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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Noviembre
1999
El
sostenido crecimiento de la economía estadounidense, la consolidación
de la recuperación en la Unión Europea y mejores perspectivas
para las economías japonesa y del sudeste asiático, permitirían
inferir que, a diferencia de los años recientes, la perspectiva
global apunta a un cuadro de menor liquidez en el inicio del
nuevo milenio. Y ello se confirma con las recientes decisiones
de la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo
de elevar las tasas de interés. Además, a excepción de Estados
Unidos, donde se prevé una desaceleración de la tasa de crecimiento
del PBI para el 2000, el nivel de actividad ha mejorado considerablemente
y con ello la demanda de fondos para inversión.
En el tercer trimestre del año, la economía
estadounidense registró un crecimiento anualizado del 4.8%
- de los últimos 12 trimestres, la tasa de crecimiento anualizada
logró ubicarse por encima del 3.0% en 10 oportunidades-. Asimismo,
recientes estimaciones del Commerce Department, que incorporaron
los gastos en software de computación como un inversión, llevaron
a corregir al alza la tasa de crecimiento promedio para el
período 1992 - 1998 a 3.6% frente a 3.2% estimado previamente.
Cabe preguntarse si a la luz de las propias condiciones de
la economía de EE.UU y al contexto mundial, que cambió significativamente
en el período citado, esta tendencia podría llegar a extenderse
en el corto plazo.
En este sentido, los factores que jugaron a favor en el pasado
han comenzado a revertirse y ahora pueden resultar perjudiciales.
Los precios del petróleo y de las materias primas se encuentran
en recuperación, por lo que el efecto positivo sobre los términos
de intercambio para Estados Unidos ha comenzado a desvanecerse,
a la par que el aumento en los niveles actividad en el resto
del mundo se encuentra generando una mayor presión de demanda
sobre el ahorro mundial, aumentando la tasa real de interés
a nivel global.
Ello a su vez está alterando la rentabilidad
relativa de los activos dentro y fuera de los Estados Unidos.
Este fenómeno da lugar a una presión bajista sobre el dólar
estadounidense, factor que debe agregarse a los efectos antes
mencionados. Con un déficit en cuenta corriente cercano al
4.5% del PBI pero también con un mercado accionario fuertemente
sobrevaluado que, efecto riqueza mediante, alienta el excesivo
endeudamiento de empresas y particulares, la Reserva Federal
se encuentra en un verdadero dilema pese a que por el momento
la inflación no da muestras de repuntar. La decisión de elevar
en 25 puntos básicos la tasa de Fondos Federales, pese a que
modificó su perspectiva en materia de inflación de positiva
a neutral, sería el primero de los pasos tendientes a lograr
una salida no traumática a la presente situación.
El Banco Central Europeo (BCE) decidió aumentar su tasa principal
de refinanciamiento
en 50 puntos básicos de 2.5% a 3.0%, retornándola al nivel
previo a abril de este año.
Para el organismo monetario, la maniobra obedecería a dos
razonespuntuales. En principio, pese
a que las variaciones anuales del Indice Armonizado de Precios
al Consumidor (IAPC)
se encuentran saludablemente por debajo del objetivo del 2%,
no se descarta que en los próximos meses, por efecto del aumento
del precio del petróleo y de las materias primas, se perciban
presiones sobre los precios. En este sentido, la maniobra
estaría destinada a controlar expectativas. En segundo lugar,
el aumento tiende a disminuir el componente de riesgo de la
tasa de interés que había comenzado a percibirse en los últimos
meses debido al problema del año 2000 (Y2K).
Japón se encuentra atravesando una etapa donde algunos indicadores,
como la producción industrial y el comercio exterior, parecerían
indicar que la economía se encuentra
en recuperación. No obstante, los factores que posibilitan
esta mejora serían de carácter transitorio y de hecho los
pronósticos para el año entrante no son muy optimistas.
China prosigue con su proceso de reconversión industrial en
un contexto donde el ajuste
de inventarios parece no haber concluido. Pese a que en Corea
la situación es similar,
la producción industrial mostró un fuerte incremento durante
septiembre. La creciente demanda de créditos para la industria
permite inferir que la tendencia podría continuar en el futuro
inmediato.
