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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Marzo
1998
Estados
Unidos
Hasta el momento, la crisis del Sudeste Asiático no tuvo,
más allá de las expectativas, la incidencia que se esperaba
sobre la economía estadounidense que continúa mostrando una
evolución caracterizada por un renovado vigor. Si bien la
tasa de crecimiento del último trimestre de 1997 fue corregida
a la baja, del 3.9% al 3.7%, en 1997 se verificó el crecimiento
más elevado de los últimos 9 años, 3.8%. Durante febrero se
generaron 310.000 nuevos puestos de trabajo en el sector manufacturero,
el cuarto aumento en forma consecutiva por encima de los 300.000
puestos. La construcción de viviendas, registró un crecimiento
del 6% en febrero, el aumento más significativo desde noviembre
de 1987. Se presume además que esta tendencia podría prolongarse
dado que los permisos para construcción también crecieron
en forma similar. El ingreso disponible registró un salto
con un aumento del 0.8% en enero, determinando para el mismo
mes que el gasto de los consumidores creciera un 0.4% y que
el ahorro privado se ubicara en US$ 258.000 millones por encima
de los US$ 232.000 de diciembre. En síntesis, el desempleo
se encuentra en el valor mínimo de los últimos 24 años (4.6%
en febrero y 4.7% en marzo); la inflación en el punto más
bajo de los últimos 30 años ( el Consumer Price Index no sufrió
variación alguna en enero y aumentó sólo 0.1% en febrero en
tanto que el Producer Price Index retrocedió 0.7% en enero,
0.1% en febrero 0.1% y 0.3 en marzo) mientras que el mercado
accionario generó más riqueza en los últimos 3 años que en
los 30 años precedentes. Con este panorama, ¿existen motivos
para preocuparse?. Sí y los meses venideros serán cruciales.
Si la economía no desacelera su ritmo de expansión y pronto,
el FED que hasta el momento mostró una actitud cautelosa,
podría llegar a actuar tarde.
No obstante, algunos elementos permitirían anticipar que la
actitud del organismo monetario se encuentra justificada.
La producción industrial, según la Reserva Federal, no mostró
modificaciones en febrero, el primer mes que no aumentó desde
noviembre de 1996, y el Indice de Confianza de los Consumidores
retrocedió en marzo desde el pico de los últimos 29 años verificado
en febrero, es decir de 137.4 a 134.3. Este indicador es sumamente
importante para tratar de inferir el gasto de los consumidores
que representa en la economía cerca de 2/3 del gasto total.
Unión Europea
La Comisión Europea finalmente determinó que la Unión Monetaria
Europea tenga en su inicio 11 países miembros, a saber: Alemania,
Francia, Irlanda, Bélgica, Luxemburgo, Austria, Finlandia,
Holanda, Italia, España y Portugal. Sin embargo y pese a que
el Presidente del Instituto Monetario Europeo (EMI), Wim Duisemberg
lo negara explícitamente, el informe del futuro banco central
Europeo puntualiza algunos elementos que podrían llegar a
poner en dificultades a la integración monetaria en el futuro.
En efecto, si bien reconoce, que la convergencia se ha producido
a un ritmo mayor que el esperado, destaca que muchas de las
medidas implementadas para lograrlo fueron de carácter transitorio
por lo que un mayor esfuerzo será requerido en materia de
reformas estructurales para darle un carácter sostenible a
las variables. Al respecto, el EMI, puntualiza tres frentes
en los que deberán consolidarse avances significativos de
corte estructural: reforma laboral a fin de reducir las elevadas
tasas de desempleo que afectan a los países del Viejo Continente,
reforma previsional a fin de poder afrontar los problemas
derivados de una población que se encuentra envejeciendo a
un ritmo mayor al que el sistema puede soportar y una considerable
reducción del gasto público a fin de llevar la relación déficit/PBI
a niveles manejables en algunos casos y/o disminuir la abultada
relación deuda/PBI en otros.
