Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos
Secretaría de Industria, Comercio y Minería
E-mail: cep@secind.mecon.gov.ar
Web:
www.mecon.gov.ar/SICyM/cep/default1.htm

<< VOLVER

Síntesis de la Economía Real.
Síntesis Internacional -
Noviembre 1999

El sostenido crecimiento de la economía estadounidense, la consolidación de la recuperación en la Unión Europea y mejores perspectivas para las economías japonesa y del sudeste asiático, permitirían inferir que, a diferencia de los años recientes, la perspectiva global apunta a un cuadro de menor liquidez en el inicio del nuevo milenio. Y ello se confirma con las recientes decisiones de la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo de elevar las tasas de interés. Además, a excepción de Estados Unidos, donde se prevé una desaceleración de la tasa de crecimiento del PBI para el 2000, el nivel de actividad ha mejorado considerablemente y con ello la demanda de fondos para inversión.

En el tercer trimestre del año, la economía estadounidense registró un crecimiento anualizado del 4.8% - de los últimos 12 trimestres, la tasa de crecimiento anualizada logró ubicarse por encima del 3.0% en 10 oportunidades-. Asimismo, recientes estimaciones del Commerce Department, que incorporaron los gastos en software de computación como un inversión, llevaron a corregir al alza la tasa de crecimiento promedio para el período 1992 - 1998 a 3.6% frente a 3.2% estimado previamente. Cabe preguntarse si a la luz de las propias condiciones de la economía de EE.UU y al contexto mundial, que cambió significativamente en el período citado, esta tendencia podría llegar a extenderse en el corto plazo.

En este sentido, los factores que jugaron a favor en el pasado han comenzado a revertirse y ahora pueden resultar perjudiciales. Los precios del petróleo y de las materias primas se encuentran en recuperación, por lo que el efecto positivo sobre los términos de intercambio para Estados Unidos ha comenzado a desvanecerse, a la par que el aumento en los niveles actividad en el resto del mundo se encuentra generando una mayor presión de demanda sobre el ahorro mundial, aumentando la tasa real de interés a nivel global.

Ello a su vez está alterando la rentabilidad relativa de los activos dentro y fuera de los Estados Unidos. Este fenómeno da lugar a una presión bajista sobre el dólar estadounidense, factor que debe agregarse a los efectos antes mencionados. Con un déficit en cuenta corriente cercano al 4.5% del PBI pero también con un mercado accionario fuertemente sobrevaluado que, efecto riqueza mediante, alienta el excesivo endeudamiento de empresas y particulares, la Reserva Federal se encuentra en un verdadero dilema pese a que por el momento la inflación no da muestras de repuntar. La decisión de elevar en 25 puntos básicos la tasa de Fondos Federales, pese a que modificó su perspectiva en materia de inflación de positiva a neutral, sería el primero de los pasos tendientes a lograr una salida no traumática a la presente situación.

El Banco Central Europeo (BCE) decidió aumentar su tasa principal de refinanciamiento
en 50 puntos básicos de 2.5% a 3.0%, retornándola al nivel previo a abril de este año.
Para el organismo monetario, la maniobra obedecería a dos razonespuntuales. En principio, pese
a que las variaciones anuales del Indice Armonizado de Precios al Consumidor (IAPC)
se encuentran saludablemente por debajo del objetivo del 2%, no se descarta que en los próximos meses, por efecto del aumento del precio del petróleo y de las materias primas, se perciban presiones sobre los precios. En este sentido, la maniobra estaría destinada a controlar expectativas. En segundo lugar, el aumento tiende a disminuir el componente de riesgo de la tasa de interés que había comenzado a percibirse en los últimos meses debido al problema del año 2000 (Y2K).

Japón se encuentra atravesando una etapa donde algunos indicadores, como la producción industrial y el comercio exterior, parecerían indicar que la economía se encuentra
en recuperación. No obstante, los factores que posibilitan esta mejora serían de carácter transitorio y de hecho los pronósticos para el año entrante no son muy optimistas.