Estados Unidos
Con una tasa de crecimiento anualizada del 4.8% para el
tercer trimestre la economía de EE.UU logró continuar con
la tendencia evidenciada en los últimos años. Los principales
factores que contribuyen a explicar este comportamiento son
la inversión privada, que registró una variación anualizada
del 13.3%, el consumo privado con 4.9% y los gastos de defensa
del gobierno que aumentaron 9.9%. El deflactor del PBI sufrió
un incremento de 0.9%, el menor crecimiento trimestral de
los últimos 10 años. Asimismo, el Labour Department informó
que el Employment Cost Index (ECI o Indice de Costo del Empleo)
que registra el crecimiento de los salarios y otros costos
para los empleadores, sólo aumentó 0.8% en el mismo período
luego de haberlo hecho en 1.1% durante el segundo trimestre.
Simultáneamente, se dieron a conocer las cifras de crecimiento
trimestrales para el período 1992-1998 corregidas al considerar
los gastos en software de computación como inversiones. De
resultas, la economía habría registrado en dicho lapso un
crecimiento promedio trimestral 0.4 puntos porcentuales mayor
al indicado inicialmente, es decir 3.6% contra 3.2% anterior.
En otras palabras, esta forma de contabilizar la inversión
habría aumentado la tasa de crecimiento potencial de la economía
sin presiones inflacionarias. No obstante, los factores que
anteriormente jugaban a favor del mantenimiento de la estabilidad
de precios, cuando la economía se encontraba en el inicio
del actual ciclo, han comenzado a revertirse ahora que, si
bien no se evidencian síntomas claros de recalentamiento,
hay por lo menos señales de alarma. Los precios de los combustibles
se han recuperado marcadamente mientras que el restode los
commodities acompañan, rezagados, la suba. Los términos de
intercambio, netamente favorables a EE.UU en los años anteriores,
también están desmejorando. Pero fundamentalmente, el resurgir
del crecimiento en otras partes del mundo ha alterado la rentabilidad
en las distintas regiones. Como consecuencia de ello, ya no
es tan ventajoso invertir en los EE.UU (1) sino que
existen muy favorables posibilidades en la Unión Europea (ha
eliminado el riesgo cambiario y la economía se encuentra en
plena reactivación, alentando una ola de fusiones y adquisiciones)
o en Japón (2) (que posee el 30% del ahorro mundial
y donde si bien el consumo parece postergado, no ocurre lo
mismo con la producción industrial y las exportaciones).
La Reserva Federal se encontraría de este modo ante un dilema.
Estados Unidos necesita del financiamiento externo para solventar
el desequilibrio en cuenta corriente pero un importante aumento
de tasas podría generar fuertes efectos indeseables en momentos
en que el nivel de endeudamiento de los particulares supera
al ingreso disponible (sólo los intereses de esta deuda llegan
al 3.2% del mismo). Pero por otra parte, en la medida que
el sobrevaluado mercado accionario (3) siga alimentando
al efecto riqueza y con ello, el mayor gasto del sector privado,
el déficit en cuenta corriente seguirá aumentando.
A partir de esta situación es posible construir dos escenarios:
uno de "aterrizaje suave" y el otro menos favorable y con
menor probabilidad de ocurrencia, el "aterrizaje forzoso".
En el primero cabe esperar que, mediante moderadas correcciones
como la realizada por el FED, se genere una desaceleración
de la economía induciendo una corrección del fuerte desequilibrio
del sector privado. Si bien aún es prematuro anticipar su
efectivización, existen algunos indicios favorables. Los diferenciales
de tasas para créditos hipotecarios y de consumo se han elevado
en las últimas semanas. Se percibe una desaceleración en el
sector de construcción de viviendas (4) .
En general, los índices accionarios a excepción del Dow Jones
Industrial y del sector tecnología se movieron dentro de límites
acotados. La producción industrial, excluidos los sectores
de computadoras y semiconductores, ha crecido moderadamente.