Estas recomendaciones abarcan a todo el espectro de países
integrantes, no sólo a los denominados periféricos (Italia,
España, Portugal). Alemania, por ejemplo, si se hubiera aceptado
su propuesta de ceñirse estrictamente a las condiciones impuestas
en el Tratado de Maastricht, hubiera sido víctima de su propia
iniciativa dado que la relación deuda pública/PBI terminó
ubicándose en 61.3% en 1997. Pese a que los pronósticos para
este año son favorables en términos de crecimiento (frente
a uno de 2.2% en 1997 se espera para 1998 un aumento del PBI
real ubicado entre 2.5% y 3%), de exportación (se proyecta
un aumento del 7.5%) y de la generación de puestos de trabajo
(se crearían cerca de 200.000 nuevos puestos como consecuencia
de un fuerte aumento de la inversión), la relación deuda PBI
sólo mostraría una mejora marginal al reducirse sólo a 61.2%.
El impacto de la crisis del Sudeste Asiático sobre el crecimiento
parecería haberse sobrestimado en un principio dado que Alemania
direcciona el 56% de sus exportaciones a la Unión Europea.
Para Francia, el panorama en materia e reformas estructurales
pendientes no es muy diferente con el agravante de haber sido
alertada también por el EMI para otorgar a su banco central
una mayor autonomía. Sin embargo, en relación a la creación
de fuentes de trabajo el panorama ha sido alentador para el
año que finalizó. Durante 1997 los puestos de trabajo disponibles
registraron un aumento del 1.2%, ayudados en parte por la
expansión económica verificada en Alemania. De los 154.900
nuevos puestos creados durante 1997, 66.900 fueron generados
durante el último trimestre del año. En lo que respecta a
la controvertida reducción de la semana laboral a sólo 35
horas, el Gobierno rechazó una solicitud de la central de
empleadores destinada a demorar por dos años su entrada en
vigencia. No obstante, parece existir un mayor acercamiento
entre las partes debido a que la administración del Primer
Ministro Jospin ha decidido mantener un diálogo con los empleadores
sobre cuatro aspectos aún no resueltos en el proyecto: la
posibilidad de "anualizar" la reducción de la semana de trabajo
de manera tal que contemple 35 horas semanales trabajadas
en el año; la posición de los trabajadores asalariados cuya
labor se encuentra relacionada a la finalización de un trabajo
en determinado período y no a determinada cantidad de horas
diarias; como estimar las horas extras y por último, el rol
de los trabajadores "part-time".
Si bien en Italia, la relación déficit/PBI se ubicó finalmente
en 2.7%, por debajo del límite del 3% establecido en Maastricht,
ello aún es insuficiente dada la elevada relación deuda/PBI
que se ubica en el entorno del 120% (los otros países con
niveles similares de deuda/PBI son Bélgica y Grecia, aunque
éste último quedó marginado por el momento). No obstante,
el Gobierno prometió que en los próximos tres años la deuda
será reducida a un ritmo del 3% por año de manera tal que
en el 2003 se ubique cercana al 100%. Gran Bretaña, que por
el momento se ha autoexcluído de la Unión Monetaria, ha comenzado
a sufrir las consecuencias de la marcada apreciación de la
libra esterlina. Ello ha determinado una menor tasa de expansión
de las exportaciones. Sin embargo, todavía no está suficientemente
claro si ello ha sido suficiente para frenar a la producción
industrial. Mientras que las cifras oficiales dan sustento
a esta última posibilidad, las privadas indican que el sector
manufacturero continúa en expansión debido fundamentalmente
a la fortaleza de la demanda doméstica. Estas divergencias
superaron el plano de los analistas de la City a punto tal
que en la última reunión del Banco de Inglaterra, la opinión
de los ocho integrantes del Comité de Política Monetaria se
encontraba empatada: 4 abogaban por un aumento de la tasa
de interés y 4 por el mantenimiento en el actual nivel. Finalmente
desempató el Gobernador del banco, optando por el mantenimiento
en el actual nivel del 7.25% anual.