China prosigue con su proceso de reconversión industrial en un contexto donde el ajuste
de inventarios parece no haber concluido. Pese a que en Corea la situación es similar,
la producción industrial mostró un fuerte incremento durante septiembre. La creciente demanda de créditos para la industria permite inferir que la tendencia podría continuar en el futuro inmediato.

Estados Unidos
Con una tasa de crecimiento anualizada del 4.8% para el tercer trimestre la economía de EE.UU logró continuar con la tendencia evidenciada en los últimos años. Los principales factores que contribuyen a explicar este comportamiento son la inversión privada, que registró una variación anualizada del 13.3%, el consumo privado con 4.9% y los gastos de defensa del gobierno que aumentaron 9.9%. El deflactor del PBI sufrió un incremento de 0.9%, el menor crecimiento trimestral de los últimos 10 años. Asimismo, el Labour Department informó que el Employment Cost Index (ECI o Indice de Costo del Empleo) que registra el crecimiento de los salarios y otros costos para los empleadores, sólo aumentó 0.8% en el mismo período luego de haberlo hecho en 1.1% durante el segundo trimestre. Simultáneamente, se dieron a conocer las cifras de crecimiento trimestrales para el período 1992-1998 corregidas al considerar los gastos en software de computación como inversiones. De resultas, la economía habría registrado en dicho lapso un crecimiento promedio trimestral 0.4 puntos porcentuales mayor al indicado inicialmente, es decir 3.6% contra 3.2% anterior.

En otras palabras, esta forma de contabilizar la inversión habría aumentado la tasa de crecimiento potencial de la economía sin presiones inflacionarias. No obstante, los factores que anteriormente jugaban a favor del mantenimiento de la estabilidad de precios, cuando la economía se encontraba en el inicio del actual ciclo, han comenzado a revertirse ahora que, si bien no se evidencian síntomas claros de recalentamiento, hay por lo menos señales de alarma. Los precios de los combustibles se han recuperado marcadamente mientras que el restode los commodities acompañan, rezagados, la suba. Los términos de intercambio, netamente favorables a EE.UU en los años anteriores, también están desmejorando. Pero fundamentalmente, el resurgir del crecimiento en otras partes del mundo ha alterado la rentabilidad en las distintas regiones. Como consecuencia de ello, ya no es tan ventajoso invertir en los EE.UU (1) sino que existen muy favorables posibilidades en la Unión Europea (ha eliminado el riesgo cambiario y la economía se encuentra en plena reactivación, alentando una ola de fusiones y adquisiciones) o en Japón (2) (que posee el 30% del ahorro mundial y donde si bien el consumo parece postergado, no ocurre lo mismo con la producción industrial y las exportaciones).

La Reserva Federal se encontraría de este modo ante un dilema. Estados Unidos necesita del financiamiento externo para solventar el desequilibrio en cuenta corriente pero un importante aumento de tasas podría generar fuertes efectos indeseables en momentos en que el nivel de endeudamiento de los particulares supera al ingreso disponible (sólo los intereses de esta deuda llegan al 3.2% del mismo). Pero por otra parte, en la medida que el sobrevaluado mercado accionario (3) siga alimentando al efecto riqueza y con ello, el mayor gasto del sector privado, el déficit en cuenta corriente seguirá aumentando.

A partir de esta situación es posible construir dos escenarios: uno de "aterrizaje suave" y el otro menos favorable y con menor probabilidad de ocurrencia, el "aterrizaje forzoso". En el primero cabe esperar que, mediante moderadas correcciones como la realizada por el FED, se genere una desaceleración de la economía induciendo una corrección del fuerte desequilibrio del sector privado. Si bien aún es prematuro anticipar su efectivización, existen algunos indicios favorables. Los diferenciales de tasas para créditos hipotecarios y de consumo se han elevado en las últimas semanas. Se percibe una desaceleración en el sector de construcción de viviendas (4) .