Por último, el alza de los precios de la energía y la gradual
suba del Indice de Precios al Consumidor (CPI) comenzará a
pesar seguramente en el crecimiento del ingreso disponible
e indirectamente sobre los márgenes de rentabilidad de las
empresas. Todo ello, generaría una desaceleración sin mediar
una significativa intervención de la Reserva Federal.
El segundo escenario se caracteriza por la posibilidad de
que ante un incremento sumamente vigoroso del nivel de actividad
en la zona del euro, el BCE se vea obligado a elevar sus tasa
nuevamente y por otra parte, los términos del financiamiento
del desequilibrio estadounidense (dólar / tasas de interés)
dejen de ser lo suficientemente atractivos para los inversores
del exterior. Sobrevendría un significativo ajuste de naturaleza
recesiva que podría propagarse hacia la zona del euro y, en
mucho mayor medida, Japón que se encuentra sustentando parte
de su recuperación en las exportaciones.
Más allá de los escenarios elaborados, existe un elemento
distintivo en lo que a la Reserva Federal respecta: aún cuando
los índices de precios (5) no dejen trasuntar un peligro
inmediato,
el accionar del organismo monetario quedaría plenamente justificado
a la luz de los fuertes desequilibrios existentes en la economía
estadounidense.
Zona del Euro
El 4 de este mes, el BCE (6) decidió aumentar su
tasa principal de refinanciamiento en 50 puntos básicos, al
3%, para retrotraerla al nivel vigente antes de abril. Si
bien por el momento
la economía se encuentra creciendo, mal podría afirmarse que
la maniobra estuvo destinada
a aplacar peligros inflacionarios. El Indice Armonizado de
Precios al Consumidor, que hasta agosto había registrado una
tasa interanual de variación promedio próxima a 1.0% - en
agosto se ubicó en 1.2%- , se encuentra holgadamente por debajo
de la meta de crecimiento anual de precios, 2.0%. No obstante,
el organismo monetario consideró oportuno ejecutar la medida
para aplacar
las expectativas del mercado y para eliminar el premio que
comenzaba a percibirse sobre las tasas para créditos originados
en el Y2K.
De todas formas, la medida contribuirá a moderar el fuerte
crecimiento del crédito, que se explica en mayor parte, por
el financiamiento al sector privado. En efecto, durante agosto,
el crédito total creció respecto de igual período de 1998,
7.8%, pero el dirigido a las empresas y consumidores lo hizo
en 9.9%. Tres factores contribuyen a explicar este comportamiento.
El primer lugar la reactivación que se está verificando y
que se ve confirmada por los índices de confianza de empresas,
ventas minoristas y consumidores. En segundo término, numerosos
agentes se anticiparon a obtener financiamiento en previsión,
tal como ocurrió a comienzos de mes, de que el BCE aumentara
su tasa de interés. Por último, la reactivación y la consolidación
de la moneda única, que provocó la desaparición del riesgo
cambiario dentro de la Eurozona, ha dado lugar a una nueva
ola de fusiones y adquisiciones, a la par que repercutió sobre
los precios de viviendas y terrenos.
Aun cuando no se vislumbren presiones sobre los precios, se
presume que el aumento sostenido que ha venido sufriendo el
precio del petróleo desde febrero de este año, impactará finalmente
sobre el IAPC. No obstante, dicho aumento se ha compensado
hasta el momento con la baja en los precios de los alimentos
no elaborados. De todas formas, la tasa de variación de la
"core inflation", es decir aquella medición que excluye los
precios de los energéticos y los alimentos estacionales, se
mantiene en 0.9% anual desde mayo pasado. Por otra parte,
el aumento del precio del crudo ha repercutido sobre los precios
de los bienes industriales en forma gradual y se presume que
en el futuro inmediato ello se trasladaría al componente de
bienes industriales no energéticos del IAPC. En materia de
nivel de actividad, el significativo incremento de la producción
industrial registrado hasta el presente se sustentó en la
demanda interna dado que a partir del primer trimestre de
1998, la crisis asiática se hizo sentir.