Asia
Las cifras dadas a conocer últimamente sobre la evolución
de la economía japonesa terminaron justificando la avalancha
de críticas que formularon no pocos líderes de Occidente ante
la falta de reacción de las autoridades japonesas para evitar
el peligro de una recesión. En principio, la Agencia de Planeamiento
Económico de Japón (EPA) reconoció que difícilmente se alcance
el más que discreto objetivo de crecimiento del 0.1% para
el año fiscal que finalizó el 31 de marzo. Por otra parte,
variables más coyunturales permiten inferir que la posibilidad
de un escenario recesivo ha comenzado a convertirse en realidad:
la producción industrial cayó 3.3% en febrero respecto a enero,
el desempleo se encuentra en su nivel más elevado al llegar
al 3.6%, las ventas minoristas cayeron en febrero 7.1% en
relación a igual mes del año anterior, los gastos de las familias
muestran un retroceso del 4.5% frente a febrero de 1997, el
crecimiento de las exportaciones se redujo a sólo 2.7% y los
analistas estiman una caída en las ganancias del sector empresario
del 15% para el año fiscal 1997.
Por si ello fuera poco, se atribuye una escasa posibilidad
de que el último paquete fiscal anunciado por las autoridades
tenga éxito en reactivar la economía. En efecto, del total
de Yens 16 trillones que totaliza, o US$ 124.000 millones,
parte es sólo adelanto de gastos ya proyectados, la mayor
parte se dedicará a proyectos de infraestructura (que ya en
el pasado tuvieron poco efecto sobre el nivel de actividad)
y la menor parte provendrá de recortes impositivos. Esta asignación
es contraria a la opinión de la mayoría de los analistas que
prefieren priorizar esta última alternativa. Sin embargo,
el Gobierno se opone a incrementar el déficit fiscal máxime
cuando la brecha entre los potenciales recortes impositivos
y las erogaciones debería ser cubierta con emisión de bonos.
Ello implicaría posponer la reprogramación financiera del
estado, que estipula entre otras cosas que para el año 2003,
el monto del déficit fiscal financiado a través de bonos debería
eliminarse.
Por otra parte, la desregulación del mercado financiero japonés,
si bien en la dirección correcta, todavía deja muchas dudas
en cuanto a la decisión del gobierno de sanear definitivamente
al sistema: durante marzo, el gobierno inyectó Y 1800 billones
en 21 bancos (algunos de los cuales no necesitaban los fondos).
De esta forma, la reforma pierde impulso desde su inicio al
seguir protegiendo de la competencia a aquellos bancos con
serias dificultades originadas en la elevada proporción de
su cartera irregular. Por otra parte y pese a la inyección
de fondos oficiales, la economía se ve enfrentada a un "credit
crunch" debido a la reticencia generalizada de las instituciones
a otorgar préstamos cuando todas las variables indican que
la economía se encuentra inmersa en un claro escenario recesivo.
Cabe esperar que la reunión del G-7 en mayo próximo contribuya
a modificar la óptica de las autoridades, en caso contrario,
el consenso parece indicar que una severa recesión en Japón
podría agudizar los problemas en el Sudeste Asiático. En esta
última región el pico de la crisis parecería haber quedado
atrás. Descartada ahora una devaluación del Yuan, China ha
anunciado que emitirá bonos por Yn 270.000 millones destinados
a recapitalizar los cuatro grandes bancos estatales y evitar
la posibilidad de una crisis financiera. Por otra parte, dada
la posible reducción de las exportaciones es probable que
el gobierno se decida por impulsar un paquete fiscal destinado
a sostener el nivel de actividad de la economía. Pendiente
de aprobación por parte del Congreso del Partido Nacional
se encuentra un programa de infraestructura que ascendería
a US$ 750.000 millones.