En general, los índices accionarios a excepción del Dow Jones Industrial y del sector tecnología se movieron dentro de límites acotados. La producción industrial, excluidos los sectores de computadoras y semiconductores, ha crecido moderadamente. Por último, el alza de los precios de la energía y la gradual suba del Indice de Precios al Consumidor (CPI) comenzará a pesar seguramente en el crecimiento del ingreso disponible e indirectamente sobre los márgenes de rentabilidad de las empresas. Todo ello, generaría una desaceleración sin mediar una significativa intervención de la Reserva Federal.

El segundo escenario se caracteriza por la posibilidad de que ante un incremento sumamente vigoroso del nivel de actividad en la zona del euro, el BCE se vea obligado a elevar sus tasa nuevamente y por otra parte, los términos del financiamiento del desequilibrio estadounidense (dólar / tasas de interés) dejen de ser lo suficientemente atractivos para los inversores del exterior. Sobrevendría un significativo ajuste de naturaleza recesiva que podría propagarse hacia la zona del euro y, en mucho mayor medida, Japón que se encuentra sustentando parte de su recuperación en las exportaciones.

Más allá de los escenarios elaborados, existe un elemento distintivo en lo que a la Reserva Federal respecta: aún cuando los índices de precios (5) no dejen trasuntar un peligro inmediato,
el accionar del organismo monetario quedaría plenamente justificado a la luz de los fuertes desequilibrios existentes en la economía estadounidense.

Zona del Euro
El 4 de este mes, el BCE (6) decidió aumentar su tasa principal de refinanciamiento en 50 puntos básicos, al 3%, para retrotraerla al nivel vigente antes de abril. Si bien por el momento
la economía se encuentra creciendo, mal podría afirmarse que la maniobra estuvo destinada
a aplacar peligros inflacionarios. El Indice Armonizado de Precios al Consumidor, que hasta agosto había registrado una tasa interanual de variación promedio próxima a 1.0% - en agosto se ubicó en 1.2%- , se encuentra holgadamente por debajo de la meta de crecimiento anual de precios, 2.0%. No obstante, el organismo monetario consideró oportuno ejecutar la medida para aplacar
las expectativas del mercado y para eliminar el premio que comenzaba a percibirse sobre las tasas para créditos originados en el Y2K.

De todas formas, la medida contribuirá a moderar el fuerte crecimiento del crédito, que se explica en mayor parte, por el financiamiento al sector privado. En efecto, durante agosto, el crédito total creció respecto de igual período de 1998, 7.8%, pero el dirigido a las empresas y consumidores lo hizo en 9.9%. Tres factores contribuyen a explicar este comportamiento. El primer lugar la reactivación que se está verificando y que se ve confirmada por los índices de confianza de empresas, ventas minoristas y consumidores. En segundo término, numerosos agentes se anticiparon a obtener financiamiento en previsión, tal como ocurrió a comienzos de mes, de que el BCE aumentara su tasa de interés. Por último, la reactivación y la consolidación de la moneda única, que provocó la desaparición del riesgo cambiario dentro de la Eurozona, ha dado lugar a una nueva ola de fusiones y adquisiciones, a la par que repercutió sobre los precios de viviendas y terrenos.

Aun cuando no se vislumbren presiones sobre los precios, se presume que el aumento sostenido que ha venido sufriendo el precio del petróleo desde febrero de este año, impactará finalmente sobre el IAPC. No obstante, dicho aumento se ha compensado hasta el momento con la baja en los precios de los alimentos no elaborados. De todas formas, la tasa de variación de la "core inflation", es decir aquella medición que excluye los precios de los energéticos y los alimentos estacionales, se mantiene en 0.9% anual desde mayo pasado. Por otra parte, el aumento del precio del crudo ha repercutido sobre los precios de los bienes industriales en forma gradual y se presume que en el futuro inmediato ello se trasladaría al componente de bienes industriales no energéticos del IAPC. En materia de nivel de actividad, el significativo incremento de la producción industrial registrado hasta el presente se sustentó en la demanda interna dado que a partir del primer trimestre de 1998, la crisis asiática se hizo sentir.

