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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Noviembre
1997
Las
crisis bursátiles
En cuestión de escasas semanas, lo que parecía ser una lejana
crisis en el sudeste asiático, sólo limitado a las economías
más vulnerables de la región, comenzó a ganar fuerza y extender
su sombra, en principio, sobre las más fuertes (Hong Kong
y Taiwan) para pasar luego a las economías de Occidente en
los últimos días de octubre, sin distinción alguna, desarrolladas
o emergentes. La brusca caída de las cotizaciones impactó
en mal momento a las bolsas europeas debido a que las cotizaciones
se encontraban elevadas y por lo tanto susceptibles a la baja.
En Estados Unidos, el Dow Jones mostró un retroceso de 550
puntos el día 27 de octubre, el mayor de su historia medido
en puntos pero no así en términos porcentuales. Hasta que
punto los mercados de activos financieros perdieron lo que
un año atrás el Presidente de la Reserva Federal calificó
como "exuberancia irracional", es difícil determinarlo, pero
no se debe estar muy lejos de ello cuando el propio Greenspan
anunció a los pocos días de la corrección que "con el tiempo
esta baja podría llegar a ser considerada como saludable".
De hecho, la Reserva Federal decidió no modificar las tasas
de interés de corto plazo en su reunión de la segunda semana
de noviembre. No obstante, hay quiénes sostienen que en Wall
Street, el mercado accionario se encontraría supuestamente
sobrevaluado. Sustentan su posición en dos indicadores: el
primero, la razón Q de Tobin que es la relación entre la capitalización
de mercado y el costo de reposición de los activos de las
empresas y el segundo, el cociente entre la valuación de mercado
y las ganancias de la empresa (price/earning ratio). Desde
la primera óptica, la razón Q de Tobin para las empresas del
sector no financiero se encontraría en su nivel máximo desde
1925. Se estima que para volver a su promedio histórico, el
mercado debería mostrar una corrección que lo llevara a la
mitad de su valor actual. En cuanto a la relación precio/ganancia,
el valor para el Indice Composite de Standard and Poor´s alcanza
a 22.7, sobre un promedio de largo plazo de 13.7. Bajo esta
forma de medición, ello equivaldría a decir que para volver
a su nivel histórico, el índice debería retroceder cerca de
un 40%. Sin embargo, pueden formularse algunos reparos a estas
teorías. En primer lugar, dichos promedios son históricos.
Suponer que los mercados volverían sus pasos sin tener en
cuenta los cambios acontecidos en la economía mundial es un
tanto ingenuo.
En segundo término, en la medida que los mercados fueran más
racionales y siguieran al pie
de la letra el comportamiento de estos indicadores, cabría
suponer que la oscilación en el tiempo alrededor de estos
valores históricos sería mínima. En lo que respecta a EE.UU.,
los párrafos anteriores delinean la crisis desde la perspectiva
interna de los mercados bursátiles. Existe una visión alternativa
desde la óptica de la economía real. Desde ella, cabe preguntarse
cuál será el impacto para las economías desarrolladas de las
turbulencias actuales. Algunas cifras contribuirán a aclarar
la cuestión. En primera instancia, considérese el efecto riqueza.
Según estimaciones privadas, una caída accionaria del 20%
en sus respectivos mercados, reduce la riqueza de los consumidores
entre un 9% y 12% en Estados Unidos, Francia y el Reino Unido
y un 4% o menos en Alemania, Italia y Japón. En los EE.UU.
donde los agentes económicos se muestran más propensos a invertir
en acciones, ello se traduciría en una reducción del 1% en
la tasa de crecimiento del gasto de los consumidores. El impacto
de la desaceleración del crecimiento en los países del sudeste
asiático sobre la economía mundial, quedaría relativizado
en virtud del tamaño de dichas economías. En efecto, considerando
los PBI de Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, Singapur
e incluyendo Hong Kong, la suma llega a US$ 830.000 millones,
sólo al 20% del PBI japonés o casi un 10% del PBI de Estados
Unidos.
