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Síntesis
de la Economía Real.
Síntesis Internacional - Septiembre
1999
Tal como lo preveían los
mercados, el 24 de agosto la Reserva Federal resolvió elevar
nuevamente la tasa de Fondos Federales en 25 puntos básicos
(p.b.) llevándola a 5.25%. No por anticipada, la decisión
sigue planteando interrogantes. En principio, cabe preguntarse
si el deseo del organismo monetario es retornar solamente
a los niveles de tasas previos a las sucesivas crisis que
desencadenaron la reducción de la Fed Funds Rate a fines de
1998 u obedece a una medida preventiva originada en el recalentamiento
de la economía estadounidense, aún cuando el FED afirme haber
asumido una perspectiva neutral en la materia.
Hasta el presente, Wall Street no parece haber tomado demasiada
nota de los intentos de Alan Greenspan por frenar su vertiginoso
crecimiento. Las sucesivas correcciones de las tasas de interés
no fueron obstáculo para que el Dow Jones Industrial volviera
a subir dando sustento a aquellos que lo señalan como la mejor
evidencia de una "burbuja" financiera, cuya explosión (léase
caída generalizada y abrupta de las cotizaciones) tendría
graves consecuencias para la economía mundial.
Pero por otros frentes, la situación también despierta temores.
El déficit comercial de EE.UU acumulado a junio de este año
llegó a US$ 118141 millones frente a US$75298 millones, lo
que representa un aumento del 56.8% (1). Los mercados
de divisas se hicieron eco del desequilibrio generando un
significativo retroceso del dólar frente al yen y cuestionando
la sostenibilidad de un desequilibrio en cuenta corriente
tan abultado y en aumento.
Aun cuando la economía de EE.UU se desacelere en forma no
traumática en el mediano plazo, la noticia favorable está
dada por la recuperación de otras regiones -Europa, Sudeste
Asiático y Japón-, lo que contribuiría a un panorama más equilibrado
en materia de crecimiento. Las dos principales naciones de
la zona del euro, Alemania y Francia, han retornado a la zona
de crecimiento sustentadas en el consumo doméstico. Aquellas
más dinámicas como Irlanda, España, Holanda y Portugal siguen
en la misma senda y hasta para Italia, favorecida por la recuperación
del comercio internacional, se pronostica un aumento del PBI
aunque muy por debajo de las anteriores.
En Asia, Japón da muestras de una incipiente recuperación
luego de los sucesivos paquetes destinados a reimpulsar su
alicaída economía. El PBI del primer trimestre del año registró
una suba del 2% frente al período inmediato anterior, aunque
frente a un año atrás el aumento es insignificante, sólo 0.1%.
No obstante los pronósticos sobre la economía japonesa muestran
un sensible mejora. En China, la deflación de precios se ha
desacelerado, favorecida por una expansiva política monetaria,
lo que contribuye a ahuyentar los temores de una posible devaluación
para reactivar la economía, por lo menos para lo que resta
del año. La recuperación de la demanda privada explica la
casi totalidad del fuerte aumento del PBI registrado por la
economía coreana: 9.8% anual en el segundo trimestre del año.
Estados Unidos
Elevando
la tasa de Fondos Federales a 5.25%, la Reserva Federal contestó
afirmativamente las presunciones del mercado que descontaban
la maniobra. Dada la recuperación de las economías en otras
regiones, es decir aventado el peligro de que el aumento de
tasas repercutiera desfavorablemente sobre los mercados emergentes(2),
mantener las tasas de interés muy por debajo de los niveles
previos a la crisis hubiera sido peligroso en materia de control
de la inflación cuando la demanda interna sigue dando pruebas
de mantener intacto su empuje. Desde este punto de vista,
bien podría afirmarse que al aumentar las tasas de interés
en sólo 25 p.b. la Reserva Federal actuó preventivamente pero
también dejó la puerta abierta para una nueva modificación,
aun después de comunicar que su nueva perspectiva respecto
del aumento de precios es neutral (3). Pese a ello, no se
perciben cambios significativos en el panorama general de
la economía estadounidense.
