólo afectaría muy levemente a los sectores de ingresos medios, en Francia el gobierno de Jospin soporta una fuerte presión para aumentar los gravámenes a la población de mayor poder adquisitvo. En Italia, un crecimiento menor al esperado podría llegar a comprometer el cumplimiento de las metas fiscales. Dentro del seno de la UE, se encuentra latente una disputa mayor: la posible prolongación de la UE hacia los países del este haría peligrar los subsidios que reciben los países mediterráneos (España, Italia, Grecia) ante la resistencia de los países poderosos (léase Alemania), a destinar mayores fondos hacia el presupuesto comunitario. Como se aprecia, un tema que podría llegar a tener profunda repercusión para los países exportadores de productos agropecuarios en el largo plazo.

Rusia

La crisis en Rusia no sólo agrega una cuota de mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales. También, en forma indirecta afecta al marco alemán y por consiguiente al euro (7). Desde mediados de mayo hasta el presente el euro ha perdido terreno frente a la moneda estadounidense: de US$ 1.13 a pasado a cotizar en los primeros diez días de julio a US$ 1.09. Un recrudecimiento de la crisis rusa bien podría dar lugar al nacimiento de un euro no tan fuerte como el que hubiera sido deseable. Hasta el 13 de julio, el escenario en Rusia presentaba un elevado grado de incertidumbre. Las dos principales firmas extranjeras interesadas en la privatización de la petrolera rusa retiraron sus ofertas. El esquema de salvataje de un importante banco comercial fracasó. A todo ello se sumaba una creciente ola de reclamos políticos y económicos que acentuaban la volatilidad de los mercados financieros (8).

El anuncio de un préstamo en la fecha indicada pareció infundir cierto optimismo. La cifra involucrada asciende a US$ 22600 millones otorgados por el FMI, el Banco Mundial y el gobierno de Japón. Será desembolsado en el curso del presente año y el próximo. El tramo correspondiente a 1998 será de US$ 14600 millones (FMI US$ 12500 millones, Banco Mundial US$ 1700 millones y Japón US$ 600 millones). De producirse avances en materia de reducción del desequilibrio fiscal (9) y reformas estructurales, en 1999 se liberarán los US$ 7800 millones restantes (FMI 2600 millones, Banco Mundial US$ 4300 millones y Japón US$ 900 millones) (10). Aun cuando se realiza en dos tramos, el monto total involucrado es superior a lo incialmente solicitado por las autoridades rusas (US$ 10000 a US$ 14000 millones). Si a ello se suman los malos antecedentes de la administración en materia de ajustes, puede inferirse con facilidad la importancia, más allá de lo económico, que asigna Occidente al restablecimiento de la estabilidad (11).

Asia

En el este de Asia, a medida que pasan los meses, el horizonte de salida de la crisis parece alejarse. También se incrementa la desorientación acerca de las estrategias aplicadas. En un principio pudo pensarse que en las economías bajo acuerdos de ayuda del Fondo Monetario Internacional se lograría restablecer el equilibrio a través de:
· Una recuperación en la performance exportadora como producto de fuertes - y en general excesivas, devaluaciones, y al
· Retorno del flujo de capitales como respuesta al establecimiento de condiciones macroeconómicas más firmes y a la caída en el valor de los activos que los hiciera más atractivos La reestructuración exitosa de la deuda de corto plazo en Corea, pareció a principios de este año apuntar en este sentido.


La tendencia desde entonces ha sido a mejorar los resultados de las cuentas corrientes, pero ello se ha producido más por fenomenales caídas en las importaciones que por incrementos en los embarques. En el caso de Corea, por ejemplo las importaciones en mayo cayeron un 38% respecto del mismo mes del año anterior - y venían disminuyendo a un ritmo similar desde principios de año. Las exportaciones en tanto, crecieron a un promedio del 6%. Pero los embarques han sido básicamente alimentados por reducción de inventarios, exportados a precios decrecientes. Tampoco se ha registrado una reversión positiva en los flujos de inversión extranjera: el retiro de importantes flujos de capital japonés de la región (12) - a fines de 1997 los bancos japoneses tenían allí US$ 250 mil millones en créditos abiertos que no se han venido renovando -, no ha sido compensado por ingresos desde otros orígenes, pese a lo supuestamente atractivo que serían hoy los valores de activos financieros y reales. En los hechos la inversión externa planeada sigue cayendo respecto a 1997.