Se espera asimismo que durante el presente trimestre la producción industrial alcance un pico ya que para el año entrante las condiciones externas no serían tan favorables. En parte por el menor crecimiento de la economía estadounidense y en segundo lugar porque se presume que la vertiginosa recuperación del Sudeste Asiático podría perder empuje para dar lugar a tasas mucho más moderadas de crecimiento.


BOX I
LAS PROYECCIONES DEL FMI PARA EL AÑO 2000

En la última edición del World Economic Outlook´, octubre de 1999, el Fondo Monetario Internacional traza un panorama más optimista para la economía mundial. Los pronósticos de crecimiento fueron elevados, tanto para este año como para el entrante. El organismo prevé un crecimiento global de 3.0% para este año y de 3.5% para el 2000, lo que representa una mejora de 0.7% y 0.1% respectivamente en relación a las estimaciones efectuadas en mayo.

Proyecciones de Crecimiento para la Economía Mundial, tasas anuales en %
Región 1997 1998 1999 2000
Producto Mundial 4.2 2.5 3.0 3.5
Países Industrializados 3.0 2.4 2.6 2.5
Area del Euro 2.4 2.8 2.1 2.8
Economías Asiáticas recientemente industrializadas 5.8 -1.8 5.2 5.1
Países en Desarrollo 5.8 3.2 3.5 4.8
Africa 3.1 3.4 3.1 5.0
Asia 6.6 3.7 5.3 5.4
Medio Oriente y Europa 4.5 3.2 1.8 3.1
Hemisferio Occidental 5.3 2.2 0.1 3.9

Fuente: CEP en base a World Economic Outlook, Octubre de 1999.

De acuerdo con las proyecciones, se anticipa una desaceleración de la tasa de crecimiento de los Estados Unidos que alcanzaría a 3.7% este año para reducirse a 2.6% en el próximo. Se espera que la economía japonesa crezca 1.0% en 1999 y 1.5% en el 2000, luego de haber sufrido una contracción del 2.8% en 1998. Las principales economías europeas, luego de la desaceleración del año en curso, volverían a crecer a tasas más elevadas: Alemania 2.5% (sólo 1.4% en 1999), Francia 3.0% (2.5%) e Italia 2.4% (1.1%).Si bien en Asia se consolidaría la tendencia de aumento del PBI, China volvería a crecer por tercer año consecutivo (7) a un ritmo menor que en los anteriores: para el año próximo "sólo" lo haría en 6.0%. Por último, Rusia luego de haber sufrido una fuerte contracción en 1998, con un retroceso del PBI de 4.8%, no registraría crecimiento alguno durante este año para volver a crecer en el 2000 en 2.0%. Pese a lo favorable de los pronósticos, el organismo reconoce que existen factores que pueden hacer peligrar el escenario. En el caso específico de los Estados Unidos, se adoptó una alternativa de "soft landing" o desaceleración moderada, pero la existencia de un mercado accionario sobrevaluado, el fuerte retroceso del ahorro de las familias hasta convertirlas en deudoras netas, las elevadas erogaciones de las empresas y el relativamente alto valor del dólar -si se tienen en cuenta los "fundamentals" de mediano plazo - podrían dar lugar a un contexto menos deseable - "hard landing" o aterrizaje abrupto -. En particular, si ello llegara a producirse habría que evaluar hasta que punto las economías de la zona del euro y las del sudeste asiático podrían llegar a asumir el rol de "comprador de última instancia" que vino desempeñando Estados Unidos en los últimos años. Siempre considerando el escenario más favorable, se espera un más que significativo crecimiento en el volumen del comercio mundial aunque sin llegar al crecimiento experimentado en 1997.