Tarde o temprano, el excesivo empuje de la demanda agregada
repercutirá sobre el mercado laboral (cuyas condiciones son
de por sí de elevada tirantez con la tasa de desempleo en
4.2% durante agosto), y ello se hará sentir a su vez sobre
las remuneraciones y con posterioridad sobre los precios.
Pese a que algunos suponen que los indicadores muestran todavía
un panorama "mix", conviene repasar brevemente algunas evidencias.
Si bien el crecimiento del PBI en términos reales del segundo
trimestre fue revisado a la baja, 1.8% frente al 2.3% anunciado
anticipadamente, ello fue producto de la variación de inventarios
y del déficit comercial. En realidad, el crecimiento de la
demanda doméstica fue corregido en alza, del 3.9% al 4.3%,
dada la fuerte corrección practicada al consumo que pasó de
un aumento del 4% a uno de 4.6%. Aunque el ingreso personal
creció por debajo de lo esperado en julio, sólo 0.2%, ello
fue producto de los extremadamente volátiles subsidios agrícolas,
que en dicho mes mostraron una caída del 54% frente a una
mejora del 104% en el mes anterior.
En realidad, el crecimiento del ingreso se reflejó mayormente
en el incremento de 0.7% registrado en remuneraciones y salarios
durante julio. Con este aumento, la tasa de crecimiento anual
desde marzo pasó a crecer al 6.25%, otorgando un empuje adicional
a los gastos en consumo. Los precios de las materias primas
también pueden contribuir a complicar el panorama. A la reciente
recuperación del petróleo (4) debe agregarse que para el resto
de los productos los precios han comenzado a consolidarse,
o en otros términos, han dejado de caer, hecho muy razonable
a la luz de la recuperación de las economías más golpeadas
por las crisis de los últimos años. Asimismo, el bajo nivel
de inventarios estarían dando lugar a una recuperación de
la producción manufacturera en los Estados Unidos agregando
presión adicional sobre los "commodities". Simultáneamente
algunos componentes del CPI pueden dejar de tener el favorable
comportamiento observado hasta el presente(5). Más allá de
que pueda afirmarse o no que Wall Street se encuentra atravesando
una etapa con activos exageradamente valuados, conviene analizar
qué es lo que los inversores extranjeros piensan de ello.
Al respecto, el retroceso del dólar frente al yen parecería
indicar que se estaría produciendo un cambio de portfolio
a favor de activos japoneses y en desmedro de activos estadounidenses
(6).
Por un lado las acciones japonesas cuentan con mayor potencial
alcista en la medida que Japón se recupere. Además, las empresas
japonesas no se ven amenazadas por una eventual corrección
de tasas de interés por parte del Banco de Japón, peligro
que si alcanza a las estadounidenses. Por último, el déficit
en cuenta corriente, que creció 17.5% en el segundo trimestre
respecto del primero, permite inferir que tarde o temprano
tendrá que haber corrección. En la medida que el retroceso
del dólar se acelere, podría originarse un desplazamiento
de la demanda estadounidense desde bienes importados hacia
bienes domésticos agregando un factor más de presión sobre
los precios internos. En síntesis, aunque el FED haya adoptado
un criterio neutral y se decida por no alterar las tasas de
interés en su reunión del 5 de octubre ello no significa que
mantendrá su postura por lo que resta del año.
Por el contrario, pese a que los indicadores usuales en materia
de inflación (CPI, PPI (7) y Ganancias Promedio Horarias)
no indiquen peligro en el muy corto plazo, otros estarían
denotando la existencia de presiones no tan incipientes, lo
que sumado al descenso del dólar y el creciente desequilibrio
en cuenta corriente, podría dar motivo a alteraciones durante
los dos últimos meses del año. Podría llegar a existir un
motivo adicional: que el organismo monetario estadounidense
se decida adoptar un manejo de las tasas de interés procíclico
ya superadas las crisis de los últimos años.