La situación pareciera conducir a un segundo escenario, donde los gobiernos - más preocupados por la caída en los niveles de actividad, debido entre otros factores a la necesidad de mantener altas tasas de interés para defender el valor de las monedas locales - decidan dar prioridad a la supervivencia de las firmas amenazadas por la caída en la actividad y el costo del crédito. Caídas adicionales en el valor del yen japonés actuarían como un estímulo adicional a la posibilidad de una nueva ronda de devaluaciones. De allí la preocupación manifestada por las autoridades económicas chinas a los más altos niveles del gobierno de los Estados Unidos para la defensa del valor de la moneda japonesa y a las presiones in crescendo, sobre el gobierno japonés para que lidere una transformación consumer oriented de la economía japonesa. En China, la situación en el sector externo, no es preocupante pese a la moderación en el ritmo de crecimiento de las exportaciones que ha sido de poco más del 7% en el primer semestre (contra el 20% en 1997). Las presiones sobre el reminbi yuan están más vinculadas a los niveles de actividad, sobre todo por parte de las grandes empresas con capacidad de hacer llegar sus preocupaciones a los niveles políticos más altos. Algunas de esas empresas, todavía de propiedad estatal, están acumulando inventarios, y no generan ventas, justo en el momento en que se producen reformas en la gestión y la propiedad y en que el sistema bancario - totalmente oficial- está aplicando criterios más "comerciales" para el otorgamiento de créditos. Las declaraciones terminantes de principios de año "no devaluaremos" se han vuelto más matizadas, con el agregado de un "siempre y cuando..." que tiene que mucho tiene que ver con la evolución de la situación de Japón y el yen.

La derrota del LDP, el partido gobernante en Japón en las elecciones del 12 de julio debería renovar la tendencia declinante del yen, que podría alcanzar con cierta rapidez el nivel de Y 150 por dólar. Pero al mismo tiempo, la reestructuración de la coalición gobernante podría mejorar las posibilidades de un avance en las reformas financieras menos sometido a la presión de grupos conectados con el poder.

Qué significa este escenario para las economías del MERCOSUR?

· Desde el punto de vista de los flujos comerciales, las devaluaciones ocurridas en la región desde el año pasado, no pueden ser todavía vinculadas claramente con un incremento en las compras argentinas desde ese origen, que venía ocurriendo ya desde principios de 1997. En realidad el mayor crecimiento en las importaciones se ha venido registrando con Japón (86% durante los primeros 5 meses del año), como consecuencia de mayores adquisiciones de bienes de capital y equipos de transporte.

· Frente a la temida invasión de bienes de consumo asiáticos, debe tenerse en cuenta que ellos representan poco menos de un cuarto de las importaciones argentinas de ese origen y un quinto de las importaciones de ese tipo de todo origen en los primeros 5 meses del año. Mientras tanto las importaciones brasileñas de origen asiático han caído: en el primer cuatrimestre el descenso fue del 15,6%. En ellas resulta especialmente notable el decremento en las importaciones desde las economías del Sudeste de Asia y Corea, más afectadas por devaluaciones: la caída en las compras desde esos cinco países alcanzó el 25% (el 32% de caída en el caso de Corea).

· La consecuencia inmediata más visible de la crisis ha sido la caída en las exportaciones al área -de alrededor del 10% en el caso argentino (13), del 18% en Brasil y del 25% en Chile en los primeros cuatro meses del año, caídas que se agregan a las de los últimos meses de 1997. El impacto pleno sin embargo podría hacerse sentir en esta segunda mitad de 1998 cuando se refleje la demora entre ordenes y embarques y el hecho de que parte importante del comercio de commodities de nuestra región opera bajo acuerdos contractuales de mediano y largo plazo.

· Respecto a los flujos de inversión directa, más allá de lo que pueda ocurrir en sectores específicos - el caso de la minería, afectada por una caída en la rentabilidad esperada a mediano plazo - no pueden descartarse efectos desvío de inversiones de origen asiático - básicamente de chinos de ultramar, Hong Kong, Singapur y Australia hacia nuestra región, atraídas por condiciones aparentemente más estables en el corto plazo.


Situación de Australia y Nueva Zelanda frente a la crisis asiática, julio 1998.
Al terminar el 30 de junio el año fiscal 97/98 Australia ha revisado las cifras de su crecimiento.
A partir de la crisis asiática hay dudas en el sector privado sobre la posibilidad de alcanzar la estimación oficial de 3% de crecimiento para el período en cuestión, a la vez que se preve un déficit en cuenta corriente de 6,5% del PBI para fines del año calendario 1998 -5,25% es la estimación oficial- con componentes de baja del dólar australiano y de caída en las exportaciones.