Volumen del Comercio Mundial en Bienes y Servicios, tasas anuales en %
Comercio Mundial 1997 1998 1999 2000
Volumen 9.9 3.6 3.7 6.2
Deflactor en Dólares -4.9 -5.1 -0.8 1.4
Vol. Exportaciones Economías Industrializadas 10.3 3.2 3.0 6.2
Vol. Exportaciones Economías en Desarrollo 11.4 4.9 2.4 5.6
Vol. Importaciones Economías Industrializadas 9.2 4.8 5.9 5.9
Vol. Importaciones Economías en Desarrollo 11.4 -1.3 1.1 7.2
Términos de Intercambio Economías Industrializadas -0.5 1.2 0.8 -0.3
Economías en Desarrollo 0.9 -6.6 1.5 1.2
Precios del Comercio en Dólares Manufacturas -7.8 -1.5 -1.4 0.9
Petróleo -5.4 -32.1 27.7 7.8
Resto de Materias Primas -3.3 -14.8 -7.2 3.4

Fuente: CEP en base a World Economic Outlook, Octubre de 1999.


El precio del petróleo continuaría su recuperación. En el mercado estadounidense, donde registró una cotización promedio de US$ 13.07 por barril durante 1998, cerraría este año a US$ 16.70 por barril y tendría una cotización promedio de US$ 18.00 por barril durante el año próximo. Pese a ello, la tasa de inflación en las economías avanzadas, medida por los precios al consumidor, aumentaría marginalmente al pasar de 1.4% este año a 1.8% el año que viene. Para las economías en desarrollo se verificaría un nuevo descenso: de 6.7% de variación anual durante 1999 pasaría a 5.8% en el 2000.


Asia
En Japón tanto la producción industrial como las exportaciones se encuentran dando señales de mejoras lo que podría dar lugar a pensar que el deterioro de las condiciones económicas parecen haber cesado. No obstante, todavía es prematuro afirmar que dicha recuperación sea autosustentable debido a que la demanda interna carece de fortaleza. Los factores que contribuyen a este comportamiento están dados por el fuerte proceso de reestructuración industrial (8) , que frena nuevas inversiones - de hecho la inversión bruta fija retrocedió en los últimos meses - y la retracción en el ingreso de los trabajadores, que se explicaría mayormente por el aumento del desempleo causado por el ajuste de las empresas. No obstante, la mayoría de los analistas ha corregido sus pronósticos de crecimiento para el año entrante, ubicándolo por encima del 1.0% cuando a principios de año se estimaba un nuevo retroceso en el 2000.

La revisión de las cifras estaría justificada por un mayor ímpetu de la demanda interna (9) -hasta ahora la única fuente expansiva de dicho agregado estuvo dada por los mayores gastos del sector estatal- ya que se presume que el aporte del comercio exterior será mucho menor debido a un descenso esperado en la tasa de crecimiento estimada para los Estados Unidos y a que la recuperación de las economías del Sudeste Asiático ha alcanzado un pico para dar paso a tasas de crecimiento mucho más moderadas. En China la producción industrial registró durante octubre un retroceso cercano al 7% frente a igual mes de 1998. No obstante, dicha baja estaría motivada en primer lugar por el elevado nivel registrado un año atrás y por la menor cantidad de días laborales como consecuencia del aniversario de la revolución. Si se analiza lo ocurrido en lo que va del año se ponen en evidencia las medidas oficiales tendientes a reactivar la economía. Ello se deduce a partir del más alto crecimiento de la producción industrial en el rubro industria pesada, ya que abastece a todos los proyectos impulsados desde el Estado para infraestructura, que creció 7.6%, que el de la industria liviana - bienes para el consumo privado - con un aumento del 6.2%. Pero lo más importante por el lado de China es el acuerdo alcanzado con los Estados Unidos y que representaría el primer paso para el ingreso a la Organización Mundial de Comercio, dado que aún debera entablar las respectivas negociaciones con la Unión Europea. La producción industrial mostró en Corea un aumento anual del 18.1% en septiembre. Esta situación se origina, más que en la demanda interna, en el favorable comportamiento de las exportaciones. El superávit comercial para el año en curso podría ubicarse cómodamente entre US$ 23500 millones y US$ 25000 millones.