Corea del Sur registró superávit comercial en febrero cercano
a US$ 2.000 millones, una considerable mejora si se tiene
en cuenta que durante igual mes del año anterior el resultado
fue de un déficit de US$ 2.200. A pesar de que los desembolsos
del FMI ascienden ya a US$ 21.100 millones (el acuerdo totaliza
US$ 57.000 millones) y la refinanciación de deudas que hubieran
vencido en el primer trimestre por US$ 24.000 millones, la
situación en el sector externo sigue siendo delicada. En el
curso de 1998 se producen vencimientos por US$ 58.800 millones
(cerca de US$ 20.000 millones en el segundo trimestre) de
los cuales el 90% estaría representado por deuda privada.
Con un elevado grado de incertidumbre política, caracterizado
por el séptimo mandato consecutivo de Suharto y tensión social,
Indonesia firmó finalmente en la segunda semana de abril un
severo acuerdo con el FMI que le permite acceder a US$ 40.000
millones. Sin embargo, el panorama despierta numerosos interrogantes.
La independencia del banco Central de Indonesia se vio fuertemente
comprometida en los meses recientes, la inflación sigue una
trayectoria creciente favorecida por la fuerte inyección de
liquidez realizada por la autoridad monetaria, el PBI mostraría
una tasa de variación negativa en 1998 y si bien la idea del
"currency board" ha quedado transitoriamente descartada, en
definitiva el cumplimiento del acuerdo quedará sujeto en última
instancia al grado de compromiso que desee adquirir el titular
del ejecutivo.
Tanto en Tailandia como en Malasia, el denominador común es
una mejora en el balance comercial como consecuencia de una
menor absorción interna. No obstante, en el primero de los
países las reservas externas permanecen estancadas ante la
excesiva cautela de los inversores internacionales. La expansión
monetaria se mantiene relativamente controlada y los bancos
japoneses han decidido refinanciar los préstamos a Tailandia
que vencían en el corto plazo. En Malasia prosigue inyectándose
liquidez a las instituciones financieras en problemas. Dado
lo moderado del crecimiento de los precios, se podría inferir
que en la medida que el índice sea un reflejo adecuado de
la inflación, los precios al consumidor deberían crecer abruptamente
en los próximos meses. Hasta el momento, los analistas siguen
confiando en que malasia conseguirá registrar una tasa de
crecimiento positivo durante el presente año.
Brasil
La actividad industrial -según el índice desestacionalizado
de FIESP- creció 2.3% en febrero respecto del mes anterior
y 1.2% respecto del mismo mes del año anterior. Así, han transcurrido
dos meses consecutivos de crecimiento del nivel de actividad
comparado con el mes anterior y con los mismos meses del año
anterior. Y, del mismo modo, puede decirse que el bimestre
cerró con un nivel de actividad superior al de los primeros
bimestres de 1996 y 1997. Otros indicadores, como el ventas
de la industria de la CNI señala crecimientos modestos en
el primer bimestre respecto del mismo período del año anterior.
En constraste, el IBGE declaró una caída de la actividad industrial
de 2.7% en el primer bimestre respecto del mismo períoodo
del año anterior. También, la recaudación del IPI, muy sensible
al nivel de actividad, cayó ininterrumpidamente en los primeros
tres meses del año. La expectativa generalizada es que habrá
una mayor reactivación pero los pronósticos disienten acerca
de su proximidad. Por su parte, la tasa de desempleo no dejó
de crecer en los últimos meses para alcanzar picos respecto
de lo observado en los últimos años. La medición del SEADE-Diesse
para el desempleo en el Gran San Pablo indicó un desempleo
abierto sobre la PEA de 17.2% luego de tres meses de heberse
estacionado en 16%.
El sector externo ha presentado varios aspectos favorables.