En términos mundiales, y excluyendo a India y China que no
han debido soportar turbulencia alguna, los países de Asia
en desarrollo representan el 7.3% del PBI mundial y el 4.4%
del comercio total de bienes y servicios. EE.UU. coloca 20%
de sus exportaciones en los países de Asia en desarrollo,
Japón un 44% y Europa un 7%. Pero medidas en término de sus
respectivos productos, las cifras pierden significatividad:
para EE.UU. y Europa representan sólo el 2% y 4.4% para Japón.
Por lo tanto, bajo el supuesto de una caída del 10% de las
importaciones de la región, EE.UU. y Europa verían disminuido
su PBI en 0.2% y Japón en 0.4%. ¿Es factible un retroceso
del 10% en las importaciones?. Para que ello ocurra las tasas
de crecimiento de estas economías no sólo debería experimentar
una más que significativa desaceleración sino también, tornarse
negativas.
En México durante 1995, las importaciones cayeron un 10% en
forma simultánea a una caída
del producto del 6%. Conviene recordar que a excepción de
Tailandia, cuyos pronósticos de crecimiento han pasado desde
el inicio de la crisis hasta la actualidad de menor crecimiento
a recesión, el resto de los países seguiría creciendo aunque
a tasas menores que las del pasado.
Si existen impactos, entonces ¿cuáles son?. En primer lugar
y a nivel de mercados bursátiles
es indudable que el peso de las pérdidas recae con mayor intensidad
en aquellos inversores
que habían privilegiado en sus carteras a las multinacionales
radicadas en la región. En segunda instancia, luego de las
devaluaciones regionales es obvio que se ha producido una
sustancial mejora en la competitividad de los países involucrados
en la crisis.
País
|
Unidades Monetarias
por dólar al 29/10/97
|
Unidades Monetarias
por dólar al 30/12/96
|
Devaluación
en %
|
Indonesia
|
3610
|
2328
|
55.0
|
Malasia
|
3.40
|
2.53
|
34.4
|
Filipinas
|
35.1
|
26.3
|
33.4
|
Singapur
|
1.58
|
1.41
|
12.0
|
Corea del Sur
|
967
|
832
|
16.2
|
Taiwan
|
31.0
|
27.5
|
12.7
|
Tailandia
|
39.1
|
25.5
|
53.3
|
Fuente:
CEP en base a datos e The Economist.
Estas devaluaciones podrían llegar a potenciar en definitiva
las exportaciones hacia Occidente en la medida que permiten
utilizar sectores industriales que en los últimos años han
sufrido un proceso de expansión más allá de lo aconsejable,
entre ellos productos de informática (chips y motherboards)
petroquímica y en especial automotores. Dado que las turbulencias
bursátiles tuvieron repercusión global, es conveniente observar
lo acontecido en Brasil en los últimos días a fin de tratar
de inferir si lo ocurrido en el vecino país debería interpretarse
como un ataque especulativo contra el real. Antes de hacerlo,
conviene destacar dos diferencias significativas con los países
asiáticos afectados por la crisis: en primer lugar, Brasil
estableció controles sobre los movimientos de capitales; en
segundo término, posee mercados de futuros lo suficientemente
desarrollados que actúan como "buffers" (amortiguadores) ante
las bruscas alteraciones en los mercados financieros.
Evolución
de los mercados a partir del 27/10
|
Fecha
|
Indice
de la Bolsa
de San Pablo, Bovespa
|
Variación absoluta
de Reservas* del Bacen
|
Razón tipo
de cambio Paralelo/
Comercial
|
Tasa de dev.
implícita en el tipo de cambio a futuro a 3 meses,
en % mensual
|
Tasa de Int.
Implícita en los contratos a futuro -DI- a 3 meses,
en % mensual
|
27/10
|
9816
|
-422.65
|
1.04
|
0.95
|
1.78
|
28/10
|
10447
|
-5118.77
|
1.05
|
0.85
|
2.00
|
29/10
|
9818
|
-1149.97
|
1.06
|
1.24
|
2.13
|
30/10
|
8854
|
-1635.33
|
1.06
|
1.52
|
2.47
|
31/10
|
8986
|
-751.10
|
1.07
|
1.73
|
2.72
|
3/11
|
9858
|
-171.93
|
1.06
|
1.43
|
2.78
|
4/11
|
10254
|
221.86
|
1.05
|
1.29
|
2.61
|
* El día 4/11 hasta las 20 horas. Fuente: CEP en base a
datos de la Gazeta Mercantil
A diferencia de los mercados orientales,
difícilmente pueda calificarse la situación de la Bolsa de
San Pablo como de "crack" bursátil. Al día 4 y pese a la abrupta
suba de tasas practicada por el Banco Central de Brasil (Bacen),
el Bovespa se encontraba con una ganancia ligeramente superior
a 4.0%. Asimismo, en dicha fecha la autoridad monetaria había
recomprado US$ 221.86 millones por primera vez luego de las
fuertes ventas practicadas desde el día 27/10 (también puede
apreciarse que la relación dólar paralelo sobre dólar comercial
se había reducido de 1.07 a 1.05 apenas por encima de la fecha
en que se desató la crisis).