BOXIII: EL PROBLEMA DEL AÑO 2000
Y LA ECONOMÍA MUNDIAL
Lo
que últimamente ha pasado a conocerse como el problema del
Y2K es el impacto, potencialmente enorme en la medida que
no se hayan adoptado las medidas para evitarlo, que generará
en todas aquellas actividades dependientes de la tecnología
de la información. Al margen de las sumas ya invertidas para
minimizar sus consecuencias (8), el "Y2K problem" como se
lo conoce en la jerga, puede llegar a tener y de hecho está
teniendo incidencia sobre la economía mundial. He aquí una
pequeña reseña: 1) Las instituciones financieras muy pequeñas
podrían verse afectadas por dos circunstancias. La primera
se debería a la no adopción de medidas destinadas a atacar
el problema debido a bajos presupuestos. Pero aún cuando las
hubieran adoptado, podrían afrontar un retiro masivo de depositantes
deseosos de colocar sus fondos en instituciones presumiblemente
más seguras. 2) Problemas en los mercados en la medida en
que las compras, ventas, pagos, liquidaciones, control de
inventarios, actualizaciones, giros, "clearing" y demás actividades
dependan de sistemas no actualizados. 3) Anticipándose a la
posibilidad de tener que enfrentar retiros masivos por parte
de su depositantes, numerosas instituciones financieras han
procurado mejorar la calidad de su "colateral", activos sumamente
líquidos, preferentemente bonos del gobierno de corto y largo
plazo. En el caso particular de Estados Unidos, ello se tradujo
en una demanda de títulos que se ubica por encima de las registradas
en los años anteriores para esta misma época. 4) Un problema
adicional para las instituciones bancarias de este último
país estaría dado por la utilización intensiva de líneas de
crédito destinadas a atender situaciones de iliquidez transitorias
durante la emisión de "commercial papers". El mecanismo funciona
de esta forma: las emprersas estadounidenses confeccionan
programas de emisión de títulos de muy corto plazo, 30 días,
para financiarse directamente en el mercado de capitales dejando
a la institución bancaria las posibilidad de efectuar la colocación
de cada de una de las emisiones. Esta última a su vez deja
a disposición del emisor una línea de crédito para el caso
de que al momento de efectuar el "roll over", la empresa se
vea enfrentada a condiciones poco favorables en el mercado.
Se presume, que a fin de evitar potenciales situaciones riesgosas
a medida que se aproxima el fin de año, las empresas podrían
llegar a volcarse masivamente en estas líneas de crédito como
sustituto de nuevas emisiones. Dado que el volumen de deuda
vigente emitida por el sector corporativo no financiero asciende
a US$ 250000 por mes, el impacto sobre el sistema bancario
sería apreciable. 5) Se maneja la hipótesis sobre una eventual
transferencia de fondos desde pequeñas hacia grandes instituciones
a medida que se aproxime el fin de año. Ello podría producirse
en aquellos países donde los depositantes presuman que las
instituciones pequeñas no se prepararon lo suficiente para
atender el problema. Las consecuencias sobre estas últimas
podrían ser muy severas especialmente en aquellos países con
antecedentes de corridas bancarias. 6) Los más pesimistas
llegan a pronosticar que hasta podrían desatarse crisis de
liquidez regionales en la medida que los bancos o instituciones
de una zona se vean masivamente afectados por los temores
de los inversores.
La simple enumeración no significa que los hechos vayan a
materializarse indefectiblemente. Los bancos centrales han
extremado medidas para que ello no ocurra: desde disposiciones
relativas a la liquidez y habilitación de líneas especiales
de redescuento hasta una revisión previa y exhaustiva de los
sistemas de informática. Pero indudablemente algunos problemas
pueden hacerse presente. Y debe tenerse en cuenta que aun
cuando logre salvarse el escollo que representa el pasaje
al año 2000, los especialistas opinan que algunos problemas
podrían extenderse hasta un año y medio después de la fecha
crucial.