Se espera asimismo que durante el presente trimestre la producción
industrial alcance un pico ya que para el año entrante las
condiciones externas no serían tan favorables. En parte por
el menor crecimiento de la economía estadounidense y en segundo
lugar porque se presume que la vertiginosa recuperación del
Sudeste Asiático podría perder empuje para dar lugar a tasas
mucho más moderadas de crecimiento.
BOX I
LAS PROYECCIONES DEL FMI PARA EL AÑO 2000
En la última edición del World Economic Outlook´, octubre
de 1999, el Fondo Monetario Internacional traza un panorama
más optimista para la economía mundial. Los pronósticos de
crecimiento fueron elevados, tanto para este año como para
el entrante. El organismo prevé un crecimiento global de 3.0%
para este año y de 3.5% para el 2000, lo que representa una
mejora de 0.7% y 0.1% respectivamente en relación a las estimaciones
efectuadas en mayo.
Proyecciones de Crecimiento para
la Economía Mundial, tasas anuales en % |
Región |
1997 |
1998
|
1999 |
2000
|
Producto Mundial |
4.2 |
2.5
|
3.0 |
3.5 |
Países Industrializados |
3.0 |
2.4 |
2.6 |
2.5 |
Area
del Euro |
2.4 |
2.8 |
2.1 |
2.8 |
Economías
Asiáticas recientemente industrializadas |
5.8 |
-1.8 |
5.2 |
5.1 |
Países
en Desarrollo |
5.8 |
3.2 |
3.5 |
4.8 |
Africa |
3.1 |
3.4 |
3.1 |
5.0 |
Asia |
6.6 |
3.7 |
5.3 |
5.4 |
Medio Oriente y Europa |
4.5 |
3.2 |
1.8 |
3.1 |
Hemisferio
Occidental |
5.3 |
2.2 |
0.1 |
3.9 |
Fuente: CEP en base a World Economic Outlook, Octubre de 1999.
De acuerdo con las proyecciones, se anticipa una desaceleración
de la tasa de crecimiento de los Estados Unidos que alcanzaría
a 3.7% este año para reducirse a 2.6% en el próximo. Se espera
que la economía japonesa crezca 1.0% en 1999 y 1.5% en el
2000, luego de haber sufrido una contracción del 2.8% en 1998.
Las principales economías europeas, luego de la desaceleración
del año en curso, volverían a crecer a tasas más elevadas:
Alemania 2.5% (sólo 1.4% en 1999), Francia 3.0% (2.5%) e Italia
2.4% (1.1%).Si bien en Asia se consolidaría la tendencia de
aumento del PBI, China volvería a crecer por tercer año consecutivo
(7) a un ritmo menor que en los anteriores: para el
año próximo "sólo" lo haría en 6.0%. Por último, Rusia luego
de haber sufrido una fuerte contracción en 1998, con un retroceso
del PBI de 4.8%, no registraría crecimiento alguno durante
este año para volver a crecer en el 2000 en 2.0%. Pese a lo
favorable de los pronósticos, el organismo reconoce que existen
factores que pueden hacer peligrar el escenario. En el caso
específico de los Estados Unidos, se adoptó una alternativa
de "soft landing" o desaceleración moderada, pero la existencia
de un mercado accionario sobrevaluado, el fuerte retroceso
del ahorro de las familias hasta convertirlas en deudoras
netas, las elevadas erogaciones de las empresas y el relativamente
alto valor del dólar -si se tienen en cuenta los "fundamentals"
de mediano plazo - podrían dar lugar a un contexto menos deseable
- "hard landing" o aterrizaje abrupto -. En particular, si
ello llegara a producirse habría que evaluar hasta que punto
las economías de la zona del euro y las del sudeste asiático
podrían llegar a asumir el rol de "comprador de última instancia"
que vino desempeñando Estados Unidos en los últimos años.
Siempre considerando el escenario más favorable, se espera
un más que significativo crecimiento en el volumen del comercio
mundial aunque sin llegar al crecimiento experimentado en
1997.