Entre ellos, la recuperación de reservas internacionales registrada
desde fines de enero que condujo a que su nivel actual superase
al observado previamente a la crisis financiera de fines de
octubre-principios de noviembre que, como se sabe, produjo
un drenaje importante. Otro aspecto favorable es el resultado
positivo de la balanza consolidada de operaciones cambiarias
en la partida de operaciones de comercio exterior y, especialmente,
en la partida de operaciones financieras. Los ingresos de
capitales relacionados con IED o ingresos a las bolsas de
valores fueron los flujos de capital recibidos por el país
de mayor dinamismo. Y las cuentas comerciales dan señales
de mejora en la medida que el déficit comercial acumulado
en el primer trimestre es casi mil millones inferior al acumulado
en el mismo período del año anterior. Si se comparan ambos
períodos, las exportaciones crecieron 12% mientras que las
importaciones crecieron 2%, según las últimas cifras revisadas
por el MICT (ver cuadro 13).
Algunos pronósticos privados (p.e. CNI) esperan registros
mensuales superavitarios en el segundo semestre de este año.
Algunas señales podrían alentar la idea de las dificultades
que enfrentan las autoridades para estabilizar la economía.
Pero las mismas señales pueden ser interpretadas como acciones
de políticas orientadas a realizar los ajustes de detalle
(de sintonía fina) a la vez que mejoran las señales de largo
plazo. En ese sentido, deben ser interpretadas algunas modificaciones
recientes en el régimen de ingreso de capitales. Las mismas,
aparentemente, desalientan el ingreso de capitales del exterior,
que ha sido voluminoso en los últimos meses.
Las medidas parecen revertir, drásticamente, las señales dadas
meses atrás orientadas a asegurar el flujo de financiamiento
externo. Pero, en realidad, se trata de medidas dirigidas
a mejorar el perfil del financiamiento. En el mismo sentido,
se habían adoptado medidas en febrero (comentadas en el número
anterior de esta Síntesis) consistentes en extender los plazos
de maduración de nuevas emisiones de deuda externa. En apariencia,
parece no haber dificultades para obtener los fondos para
cumplir con las necesidades de financiamiento externo previstas.
La combinación de los datos de actividad económica y empleo
(desfavorables ambos pero más en términos de empleo) y de
sector externo (favorables) había despertado, semanas atrás,
expectativas acerca de que las autoridades decidieran rebajar,
nuevamente, las tasas de interés de regulación del mercado
de dinero. Estas fueron cumplidas cuando el Banco Central,
el 15 de abril, decidió una nueva reducción del nivel de éstas.
La TBC (que es la tasa punitiva para los bancos) fue fijada
en 23.25% al año contra 28% anterior mientras que la Tban
(que es la tasa de asistencia financiera) se redujo a 35.25%
anual. Se espera que las tasas de mercado sigan la misma trayectoria,
se alivie el costo del crédito y se estimule la demanda. A
la vez, mejorará la cuenta de intereses que rinde la deuda
pública interna.
Otros datos alentadores de la evolución macroeconómica se
relacionan con las cuentas fiscales.
El déficit primario acumulado en los últimos doce meses y
como proporción del PBI registró una mejora respecto del mes
de diciembre (ver Cuadro Brasil: Principales Indicadores Macroeconómicos
al final de esta Síntesis). La mejora se debió a la mayor
recaudación hecho que caracterizó a todo el primer trimestre
(+30% nominal respecto del mismo período del año anterior
y más 20% si se excluyen los ingresos por concesiones otorgadas
y otros ingresos no tributarios). Si se hubiesen incluido
ingresos por privatizaciones, el resultado primario hubiese
sido superavitario en 1.08% del PBI. Por el lado de los gastos,
el ajuste no ha sido importante. Al contrario, algunos analistas
advierten sobre la intensidad del aumento del gasto corriente
y han revisado al alza sus pronósticos sobre el déficit que
se acumularía a lo largo del año. El resultado final, sugieren,
quedará condicionado a la rapidez y eficacia con la que se
ejecute el programa de ajuste fiscal anunciado a fines del
año pasado, en especial, en lo que incumbre a la cuenta de
gastos. También sugieren que es imprescindible se apruebe
la reforma previsional.
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