Zona
del Euro
Las economías de los países que conforman la zona del euro
se encuentran definitivamente en recuperación a tal punto
que muchos de los pronósticos de crecimiento elaborados a
comienzos de año han debido ser corregidos al alza: el PBI
de la "eurozona" crecería 2% este año y 3% en el próximo.
Simultáneamente, la inflación permanecería por debajo del
límite del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE):
para 1999 el incremento anual de precios (9) llegaría al 1.4%
en tanto que para el año próximo en 1.5%. Tres elementos claves
se encuentran sustentando este comportamiento: en primer lugar,
el recorte de tasas de interés practicado por el Banco Central
Europeo en abril de este año (10); luego, el retroceso del
euro durante la primera mitad del 1999 contribuyó, junto a
la recuperación de las economías del sudeste asiático, a mejorar
la perfomance exportadora de la región; y por último, las
empresas que acumularon inventarios en los últimos meses de
1998 cuando la demanda era sumamente frágil, han culminado
el proceso de liquidación y de a poco comienzan a reconstituirlos
para hacer frente a una demanda más enérgica.
Es en esta generalizada recuperación en la que se asientan
las bases para las reformas estructurales tan necesarias para
la hasta hace poco rígida economía europea. El BCE, entre
otros, sostiene con razón que es mucho más sencillo implementar
las reformas en un período de expansión que en uno de contracción.
Observa que en este contexto cabe ser moderadamente optimista
aunque aclaró que la reducción de los desequilibrios fiscales
registradas hasta el presente se debe más a los menores pagos
en concepto de servicio de la deuda, debido a la marcada caída
de las tasas de interés, que a las reformas practicadas hasta
el presente.
En Alemania, los índices de confianza tanto del sector negocios
como de los consumidores han mostrado mejoras en los últimos
meses. Los pronósticos de crecimiento para el PBI germano
han sido corregidos en alza del 2% al 2.5% (11) en tanto que
la inflación se ubicaría en 0.6% para este año y 1.2% para
el próximo. Pero quizás, las noticias más favorables no vengan
desde el lado de los indicadores coyunturales sino por el
lado de las reformas estructurales. En realidad, dichas reformas
han comenzado a materializarse hasta el presente más por las
duras condiciones de competencia que impone el mercado que
por decisión gubernamental. Los sectores de telecomunicaciones
y energía se encuentran liderando las transformaciones. Como
hecho anecdótico, cabe mencionar que la llegada de una cadena
estadounidense de supermercados inició una tendencia que pronto
se propagó al resto de los comercios: la apertura los días
domingos. Por otra parte, la llamada "Tercera Vía", no sería
contraria a condiciones más flexibles en el mercado laboral.
De todos modos, la situación demográfica forzaría modificaciones:
la población alemana envejece y cada vez existe un mayor número
de jubilados por trabajador activo lo que torna dificultosa
la financiación del sistema previsional. Francia ha sido el
país de la eurozona donde la recuperación se ha sentido en
forma más vigorosa, en parte favorecida por las condiciones
que terminaron beneficiando al resto de los países de la región
pero también por una recuperación de carácter cíclico acompañada
por reformas de índole estructural. Dado el comportamiento
del PBI observado durante los dos primeros trimestres, es
muy probable que la economía finalice el año con un crecimiento
muy cercano al 2.5%, tal como se estimaba desde la órbita
oficial. Las exportaciones crecieron 1.8% en términos reales
durante el segundo trimestre mientras que el gasto agregado
se mantuvo en línea con las previsiones.
De todas formas, se espera que durante el tercer trimestre
el consumo siga creciendo. Por ejemplo, el registro de automóviles
nuevos creció 38%, ajustado por estacionalidad, en el período
junio-agosto. Por otra parte, los gastos en inversión aumentaron
significativamente. Las respuestas a este comportamiento estarían
dadas por la transformación de las telecomunicaciones y una
actitud preventiva frente a los potenciales problemas en los
sistemas informáticos del año 2000. No obstante, el principal
motivo estaría dado por la desregulación de los antiguos monopolios
del gobierno en el área de servicios públicos.