La evolución de los mercados a futuro, tanto de tasas como
de dólar también permiten inferir algunas conclusiones valiosas.
En primer lugar, el Bacen modificó las tasas TBC y TBAN recién
el jueves 30/10 cuando ya había realizado ventas por US$ 7575.6
millones. es decir que a priori, actuó con cierta demora.
Ello se tradujo en que las tasas implícitas en lo mercados
de futuro recién registraran dos máximos consecutivos en los
dos días subsiguientes. En el mercado de dólar a futuro, ya
a principios de septiembre la tasa de devaluación implícita
esperada pasó de 0.60%- 0.65% mensual a 0.85%-0.90% mensual.
Es decir que cuando la crisis se desata a fines de octubre,
las instituciones financieras salieron a cubrir sus posiciones
vendidas adquiriéndole reservas al Bacen. Hasta que punto
ello se tradujo en una fuga de divisas, depende de la definición
que se desee aplicar. Si por un lado, fuga de divisas se traduce
en la caída de reservas sin importar si pasan a manos domésticas
o extranjeras, entonces esta existió. A juzgar por la evolución
de los mercados podría interpretarse que no, dado que sólo
se habría verificado un cambio en la composición de la cartera
de las instituciones financieras.
Otra de las respuestas a la crisis fue el anuncio de un paquete
fiscal realizado el Lunes de 10 de noviembre por el ministro
de economía. El mismo fue realizado con la intención, por
un lado, de concederle nuevas bases de credibilidad al programa
de estabilización; por otro, para atacar los efectos fiscales
indeseables de la pronunciada alza de las tasas de interés
decidida por el Banco Central. Para algunos analista, el incremento
del déficit operacional por efecto del nuevo nivel de tasas
estaría entre 1,5 y 3 puntos porcentuales del PBI, de acuerdo
al escenario de reducción de tasas de interés que se conjeture.
El paquete anunciado implica un ajuste de 2% del PBI si se
cumpliese en su totalidad. Si a ese ajuste se le suman los
ingresos previstos por privatizaciones es bastante probable
que se compense el incremento de los intereses reales. De
ser así, debiera descartarse que la deuda pública tenga un
crecimiento explosivo.
Estados Unidos
Más allá de las turbulencias en los mercados financieros,
la economía estadounidense continúa evidenciando un notable
empuje, a punto tal que la tasa de desempleo de octubre registró
su valor mínimo desde 1973, sólo 4.7%. El crecimiento para
el tercer trimestre del año, anualizado, habría llegado al
3.5%(4% para el último año a esa fecha), en tanto que los
precios siguen una tendencia que se traduce en el menor ritmo
de crecimiento de los últimos 30 años. Los gastos de consumo
personal aumentaron 5.7% anualizado para dicho trimestre,
en tanto que la inversión en activos fijos mostró un aumento
del 16.7%, el más elevado de los últimos 10 años. El deflactor
implícito del PBI registró un retroceso, cayendo a sólo 1.4%,
la variación más baja desde 1964. Si bien se nota cierta corrección
en los Precios al Productor, que en agosto aumentaron un 0.3%
y en setiembre un 0.5%, ello ocurre luego de 7 meses ininterrumpidos
de baja. Por su parte, los precios al consumidor, crecieron
en septiembre y por tercer mes consecutivo, sólo 0.2%.