Brasil
La amenaza inflacionaria frena la caída de las tasas de interés
En el centro de la coyuntura económica sobresale la preocupación en torno de la amenaza que significa para el programa económico la aceleración de la tasa de inflación que se observó en los últimos dos meses. Si bien los precios mayoristas comenzaron en agosto a mostrar una marcada aceleración, los minoristas comenzaron recién en octubre a mostrar una tendencia alarmante.
La inflación minorista acumulada hasta el mes de octubre es de tan solo 6.6% y de continuar con los guarismos que registró en el último mes (+1%) terminaría el año cerca de un 9% anual.

En cuanto a los precios mayoristas, la situación no es tan alentadora debido a que acumula
en septiembre un crecimiento del 22.5%, y de continuar con la tendencia que viene registrando en el último mes acumularía a lo largo del año un crecimiento cercano al 30%. A partir de la devaluación, la brecha entre precios minoristas y mayoristas se amplió constantemente.
Si bien resulta lógico que la devaluación fuerce la recomposición a favor del aumento relativo de los mayoristas, hasta ahora la recomposición hace que éstos se encuentren aproximadamente 16 puntos porcentuales por encima de los minoristas (ver síntesis gráfica internacional) y podría llegar a alcanzar los 20 puntos porcentuales al finalizar el año. La cotización actual del dólar, apenas por debajo de los dos reales por unidad, dificulta las posibilidades de contener el aumento de precios mayoristas, ya que en esta canasta tienen una elevada ponderación los bienes transables.

Aunque la experiencia de los países que recientemente devaluaron sus monedas muestra que es posible sostener esta corrección entre transables y no transables, especialmente en una economía cuyo comercio exterior apenas representa el 15% del PBI, surge inevitablemente la duda sobre si no se está atravesando por un proceso de inflación reprimida, que concluirá cuando comience a recuperarse el ritmo de actividad y los aumentos en los precios mayoristas comiencen a ser transferidos a los precios al consumidor. En términos desestacionalizados, la producción industrial de agosto y septiembre se encuentra prácticamente en los mismos niveles que el mismo período del año pasado. Teniendo en cuenta que la contracción en la industria se profundizó en esos meses (ago-sep-98), es de esperar que a partir de octubre comiencen a observarse variaciones interanuales positivas. De igual forma, el PBI correspondiente al último trimestre de 1999 probablemente se vea favorecido por el bajo nivel que tuvo en el último trimestre del año pasado, por lo que puede llegar a alcanzar una variación interanual positiva.

Como herramienta de estabilización las autoridades monetarias de Brasil adoptaron una política de "metas inflacionarias", que implica un mecanismo de coordinación para la fijación de precios y salarios de la economía en función del desempeño del índice deinflación (el índice elegido es el IPCA; la ponderación de los productos transables dentro de este índice es de 2/5). Con este tipo de objetivo de política monetaria, la solvencia fiscal y la cotización de la moneda externa se tornan cruciales para definir y monitorear la sustentabilidad de la meta inflacionaria. En materia fiscal, las medidas provisorias necesarias para cubrir la crisis fiscal en el corto plazo requieren el apoyo de la Corte Suprema de Justicia, mientras que la reforma fiscal de fondo requiere del apoyo parlamentario para enmendar la constitución. La sanción de nulidad de la Corte respecto a la contribución previsional de los empleados públicos retirados y en actividad, y la baja popularidad que registra el presidente en las encuestas, muestran las dificultades que enfrenta el gobierno para obtener el sustento político y jurídico que requiere la reforma en uno y otro ámbito. En este contexto, surgen temores sobre el grado de cumplimiento de la meta de déficit fiscal pactada con el FMI para el año próximo, una vez que caduquen las medidas provisorias.