En
el plano de las reformas, la imposición de la semana laboral
de 35 horas ha permitido a los empresarios introducir cláusulas
más flexibles. Los impuestos (12) sobre la nómina salarial
se están eliminando en forma progresiva: ya se lo ha hecho
para todos aquellos trabajadores que ganan hasta 1.3 veces
el salario mínimo. Para Italia se espera un crecimiento del
PBI ligeramente superior al 1%. Los índices de confianza tanto
de empresarios como de consumidores permiten detectar un mayor
grado de optimismo, lo que unido a la recuperación de la produción
industrial en los últimos meses y a un déficit de 2.4% del
PBI, menor al esperado, contribuyen a brindar un panorama
más positivo de la economía. No obstante, la brecha entre
las tasas de crecimiento del resto de los países de la zona
del euro y la italiana es importante y difícilmente se reduzca
debido a la falta de reformas estructurales.
La adopción de euro ha impuesto una fuerte restricción al
sector exportador que no contará con los beneficios emanados
de la devaluación de la lira para mejorar su competitividad.
Por lo pronto, las autoridades han optado por diferir las
transformaciones estructurales, entre las cuales, la de reforma
del sistema previsional sigue siendo la más importante. Asia
Lentamente, los indicadores económicos muestran mejoras que
permitirían anticipar que la economía japonesa se encuentra
en la senda de la recuperación sostenida. En efecto, en el
segundo trimestre del año el PBI registró un crecimientio
del 0.2% frente al trimestre anterior (2% la cifra para el
primer trimestre) y 0.8% frente a igual período de 1998. El
consumo creció por encima de lo pronosticado, 0.8% frente
al trimestre anterior al igual que la inversión privada residencial,
16.1%. Las exportaciones mostraron un aumento del 0.9% luego
de no mostrar variación en el primer trimestre respecto del
último de 1998.
Las importaciones crecieron sólo 0.7% luego de haberlo hecho
2.8% en el primero. En materia de comercio exterior se encuentran
operando dos fuerzas encontradas: mientras que por un lado
la apreciación del yen frente al dólar impone una seria limitación
a las ventas japonesas al exterior, por el otro, la recuperación
de la demanda de productos japoneses por parte de las economías
del sudeste asiático otorga cierto alivio al sector exportador.
No obstante, en otros frentes la economía sigue mostrando
señales contradictorias. Mientras que por un lado el número
de quiebras disminuyó 8.6% durante agosto respecto del mismo
mes de 1998, las ventas minoristas de julio se ubicaron 2.5%
por debajo de las igual mes de dicho año. Los precios mayoristas
domésticos cayeron en agosto 1.3% frente a agosto de 1998
aunque registran una mejora de 0.1% frente a julio de este
año. Como se observa, resultados encontrados que difícilmente
induzcan a un organismo monetario como el Banco de Japón a
introducir mayores modificaciones en su política caracterizadamente
conservadora.
En cambio, en Corea se estaría verificando una fuerte recuperación
a punto tal que las políticas monetarias y fiscales se encuentran
dando indicios de tornarse menos expansivas. Durante el segundo
trimestre del año el PBI registró un crecimiento anual del
9.8% (4.6% de aumento en el primer trimestre y caída del 7.2%
en el segundo trimestre de 1998). El orígen de este aumento
radica en la demanda privada: exportaciones (13) (16% de aumento),
consumo (9%) e incrementándose, la inversión (4.9%). El fuerte
aumento de las exportaciones es particularmente significativo
si se tiene en cuenta que durante el primer trimestre, cuando
aumentaron 12.4%, la moneda coreana se encontraba fuertemente
subvaluada frente al yen (cerca de 15%) y al dólar estadounidense
(10% aproximadamente).