Volumen
del Comercio Mundial en Bienes y Servicios, tasas anuales
en % |
Comercio Mundial |
1997 |
1998
|
1999 |
2000
|
Volumen |
9.9 |
3.6
|
3.7 |
6.2 |
Deflactor
en Dólares |
-4.9 |
-5.1 |
-0.8 |
1.4 |
Vol.
Exportaciones Economías Industrializadas |
10.3 |
3.2 |
3.0 |
6.2 |
Vol. Exportaciones Economías en Desarrollo |
11.4 |
4.9 |
2.4 |
5.6 |
Vol. Importaciones Economías Industrializadas |
9.2 |
4.8 |
5.9 |
5.9 |
Vol. Importaciones Economías en Desarrollo |
11.4 |
-1.3 |
1.1 |
7.2 |
Términos de Intercambio Economías Industrializadas |
-0.5 |
1.2 |
0.8 |
-0.3 |
Economías en Desarrollo |
0.9 |
-6.6 |
1.5 |
1.2 |
Precios del Comercio en Dólares Manufacturas |
-7.8 |
-1.5 |
-1.4 |
0.9 |
Petróleo |
-5.4 |
-32.1 |
27.7 |
7.8 |
Resto
de Materias Primas |
-3.3 |
-14.8 |
-7.2 |
3.4 |
Fuente: CEP en base a World Economic Outlook, Octubre de 1999.
El precio del petróleo continuaría su recuperación. En el mercado
estadounidense, donde registró una cotización promedio de US$
13.07 por barril durante 1998, cerraría este año a US$ 16.70
por barril y tendría una cotización promedio de US$ 18.00 por
barril durante el año próximo. Pese a ello, la tasa de inflación
en las economías avanzadas, medida por los precios al consumidor,
aumentaría marginalmente al pasar de 1.4% este año a 1.8% el
año que viene. Para las economías en desarrollo se verificaría
un nuevo descenso: de 6.7% de variación anual durante 1999 pasaría
a 5.8% en el 2000.
Asia
En Japón tanto la producción industrial como las exportaciones
se encuentran dando señales de mejoras lo que podría dar lugar
a pensar que el deterioro de las condiciones económicas parecen
haber cesado. No obstante, todavía es prematuro afirmar que
dicha recuperación sea autosustentable debido a que la demanda
interna carece de fortaleza. Los factores que contribuyen a
este comportamiento están dados por el fuerte proceso de reestructuración
industrial (8) , que frena nuevas inversiones - de hecho
la inversión bruta fija retrocedió en los últimos meses - y
la retracción en el ingreso de los trabajadores, que se explicaría
mayormente por el aumento del desempleo causado por el ajuste
de las empresas. No obstante, la mayoría de los analistas ha
corregido sus pronósticos de crecimiento para el año entrante,
ubicándolo por encima del 1.0% cuando a principios de año se
estimaba un nuevo retroceso en el 2000.
La revisión de las cifras estaría justificada por un mayor ímpetu
de la demanda interna (9) -hasta ahora la única fuente
expansiva de dicho agregado estuvo dada por los mayores gastos
del sector estatal- ya que se presume que el aporte del comercio
exterior será mucho menor debido a un descenso esperado en la
tasa de crecimiento estimada para los Estados Unidos y a que
la recuperación de las economías del Sudeste Asiático ha alcanzado
un pico para dar paso a tasas de crecimiento mucho más moderadas.
En China la producción industrial registró durante octubre un
retroceso cercano al 7% frente a igual mes de 1998. No obstante,
dicha baja estaría motivada en primer lugar por el elevado nivel
registrado un año atrás y por la menor cantidad de días laborales
como consecuencia del aniversario de la revolución. Si se analiza
lo ocurrido en lo que va del año se ponen en evidencia las medidas
oficiales tendientes a reactivar la economía. Ello se deduce
a partir del más alto crecimiento de la producción industrial
en el rubro industria pesada, ya que abastece a todos los proyectos
impulsados desde el Estado para infraestructura, que creció
7.6%, que el de la industria liviana - bienes para el consumo
privado - con un aumento del 6.2%. Pero lo más importante por
el lado de China es el acuerdo alcanzado con los Estados Unidos
y que representaría el primer paso para el ingreso a la Organización
Mundial de Comercio, dado que aún debera entablar las respectivas
negociaciones con la Unión Europea. La producción industrial
mostró en Corea un aumento anual del 18.1% en septiembre. Esta
situación se origina, más que en la demanda interna, en el favorable
comportamiento de las exportaciones. El superávit comercial
para el año en curso podría ubicarse cómodamente entre US$ 23500
millones y US$ 25000 millones.