El dólar australiano ha seguido desde el comienzo de la crisis una evolución casi paralela de desvalorización a la del yen japonés. Los destinos de las exportaciones de Australia cuyos valores de compra han aumentado, en términos de A$, corresponden a quienes han mantenido sus tipos de cambio relativamente estables, como Singapur, Taiwán y los Estados Unidos. Las exportaciones totales de Australia crecieron el 7,1 % en abril, cayeron el 1,2 % en mayo y se espera en junio una leve caída, concentrada en el sector de commodities. Las exportaciones de commodities para el año fiscal 98/99 se espera que disminuyan el 1,2%, alcanzando un valor total de 40 mil millones de US$- vs. el aumento del 7,2 % en el año fiscal 97/98. Será la primera vez que se produce una caída del sector desde 1980.

Las exportaciones de commodities representan casi dos tercios del total de exportaciones de Australia, y dicho total es a la vez el 22 % del GDP. El comportamiento dinámico se está dando en el aumento de las exportaciones de manufacturas cuya composición es cada vez mas diversificada. Los problemas relacionados con la crisis de Asia no sólo se centran en la caída en las ventas de commodities sino que recientemente se han intensificado las ventas de inversiones japonesas en los mercados de capitales australianos. Nueva Zelandia depende de Australia como destino de casi el 50% de sus exportaciones, y del Asia del Pacífico, que recibe cerca del 37% de sus ventas. Como consecuencia de la difícil situación en ambos mercados, la economía de NZ se contrajo el 0,9 % en el primer trimestre de 1998. La fuerte devaluación del dólar de Nueva Zelanda según informes del Reserve Bank y del Treasury ha fortalecido la competitividad de los exportadores de NZ. Sin embargo, el tradicional superávit comercial de NZ está disminuyendo, pasando de NZ$ 401 millones en el primer trimestre de 1997 a NZ$ 137 millones para el mismo periodo de 1998 y el Gobierno ha anunciado un recorte de cerca del 20% en el paquete de gasto originariamente presupuestado para enfrentar la crisis con medidas para reducir los costos a los empresarios y de ayuda a los exportadores.

Brasil
El hecho destacado durante el mes de junio es que tras registrar durante 26 meses consecutivos un saldo de la balanza comercial negativo, se alcanzó un superávit comercial de 12 millones de dólares. La tendencia positiva del balance comercial parece confirmarse con el superávit de 153 millones de dólares alcanzado en la primera quincena del mes de julio. Estos resultados alientan las expectativas que sitúan el déficit comercial de 1998 en torno a los 4.500/5.000 millones de dólares, sustancialmente menor a los U$S 8.400 millones registrados durante 1997.

La actividad industrial durante el mes de mayo registró un crecimiento de 0.7% con respecto a mayo del año anterior. La variación acumulada en los primeros cinco meses con respecto a igual período del año anterior alcanzó la misma tasa de crecimiento (FIESP), significativamente menor al crecimiento del 6% registrado para el mismo período de 1997. A pesar de la desaceleración en la producción industrial, las ventas de productos industriales están creciendo a una tasa 5 veces mayor que la producción, lo que podría sugerir que se está atravesando por una etapa de desacumulación de stocks que generará incentivos para expandir a tasas mayores la producción industrial en lo que resta del año. Existe cierto consenso entre los analistas en esperar mayores tasas de crecimiento durante el 3er y 4to trimestre del año.

El comportamiento de los precios internos en mayo continuó amesetado aunque en niveles superiores a los esperados como consecuencia de factores climáticos sobre la cosecha de arroz y otros productos alimenticios que implicaron por sí solos un aumento de 0.55 puntos porcentuales sobre el IPC (FIPE) que registró un aumento en el mes del 0.52%, mientras que la inflación acumulada para los últimos 12 meses alcanzó el 3.1%. En ausencia de estos aumentos atípicos, la tasa de inflación del mes podría haber sido negativa o cercana a cero.

Actualmente, el control de las tasas de interés es la variable de política económica más importante a los fines de sostener el objetivo de estabilización. El diferencial de tasas de interés internas y externas sirve como atractivo para captar capitales para financiar el déficit fiscal y el déficit de cuenta corriente, a la vez que controla el exceso de demanda agregada disminuyendo las presiones inflacionarias en la economía. Simultáneamente la tasa de interés ha sido utilizada para frenar los ataques especulativos a la moneda a raíz de la crisis asiática y rusa. Una misma variable sirviendo a tantos objetivos pone límites a la capacidad de modificarla sin alterar significativamente el equilibrio fiscal y externo, especialmente con respecto a la captación de capitales extranjeros. Las recientes disminuciones en las tasas de interés (TBC y TBAN, que en junio se encuentran en torno al 21% y 28%, alcanzaron un pico de 41% y 45% en diciembre de 1997) fueron interpretadas como excesivas por muchos analistas, aunque sirven a los fines de reactivar la economía y mejorar el comportamiento de las tasas de desempleo.