Entre los sectores más pujantes, se destaca el manufacturero
con un crecimiento del 20.1% en el segundo trimestre. Este
fuerte aumento de la producción no está destinado a recomponer
inventarios sino a satisfacer una mayor demanda, de lo que
se infiere que la recuperación coreana podría llegar a ser
aún más vertiginosa. En China, todas las cifras de la macro
de julio parecerían indicar que se está gestando gradualmente
una recuperación de carácter cíclico. La política monetaria
ha sido sumamente agresiva para evitar los peligros derivados
de la deflación. En julio, el agregado monetario M1 mostraba
una variación anual del 13.5%, M2 del 15.7% y el crédito bancario
de 14.6%. No obstante, los depósitos estarían registrando
un crecimiento por debajo de lo esperado debido a que los
agentes habrían decidido practicar una modificación a su composición
de cartera a favor de títulos del mercado accionario. No obstante,
los precios muestran evidencias, si se quiere, saludables.
En julio los precios al consumidor y minoristas mostraron
variaciones negativas pero menores a las del mes anterior:
1.4% y 2.6% respectivamente frente a 2.1% y 3.4%. Las ventas
minoristas aumentaron en dicho mes 6.3% rompiendo así el amesetamiento
de las tasas de crecimiento que habían permanecido alrededor
del 5.5%.
Por último, las inversiones en activos fijos acumuladas en
el período enero-junio registran un aumento del 12.7% frente
al mismo período del año anterior. En síntesis, el pico de
la crisis para el sector real parecería haber quedado atrás.
De todas formas, pese a la agresividad manifestada por el
Banco Central, no debería descartarse una mayor monetización
si el recorte de tasas practicado en junio no se traduce en
un mayor relajamiento de las fuerzas deflacionarias.
De todas formas, con este panorama difícilmente se recurra
a una devaluación, por lo menos, para lo que resta de la segunda
mitad del año. Un panorama general más completo de la región
puede apreciarse a través de los pronósticos que en materia
de crecimiento e inflación elabora el Asian Development Bank.
|
País
|
Var. % del Producto Bruto Interno |
Var.
% Precios al Consumidor |
|
1999 |
2000
|
1999 |
2000 |
China |
6.8 |
6.0 |
-2.0 |
2.0 |
Hong Kong |
-0.5 |
1.5 |
-2.5 |
0.0 |
Indonesia |
2.0 |
4.0 |
12.0 |
10.0 |
Corea |
8.0 |
6.0 |
1.0 |
3.0 |
Malasia |
2.0 |
3.9 |
3.4 |
3.6 |
Filipinas
|
3.0 |
4.5 |
7.5 |
7.0 |
Singapur |
5.0 |
6.0 |
0.5 |
1.0 |
Taiwan |
5.5 |
6.3 |
-0.8 |
1.0 |
Tailandia |
3.0 |
5.0 |
0.5 |
4.0 |
Asia |
5.5 |
5.5 |
1.0 |
3.1 |
Brasil
¿Nuevamente el trade-off entre crecimiento y estabilidad de
precios (y cambio)? Desde el 13 de enero de este año la moneda
Brasileña acumuló una devaluación del 36%, sin experimentar
una espiral inflacionaria que licuara las ganancias de competitividad
que implicaba la devaluación. En un principio las autoridades
utilizaron el mecanismo de las elevadas tasas de interés -en
torno al 50% anual- con el doble objetivo de comprimir la demanda,
y frenar el over-shooting en la cotización del dólar por encima
de valores considerados de equilibrio (en un principio el consenso
señalaba que el tipo de cambio de equilibrio se estabilizaría
en torno a 1.6 y 1.7 reales por dólar). Sin grandes traumatismos
el Banco Central de Brasil (Bacen) fue disminuyendo gradualmente
la tasa de interés para sus colocaciones (actualmente se ubica
en 19.5% anual (Selic)).