El encarecimiento de la tasa de interés internacional, una porción creciente de deuda pública indexada por el tipo de cambio o nominada en moneda extranjera, junto con la dificultad para continuar disminuyendo las tasas de interés domésticas debido a la necesidad prioritaria de frenar el rebrote inflacionario, hacen que el componente financiero del déficit fiscal aumente afectando el déficit total del sector público. Por otra parte, continúa la fuerte presión sobre el mercado de cambios que se viene registrando desde agosto. A partir de este mes el banco central comenzó a ofrecer al mercado títulos públicos indexados por el tipo de cambio, que al ofrecer cobertura cambiaria más un 12% de interés anual disminuyeron sensiblemente la presión de demanda en el mercado de divisas. Sin embargo, este tipo de instrumentos implicaba asumir el costo de dolarizar excesivamente la deuda pública, con el riesgo de que ésta aumentara exponencialmente ante una nueva devaluación.

Las autoridades monetarias decidieron disminuir la oferta de este tipo de instrumentos, ante lo cual aumentó la presión de demanda en el mercado cambiario, provocando el aumento del dólar a valores superiores a R$1.95 por dólar, superando incluso los R$2 a mediados del mes de octubre. A estas fuentes de incertidumbre hay que sumarle el flaco desempeño de la balanza comercial que arrojó un déficit acumulado en los primeros diez meses del año en torno a los mil millones de dólares. En este período las importaciones cayeron un 16.5%, mientras que las exportaciones acumulan una caída del 9.5% respecto al mismo período del año anterior.

Notas
1 Los rendimientos de los bonos del gobierno han aumentado en todas partes, inclusive Japón,
y no sólo en los Estados Unidos. Tomando como ejemplo el rendimiento de los bonos del gobierno a 10 años de plazo, en setiembre el rendimiento en EE.UU era de 5.91% contra un mínimo (de los últimos meses) de 4.58% en octubre de 1998; en Japón para iguales meses, el rendimiento era de 1.75% contra un mínimo de 0.82% y en la Unión Monetaria en septiembre el rendimiento llegó a 5.24% contra un mínimo de 3.82% en enero de este año.
2 Donde dicho sea de paso la economía creció a una tasa anualizada de casi el 3.0% en la primera mitad del año.
3 Una estimación relativamente reciente compara el nivel alcanzado por tres ratios con su nivel promedio histórico. Las razones son capitalización de mercado para las empresas del sector no financiero sobre patrimonio neto, precio sobre ganancia (price earning ratio) y dividendos sobre cotizaciones. Para volver a su nivel histórico, el mercado necesitaría en promedio, una corrección bajista cercana al 50%.
4 Ello se debería no sólo al comentado aumento de los spreads sino tambien a la escasez de mano de obra.
5 El Indice de Precios al Consumidor registró en octubre una variación de 0.2%. Excluyendo alimentos y energéticos, es decir la medición "core", la variación fue similar.
6 El Banco de Inglaterra siguió el mismo camino al aumentar su tasa de referencia en 25 puntos básicos al 5.5%.
7 En 1997 la tasa de variación del PBI chino fue de 8.8%, en 1998 de 7.8%, y en 1999 concluiría en 6.6%.
8 Numerosas firmas todavía se encuentran afectadas por los resabios de la burbuja de la década del ochenta que dio lugar a la acumulación de cuantiosas deudas y al exceso de capacidad instalada.
9 En el último trimestre del año la economía japonesa no evidenciaría signos de crecimiento. A la ya mencionada reestructuración de las grandes corporaciones debe sumarse que la llegada del invierno pone un freno a las obras públicas.


arriba / top