La actitud que asumió la Reserva Federal, pese al descenso
de la tasa de desempleo, obedecería que a éste desarrollo
se contraponen otros que no convalidarían una alteración de
tasas. Mientras que por un lado, el efecto de la reciente
crisis posee connotaciones deflacionarias, por otro la productividad
sigue aumentando por encima de los costos laborales. Si se
comparan ambos índices, tomando como base 100 el tercer trimestre
de 1996 y hasta el segundo trimestre de este año, se observa
que mientras los costos laborales llegaron a 102.2, la productividad
alcanzó un valor de 106. Adicionalmente, como resultado de
las turbulencias se verificó un masivo cambio de cartera a
favor de los bonos del Tesoro estadounidense lo que llevó
al Bono de 30 años a finalizar octubre con un rendimiento
de sólo 6.14%. La visita del Presidente chino Jiang Zemin,
si bien cuenta con un claro perfil político, no estuvo exenta
de facetas comerciales. Lo más sobresaliente en este sentido
estuvo dado por el multimillonario contrato firmado con la
empresa Boeing por US$ 3000 para la provisión de 50 aviones
y la promesa china de reducir significativamente los aranceles
para bienes de alta tecnología.
Asimismo, EE.UU. levantó la prohibición de exportar reactores
nucleares para uso pacífico, en lo que podría interpretarse
como una decisión con dos implicancias. Si bien la decisión
es en definitiva comercial, China es el segundo productor
de gases contaminantes detrás de los EE.UU. por lo que dicha
tecnología apuntaría a disminuir el consumo de carbón lo que
representaría una notable mejora desde el punto de vista ambiental.
Sudeste Asiatico
Aunque pocos lo sospechaban al comienzo de la crisis, ésta
logró propagarse con una fuerza inédita hasta alcanzar a Hong
Kong. Y ello pese a que, a las reservas con que cuenta la
isla para defenderse de un ataque especulativo, US$ 88000
millones, deberían adicionarse supuestamente las de China
por US$ 120000 millones. Para algunos analistas, a priori,
Hong Kong presentaba las mismas características que las de
aquellos países que le precedieron en la crisis. Es decir:
una burbuja especulativa en el mercado inmobiliario, el 47%
del total de la cartera de préstamos del sistema bancario
asignados a propiedades y un tipo de cambio fijo. Sin embargo,
existen diferencias substanciales. La cartera irregular del
sistema bancario alcanza solamente al 0.8% del total de créditos
para lo cual se previsionó un excelso 1.4%.
A su vez, los créditos hipotecarios (que comprende la mayor
parte de los préstamos) cubren sólo hasta el 50% del valor
de las propiedades. Adicionalmente, las devaluaciones efectuadas
por sus vecinos afectan a la economía en forma marginal. La
razón es sencilla: Hong Kong es un enorme centro financiero
y comercial que abastece con sus servicios a China. Por otra
parte, el sector manufacturero aporta sólo el 10% de su PBI.
Como si fuera poco, la autoridad monetaria (HKMA) actuó aceleradamente
para frenar el ataque. La tasa prime se corrigió de 8.75%
a 9.50%, la tasa para depósitos de uno a tres meses llegó
al 15%, y la tasa interbancaria se disparó del 7% anual al
¡200%!. La defensa de las reservas parecería contar con muy
buenas posibilidades de éxito.
En Tailandia, lugar donde se originó la crisis, la situación
no se aquietó pese al acuerdo alcanzado con el FMI por US$
17200 millones. Podría decirse que la misma situación política
que dio origen a una caótica situación económica, logró perpetuarse
y sembrar mayor incertidumbre. El 14 de octubre el gobierno
anunció una serie de medidas tendientes a cumplir con el acuerdo
firmado con el organismo multilateral. Sólo tres días después
las medidas fueron revocadas lo que dio lugar a la renuncia
del Ministro de Finanzas. El 19 los miembros del gabinete
(integrado por seis partidos de la oposición) ofrecen su renuncia.
Mientras tanto se siguió difiriendo la constitución del organismo
encargado de implementar la reestructuración del sistema financiero.
El 20 comienzan las primeras manifestaciones en tanto que
el líder del principal partido opositor presiona para integrar
el nuevo equipo económico con técnicos de sus propias filas.
Por último, el 4 de noviembre el Primer Ministro anuncia su
renuncia en el término de los próximos días. De ahora en más
no puede esperarse ningún avance económico hasta tanto se
despeje el horizonte político.