Esta tasa se encuentra en un nivel inferior o similar a los
mínimos existentes en 1997 y 1998, lo que indicaría que esta
variable está encontrando un piso y reducciones superiores no
son muy probables. Debe destacarse que uno de los componentes
de la tasa de interés interna es el riesgo cambiario, por lo
tanto la tasa de interés interna tiene un piso formado por las
expectativas de devaluación de los agentes. Por otro lado, al
disminuir progresivamente las tasas de interés internas, disminuye
también su eficacia como contenedoras del aumento de precios
y del aumento del tipo de cambio, sin embargo, un aumento de
los tipos de interés no es probable debido a sus efectos contractivos
sobre la producción y a que el efecto sobre las cuentas fiscales
es elevado (14).Los indicadores de inflación correspondientes
a los meses de julio y agosto fueron relativamente altos ya
que alcanzaron valores anualizados superiores al 27% para el
caso de los mayoristas y en torno al 10% para minoristas. En
estas circunstancias la decisión del Bacen de pasar a neutral
la tendencia de las tasas de interés parece adecuada y además
se muestra como una señal de fortaleza frente a las presiones
de distintos sectores para avivar la recuperación. Sin embargo,
el mecanismo de tasas altas de interés se muestra menos transitorio
de lo que parecía en un primer momento. También sin traumatismos
el tipo de cambio fue subiendo paulatinamente hasta colocarse
en valores en torno a los R$1.9 por dólar.
Actualmente el mercado intuye que el Bacen interviene en la
flotación del tipo de cambio cuando este supera los R$2 por
dólar, nivel considerado el límite a partir del cual comienza
a avivarse el riesgo de una escalada inflacionaria (15). Al
no disponer del mecanismo de tasas de interés y con el objetivo
de disminuir la presión en el mercado cambiario, el Bacen está
recurriendo a la emisión de títulos de deuda indexados al tipo
de cambio. De esta manera le ofrece a los agentes una cobertura
contra variaciones en el tipo de cambio y contiene la demanda
de divisas con este objetivo. Un efecto secundario de estas
emisiones es un aumento de la dolarización de la deuda (la participación
de este tipo de colocaciones aumentó desde un 8% en el año 94
al 42% del total de la deuda interna - ver gráfico), en el que
una devaluación impacta directamente sobre el costo fiscal y
la magnitud de la deuda como porcentaje del producto. Las cifras
de comercio exterior de agosto muestran que por primera vez
en más de un año se registró un crecimiento de las exportaciones
(+7% contra agosto de 1998), a pesar de lo cual el saldo de
la balanza comercial del mes fue deficitario en US$181 millones
debido a que la retracción de las importaciones resultó menor
a la prevista (-3% en comparación con agosto de 1998). Con el
resultado de agosto, la balanza comercial del año arroja un
déficit de US$706 millones, tornando cada vez mas improbable
que se alcance el superávit en torno a US 3.5/4 mil millones
previsto para el año.
A pesar de la mejora con respecto a 1998 que produjo la devaluación
en la balanza comercial (a esta altura del año el déficit comercial
era superior a los US$2300 millones), se observa desde enero
un aumento del déficit de la cuenta corriente que actualmente
se ubica en torno al 5% del PBI. La recesión en Brasil cumple
tres trimestres. La contracción del PBI en el semestre es inferior
a las previsiones más optimistas de principios de año, a pesar
de que la caída del 2do trimestre fue superior a la registrada
en el primer trimestre del año. Si bien desde diciembre último
la producción industrial estaba mostrando una sostenida recuperación,
entre julio y junio se contrajo en 2.4% en términos desestacionalizados.
En julio la producción se contrajo un 6.5% en comparación con
julio de 1998. La actividad industrial de San Pablo continúa
contrayéndose a un ritmo superior al conjunto del país -en julio
último cayó un 13% respecto a 1998-.