Brasil
La amenaza inflacionaria frena la caída de las tasas de interés
En el centro de la coyuntura económica sobresale la preocupación
en torno de la amenaza que significa para el programa económico
la aceleración de la tasa de inflación que se observó en los
últimos dos meses. Si bien los precios mayoristas comenzaron
en agosto a mostrar una marcada aceleración, los minoristas
comenzaron recién en octubre a mostrar una tendencia alarmante.
La inflación minorista acumulada hasta el mes de octubre es
de tan solo 6.6% y de continuar con los guarismos que registró
en el último mes (+1%) terminaría el año cerca de un 9% anual.
En cuanto a los precios mayoristas, la situación no es tan alentadora
debido a que acumula
en septiembre un crecimiento del 22.5%, y de continuar con la
tendencia que viene registrando en el último mes acumularía
a lo largo del año un crecimiento cercano al 30%. A partir de
la devaluación, la brecha entre precios minoristas y mayoristas
se amplió constantemente.
Si bien resulta lógico que la devaluación fuerce la recomposición
a favor del aumento relativo de los mayoristas, hasta ahora
la recomposición hace que éstos se encuentren aproximadamente
16 puntos porcentuales por encima de los minoristas (ver síntesis
gráfica internacional) y podría llegar a alcanzar los 20 puntos
porcentuales al finalizar el año. La cotización actual del dólar,
apenas por debajo de los dos reales por unidad, dificulta las
posibilidades de contener el aumento de precios mayoristas,
ya que en esta canasta tienen una elevada ponderación los bienes
transables.
Aunque la experiencia de los países que recientemente devaluaron
sus monedas muestra que es posible sostener esta corrección
entre transables y no transables, especialmente en una economía
cuyo comercio exterior apenas representa el 15% del PBI, surge
inevitablemente la duda sobre si no se está atravesando por
un proceso de inflación reprimida, que concluirá cuando comience
a recuperarse el ritmo de actividad y los aumentos en los precios
mayoristas comiencen a ser transferidos a los precios al consumidor.
En términos desestacionalizados, la producción industrial de
agosto y septiembre se encuentra prácticamente en los mismos
niveles que el mismo período del año pasado. Teniendo en cuenta
que la contracción en la industria se profundizó en esos meses
(ago-sep-98), es de esperar que a partir de octubre comiencen
a observarse variaciones interanuales positivas. De igual forma,
el PBI correspondiente al último trimestre de 1999 probablemente
se vea favorecido por el bajo nivel que tuvo en el último trimestre
del año pasado, por lo que puede llegar a alcanzar una variación
interanual positiva.
Como herramienta de estabilización las autoridades monetarias
de Brasil adoptaron una política de "metas inflacionarias",
que implica un mecanismo de coordinación para la fijación de
precios y salarios de la economía en función del desempeño del
índice deinflación (el índice elegido es el IPCA; la ponderación
de los productos transables dentro de este índice es de 2/5).
Con este tipo de objetivo de política monetaria, la solvencia
fiscal y la cotización de la moneda externa se tornan cruciales
para definir y monitorear la sustentabilidad de la meta inflacionaria.
En materia fiscal, las medidas provisorias necesarias para cubrir
la crisis fiscal en el corto plazo requieren el apoyo de la
Corte Suprema de Justicia, mientras que la reforma fiscal de
fondo requiere del apoyo parlamentario para enmendar la constitución.