Para Indonesia el FMI habría proyectado un paquete de ayuda
cercano a US$ 23000 millones sujeto a las siguientes condiciones:
restaurar confianza en los mercados a través de una adecuada
política monetaria y fiscal, una reestructuración del sistema
financiero y por último,
la desregulación, le eliminación de los monopolios estatales
y una profunda reforma comercial.
Sin embargo, a fin de evitar o si se quiere aliviar el grado
de condicionalidad del préstamo
del organismo multilateral, el Presidente Suharto anunció
la posibilidad de que países vecinos (Malasia, Japón) adelantaran
fondos sin tener que recurrir al Fondo. Maniobra o no, habla
a las claras de que el ajuste en Indonesia, de concretarse
el paquete de ayuda, avanzaría
a paso muy lento.
A Corea la crisis llegó y en principio... para quedarse. Pese
a que el gobierno cuenta con una visión optimista, las estimaciones
privadas indican un crecimiento para 1998 menor al 5%, el
menor desde 1980. El consumo se encuentra en retroceso y la
elevación de las tasas de interés para proteger a la moneda
ha determinado un empeoramiento de la calidad de la cartera
de préstamos del sistema financiero y en compañías fuertemente
con un elevado grado de apalancamiento. La deuda interna alcanza
a US$ 120000 millones, siendo el 90% del sector privado. Por
su parte, las exportaciones no mejorarían dado que el principal
cliente es Japón y el yen se encuentra en retroceso. La actitud
de las autoridades coreanas tiende a complicar el panorama.
Recientemente, el Ministro de Finanzas reunió a los líderes
del sistema financiero a quién solicitó que no dejaran de
adelantar fondos a las empresas en problemas. El propio gobierno
dio el ejemplo. Transformó US$ 293 millones de deuda de la
empresa Kia de automotores en capital nacionalizándola. Recientemente
la banca debió recurrir en auxilio de una cadena de supermercados
y de una firma de electrónica. A éste ritmo el deterioro de
la cartera crediticia se está exponensiando. De hecho, el
gobierno debió acudir al rescate de un banco y suministrar
fondos a otros 16 para que los adelantaran a tasa subsidiada
al sector empresario. Todo ello a través de emisión monetaria.
Como se aprecia, la naturaleza de la crisis dista de ser solamente
exógena.
Unión Europea
Con la casi absoluta certeza de que la entrada en vigencia
de la Unión Monetaria Europea no se postergará, ahora las
dudas se centran sobre que países podrán ingresar al sistema
desde
su inicio y quiénes, por propia voluntad o por la falta de
cumplimiento de los requisitos,
no lo harán. Las estimaciones indican que 11 países estarán
desde el inicio: Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Alemania,
Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y España.
Tres candidatos no ingresarán por propia voluntad: Dinamarca
y Suecia, que por el momento
se mostraron contrarios, y el Reino Unido, donde más allá
de la batalla entre "euro-escépticos"
y "pro-euros", la discusión parece girar sobre otros carriles.
En efecto, del "no por el momento"
de los conservadores, al "no por el momento" del nuevo gobierno
laborista parecería existir
una gran diferencia. Mientras que la expresión para los primeros
podía interpretarse como
de "indefinidamente", para los segundos el plazo se extendería,
supuestamente, hasta el 2002.
Esta interpretación surge luego de que el Ministro de Finanzas
debiera salir a aclarar la posición oficial debido a la creciente
volatilidad que había cobrado la libra esterlina en las últimas
semanas de octubre. Al respecto, el funcionario precisó ante
el Parlamento que el ingreso del Reino Unido al EMU estará
sometido a la evaluación que tendrán sus consecuencias sobre
cinco aspectos claves: 1) el impacto del sistema sobre el
mercado laboral; 2) sus consecuencias sobre las inversiones;
3) las ventajas o desventajas sobre la "City" londinense;
4) la mayor o menor gravitación que ejerza sobre la flexibilidad
de los mercados y por último, 5) el grado de sincronización
existente entre los ciclos económicos de Europa Continental
con el del Reino Unido (este aspecto es clave dado que la
existencia de un banco central independiente puede llevar
a que se establezcan tasas de interés que podrían resultar
muy altas o muy bajas en caso de que los ciclos de ambas regiones
se encuentren desincronizados.