Notas
1 El déficit en
Cuenta Corriente registró durante el segundo trimestre un crecimiento
del 17.5% al llegar a US$ 80670 millones frente a US$ 68650
millones del primer trimestre.
2 Y sobre el propio sistema financiero.
3 Sin embargo, junto a la tasa de Fed Funds, la Reserva
Federal decidió aumentar también la Discount Rate (Tasa de Descuento)
de 4.50% a 4.75%, otorgándole una connotación más firme en materia
antinflacionaria de lo que la nueva perspectiva adoptada permite
suponer.
4 Este comportamiento de los precios del crudo estaría
indicando que la disciplina de la OPEP es mucho mayor a lo que
la mayoría supone. Por otro lado, no sería ajeno a la recuperación
de las economías del sudeste asiático, grandes demandantes de
petróleo. El temor a que la "Bomba del 2000" provoque interrupciones
en el abastecimiento también estaría contribuyendo a aumentar
los inventarios.
5 En agosto el CPI registró una variación del 0.3%.
La inflación "core", que excluye alimentos y energía, creció
menos de 0.1%, la menor tasa de los últimos 33 años.
6 Lo cuál significa que los inversores extranjeros estarían
demandando una mayor rentabilidad esperada para permanecer en
activos denominados en dólares.
7 El Producer Price Index registró en agosto un aumento
del 0.5% que si bien es superior al pronosticado, se debe al
incremento de los precios de los productos energéticos. Si se
consideran sólo los bienes terminados e intermedios el índice
mostró un comportamiento mejor al esperado. Pero si se considera
el "core" de materias primas sin elaboración la situación cambia
drásticamente: sus precios registran un aumento del 1.8% en
los últimos 3 meses.
8 La inversión realizada hasta el momento sólo en India,
China, Argentina, España, Brasil, Francia, Inglaterra, Italia,
Alemania, Japón y Estados Unidos totaliza más de US$ 220000
millones (sólo US$ 3300 millones en nuestro país). Sin embargo,
asumir esta cifra como definitiva es riesgoso dado que según
algunas consultoras especializadas en la materia, los efectos
del problema podrían hacerse sentir hasta un año y medio después
del 1 de enero del 2000.
9 Al respecto debe aclararse la incidencia de los precios
del petróleo sobre la inflación europea. Europa es en la actualidad
mucho menos sensible a los aumentos del precio del crudo de
lo que era dos décadas atrás. Por ejemplo, se estima que un
aumento del crudo que lleve el barril a US$ 25 durante los próximos
seis meses recién podría empujar los precios al límite tolerado
por el Banco Central Europeo del 2.0%.
10 El organismo monetario adoptó una actitud sumamente
cautelosa al reducir las tasas de interés del 3.0% al 2.5%.
En realidad,
de acuerdo con las cifras que se conocen ahora, tanto la producción
industrial como el PBI de la eurozona habrían mostrado una retracción
muy inferior a la que el BCE supuso cuando tomó la determinación
de recortar las tasas de interés.
11 El clima más favorable también se precibe en el comportamiento
del sector de negocios. Las órdenes para bienes de capital crecieron
3.4% entre abril y junio.
12 Para el año próximo, el Ministro de Finanzas anunció
recortes impositivos por valor de US$ 3700 millones.
13 Los semiconductores representan el 15% de la cartera
de exportación coreana. La recuperación de sus precios, que
tocaron un mínimo en las últimos meses de 1998, contribuyó a
la mejora de los términos de intercambio coreanos.
14 Un informe de Morgan Stanley indica que desde el
punto de vista fiscal es más económico para las autoridades
dejar flotar la moneda que aumentar las tasas de interés.
15 El aumento del tipo de cambio aún no impactó plenamente
en los precios internos debido a que la inflación se encuentra
reprimida como consecuencia de la recesión. Un estudio de la
consultora Tendencias indica que este efecto se trasladará elevando
en un 9% los precios mayoristas del año próximo, por lo que
la previsión de inflación para el año 2000 se ubica por encima
del 15%.
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