En el marco de un año electoral, las finanzas públicas en todos los niveles de gobierno están empeorando. Las reformas fiscales pendientes, especialmente en relación a la reforma administrativa de los estados y la reforma previsional, que podrían tener efectos significativos sobre las cuentas públicas, se encuentran demoradas en el plano legislativo. Las estimaciones revisadas sobre el déficit fiscal consolidado prevén para 1998 un aumento del mismo desde 6.1% al 6.5% del PBI.

Notas
1 El déficit global de la balanza de mercaderías y servicios aumentó de US$ 8954 millones a US$ 14458 millones entre abril de 1997 y abril de 1998. Estos US$ 5504 adicionales se explican por un aumento del déficit de la balanza de bienes, US$ 4972 millones (pasó de US$ 16505 millones a US$ 21477 millones) y a una disminución del superávit de la balanza de servicios en US$ 533 millones (de US$ 7572 millones a US$ 7019 millones).
2 Al respecto los índices de precios siguen sin mostrar la más mínima evidencia de inflación. El CPI registró en mayo una variación de 0.3% lo que implica una variación contra igual mes del año 1997 de 1.7%. El PPI de junio sufrió una deflación de 0.1%.
3 Se sostiene que unos de los motivos para no modificar las tasas de interés que posee la Reserva Federal estaría dado por los traumáticos efectos que ello tendría sobre los mercados financieros internacionales y muy especialmente sobre los países que han atravesado recientemente o se encuentran atravesando situaciones críticas.
4 Tal como ocurriera en el caso estadounidense, se sospecha que los índices de precios utilizados en el caso europeo sobrestiman la verdadera tasa de inflación.
5 Si se considera la UE-15 (UE-11 más Grecia, Dinamarca, Suecia y el Reino Unido), la tasa de crecimiento de la producción industrial fue de 5.8% en igual período.
6 En este sentido, no se perciben modificaciones sustanciales en el corto plazo. Y ello se debe a que las tasas de desempleo estructural en los principales países, Alemania y Francia, son sumamente elevadas. Entre 1990 y 1997 la tasa de desempleo estructural se incrementó de 6.9% a 9.6% en Alemania y de 9.3% a 10.2% en Francia.
7 Esta afirmación se encuentra basada en la evolución de un Euro "sintético" elaborado en base a las ponderaciones obtenidas a partir de la participación del PBI de los respectivos países en el PBI total de la UE-11.
8 El rendimiento del bono del Tesoro ruso a 45 días de plazo trepó por encima del 100%. Asimismo, desde que comenzó el año la bolsa registraba una caída del 70% en tanto que se estimaba que la fuga de capitales en lo que va del año ascendió a US$ 20000 millones.
9 En 1997 el déficit presupuestario fue de 6.7% del PBI. Para 1998 deberá ser reducido a 5.8% y a 2.8% en 1999. Las medidas destinadas a reducir el desequilibrio se encuentran sujetas a la aprobación de la Duma, la Cámara Baja del Parlamento dominada por los comunistas. También se intentará modificar la estructura de la deuda de corto plazo que asciende a US$ 45000 millones.
El objetivo es cambiar su denominación a dólares estadounidenses y estirar el plazo de vencimiento.
10
El lunes 20 de julio el Directorio del FMI se reuniría para aprobar el primer tramo por US$ 5600 millones. En realidad, los fondos provienen de una línea de crédito del G-10 muy escasamente utilizada, denominada General Agreement to Borrow (GAB).
11 Se rumorea, que más allá del crédito mencionado, el gobierno ruso estaría en contacto con bancos occidentales para conseguir US$ 10000 millones adicionales.
12 El sistema bancario japonés está disminuyendo en general su exposición externa, al mismo tiempo que los residentes japoneses, abandonan posiciones en los mercados de valores como parte de un pesimismo generalizado. A su vez este proceso deteriora la posición internacional del yen, ya que los inversores extranjeros se alejan de los activos denominados en yenes, lo cual a su vez hace caer sus precios. Como muchos de esos activos son a su vez colaterales de préstamos, esto renueva la presión sobre un sistema financiero ya muy deteriorado.
13 Cifras muy provisorias; no incluyen ni Hong Kong ni Taiwan.


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