No obstante, la postura laborista es mucho más "pro-euro".
Paradójicamente, el Reino Unido deberá ocupar la presidencia
de la Unión Europea durante el primer semestre del año próximo
cuando se encuentre en etapa de materialización la conformación
definitiva de la unión monetaria. Al respecto, Gordon Brown
, "Chancellor of the Exchequer", puntualizó, a fin de despejar
toda duda, que la posición del Reino Unido será la de mantener
una actitud constructiva cuando asuma la presidencia de la
Unión a punto tal que acelerará los preparativos para ingresar
a pesar de mantenerse, por el momento, al margen. ¿Son sólo
los aspectos técnicos los que prevalecen en tal posición o
se teme que en algunos países la evolución de los indicadores
macroeconómicos no sean sustentables más allá de la fecha
de inicio?. Si bien no podría asegurarse, conviene observar
lo acontecido en Francia e Italia en los últimos días. El
desempleo, la principal preocupación del electorado, alcanza
en Francia al 12.5% de la fuerza laboral o más precisamente
a 3.2 millones de trabajadores. El gobierno del Primer Ministro
Jospin decidió, pese a que los empleadores lo consideraron
en un principio como una mera promesa electoral, ir adelante
con su plan de reducir la cantidad de horas trabajadas semanalmente,
de las 39 horas actuales a sólo 35 horas en aquellas empresas
que cuenten con más de 10 trabajadores. Para una economía
que aún creciendo al 3% durante los próximos 5 años, podría
incorporar 70.000 trabajadores al año con la estructura actual
del mercado laboral, la reforma impulsada sería loable. Según
las estimaciones oficiales, permitiría crear 1.4 millones
nuevos puestos de trabajo. Las preguntas a responder serían
entonces, ¿podrían crearse trabajos de la nada?, y ¿sin costo
alguno?. En otras palabras, frente a una solución supuestamente
traumática en el inicio como sería la implementación de una
profunda reforma laboral, Francia estaría optando por una
alternativa menos traumática, pero a la vez menos sustentable.
Es decir, se prefiere mantener un sistema donde la proporción
de trabajo part-time es baja en relación a otros países de
Europa (sólo llega al 16%, frente al 24% en el Reino Unido
y el 38% en los Países Bajos); se mantienen beneficios sociales
y de seguro de desempleo demasiado onerosos para trabajadores
y empleadores y por último, un elevado salario mínimo. Pero
por el lado fiscal la situación es más preocupante. En principio,
porque se otorgaría una compensación, inicial de FFr. 9000
por año y por puesto de trabajo creado, que luego se reduciría
a FFr. 5000. En segundo termino, porque existe la posibilidad
de que la semana laboral reducida se aplique a los 350.000
nuevos puestos de trabajo que el estado francés creó para
jóvenes desempleados a un costo de FFr. 35.000 millones al
año. Quizás demasiado para un país al cual le costó cumplir
con el 3% de déficit en términos de producto establecido en
Maastrich. En Italia, el Primer Ministro Prodi logró permanecer
en el cargo, luego de haber presentado su renuncia, concesiones
de por medio. La disyuntiva se generó luego que el Partido
Comunista rechazara inicialmente el proyecto de presupuesto
para el año entrante, que reducía el déficit a sólo 2.7% del
PBI. Aunque cada vez existen menos dudas del ingreso italiano
al EMU, más allá de que cumpla o no con las condiciones preestablecidas
y en reconocimiento a los esfuerzos realizados, el nuevo presupuesto
abriría algunas dudas en cuanto a la posibilidad de reducir
el déficit en el futuro. Básicamente, las modificaciones efectuadas
son: se reduciría la semana laboral de 40 horas a 35 horas,
se exceptuaría a los trabajadores menos calificados de la
reforma del sistema previsional, se utilizarían cerca de US$
1700 millones provenientes de la privatización de la empresa
telefónica italiana, Telecom, para crear una agencia de empleo
en el sur del país, se suspendería hasta nuevo aviso la privatización
de Enel, el monopolio estatal de electricidad y por último
no se reducirían los gastos en beneficios sociales a cambio
de lograr una menor evasión fiscal. Esto despierta muchas
dudas para un país de escasa tradición fiscal.
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