La sanción de nulidad de la Corte respecto a la contribución
previsional de los empleados públicos retirados y en actividad,
y la baja popularidad que registra el presidente en las encuestas,
muestran las dificultades que enfrenta el gobierno para obtener
el sustento político y jurídico que requiere la reforma en uno
y otro ámbito. En este contexto, surgen temores sobre el grado
de cumplimiento de la meta de déficit fiscal pactada con el
FMI para el año próximo, una vez que caduquen las medidas provisorias.
El encarecimiento de la tasa de interés internacional, una porción
creciente de deuda pública indexada por el tipo de cambio o
nominada en moneda extranjera, junto con la dificultad para
continuar disminuyendo las tasas de interés domésticas debido
a la necesidad prioritaria de frenar el rebrote inflacionario,
hacen que el componente financiero del déficit fiscal aumente
afectando el déficit total del sector público. Por otra parte,
continúa la fuerte presión sobre el mercado de cambios que se
viene registrando desde agosto. A partir de este mes el banco
central comenzó a ofrecer al mercado títulos públicos indexados
por el tipo de cambio, que al ofrecer cobertura cambiaria más
un 12% de interés anual disminuyeron sensiblemente la presión
de demanda en el mercado de divisas. Sin embargo, este tipo
de instrumentos implicaba asumir el costo de dolarizar excesivamente
la deuda pública, con el riesgo de que ésta aumentara exponencialmente
ante una nueva devaluación.
Las autoridades monetarias decidieron disminuir la oferta de
este tipo de instrumentos, ante lo cual aumentó la presión de
demanda en el mercado cambiario, provocando el aumento del dólar
a valores superiores a R$1.95 por dólar, superando incluso los
R$2 a mediados del mes de octubre. A estas fuentes de incertidumbre
hay que sumarle el flaco desempeño de la balanza comercial que
arrojó un déficit acumulado en los primeros diez meses del año
en torno a los mil millones de dólares. En este período las
importaciones cayeron un 16.5%, mientras que las exportaciones
acumulan una caída del 9.5% respecto al mismo período del año
anterior.
Notas
1
Los rendimientos de los bonos del gobierno han aumentado en
todas partes, inclusive Japón,
y no sólo en los Estados Unidos. Tomando como ejemplo el rendimiento
de los bonos del gobierno a 10 años de plazo, en setiembre el
rendimiento en EE.UU era de 5.91% contra un mínimo (de los últimos
meses) de 4.58% en octubre de 1998; en Japón para iguales meses,
el rendimiento era de 1.75% contra un mínimo de 0.82% y en la
Unión Monetaria en septiembre el rendimiento llegó a 5.24% contra
un mínimo de 3.82% en enero de este año.
2 Donde dicho sea de paso la economía creció a una tasa
anualizada de casi el 3.0% en la primera mitad del año.
3 Una estimación relativamente reciente compara el nivel
alcanzado por tres ratios con su nivel promedio histórico. Las
razones son capitalización de mercado para las empresas del
sector no financiero sobre patrimonio neto, precio sobre ganancia
(price earning ratio) y dividendos sobre cotizaciones. Para
volver a su nivel histórico, el mercado necesitaría en promedio,
una corrección bajista cercana al 50%.
4 Ello se debería no sólo al comentado aumento de los
spreads sino tambien a la escasez de mano de obra.
5 El Indice de Precios al Consumidor registró en octubre
una variación de 0.2%. Excluyendo alimentos y energéticos, es
decir la medición "core", la variación fue similar.
6 El Banco de Inglaterra siguió el mismo camino al aumentar
su tasa de referencia en 25 puntos básicos al 5.5%.
7 En 1997 la tasa de variación del PBI chino fue de 8.8%,
en 1998 de 7.8%, y en 1999 concluiría en 6.6%.
8 Numerosas firmas todavía se encuentran afectadas por
los resabios de la burbuja de la década del ochenta que dio
lugar a la acumulación de cuantiosas deudas y al exceso de capacidad
instalada.
9 En el último trimestre del año la economía japonesa
no evidenciaría signos de crecimiento. A la ya mencionada reestructuración
de las grandes corporaciones debe sumarse que la llegada del
invierno pone un freno a las obras públicas.
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