Serie
Desarrollo Productivo
Perspectivas
del comercio entre América Latina y Asia y el Pacífico
Fecha:
Enero de 1998
Mikio Kuwayama y
Mattos
Nº 72 - Trayectorias
tecnológicas en empresas maquiladoras asiáticas
y americanas en México |
Sumario
Sigla:
LC/L.1323-P/E | Fecha: Agosto de 2000 |
Documento
completo:
Jorge
Alonso, Jorge
Carrillo y Oscar
Contreras
Nº
40 - La competitividad internacional: un análisis de
las experiencias de Asia en desarrollo y América Latina
Sumario
|
Sigla:
LC/G.1957-/E | Fecha: Agosto de 1997 |
Documento
completo:
Michael
Mortimore , José
Luis Bonifaz y Jorge
Leonardo Duarte de Oliveira
Serie
Comercio Internacional
Nº
6 - Comparative analysis of regionalism in Latin America and
Asia-Pacific |
Sumario
Symbol:
LC/L 1307-P/I | Date: December 1999 | Documento
completo:
Ramiro
Pizarro
Nº
4 - Open regionalism in Asia-Pacific and Latin America: a
survey of the literature |
Sumario
Symbol:
LC/L 1299-P/I | Date: December 1999 | Documento
completo:
Mikio
Kuwayama
Revista
de la CEPAL
Tendencias económicas en China:
significado para el comercio con América Latina y el
Caribe | Sumario
Revista de la CEPAL Nº 56, agosto 1995, págs. 59-81
Mikio
Kuwayama
El intercambio económico
entre América Latina y las economías dinámicas
de Asia | Sumario
Revista de la CEPAL Nº 56, agosto 1995, págs. 83-96
Ronald
V.A. Sprout
Columnas
de Opinión
Las
lecciones de la reciente crisis económica (Agosto 1999)
José
Antonio Ocampo,
Secretario ejecutivo de la Cepal.
Comunicados de Prensa
En
Seminario Internacional del Fondo Internacional de Desarrollo
Agrícola (FIDA) en La Serena, Chile: Comunidad
campesina exporta limones a Japón y Estados Unidos
| Fecha: 25 de junio de 1999
Regionalismo
abierto: experiencias comparadas entre las regiones de Asia-Pacífico
y América Latina y el Caribe
Fecha: 16 de noviembre de 1999
SERIE DESARROLLO PRODUCTIVO
Nº
72 - Trayectorias tecnológicas en empresas maquiladoras
asiáticas y americanas en México
| Sumario
Sigla:
LC/L.1323-P/E | Fecha: Agosto de 2000 |
Documento
completo:
Jorge
Alonso, Jorge
Carrillo y Oscar
Contreras
Resumen
La industria maquiladora de exportación en México es percibida
e maneras radicalmente opuestas. Mientras unos la ven como
un problema social, otros la ven como oportunidad de desarrollo.
Si bien todo proceso industrial conlleva aspectos positivos
y negativos, la cuestión a resaltar es de política: ¿Qué puede
hacerse para potenciar los aspectos positivos y mitigar los
negativos? De importancia fundamental en esta materia es comprender
la trayectoria tecnológica y de aprendizaje de las empresas.
Este estudio compara en este sentido la experiencia de empresas
norteamericanas y japonesas. El estudio inicia con la presentación
de la relevancia de la industria maquiladora en el contexto
mexicano, poniendo énfasis en la distinción entre empresas
de diferente origen nacional, así como en su impacto territorial.
La segunda sección del trabajo expone el estado del arte en
torno a los estudios de la evolución tecnológica y laboral
de las plantas maquiladoras. En la última sección, se presentan
tipos de trayectorias de aprendizaje tecnológicas a partir
de visitas a plantas maquiladoras de origen asiático y estadounidense
en la ciudad de Tijuana. Queda en evidencia la gran heterogeneidad
tecnológica al interior de la industria maquiladora de exportación,
en que coexisten diferentes generaciones, trayectorias de
aprendizaje tecnológico y culturas corporativas.
Es necesario, además, tomar en cuenta factores como los agentes
institucionales que operan a nivel regional, la constitución
de actores sociales involucrados, y las configuraciones socio-territoriales
que se han constituido a partir de ramas productivas y productos
específicos, para comprender el cabal desarrollo de estas
actividades en México, sus potencialidades y sus limitaciones
estructurales y coyunturales. Si ya desde el inicio de los
ochenta se hablaba de una vieja y una nueva maquiladora, hoy
en día es claro que se trata de un complejo enjambre de relaciones
entre firmas, empresas, instituciones, actores y regiones,
en donde las trayectorias de aprendizaje y las generaciones
socio-técnicas en atención a los productos y a las ramas productivas
involucradas son centrales en el análisis.
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Nº
40 - La competitividad internacional: un análisis de
las experiencias de Asia en desarrollo y América Latina
Sumario |
Sigla: LC/G.1957-/E | Fecha: Agosto de 1997 |
Documento
completo:
Michael
Mortimore , José
Luis Bonifaz y Jorge
Leonardo Duarte de Oliveira
Resumen
Es indudable que las empresas transnacionales son las protagonistas
del nuevo orden industrial internacional, en virtud del cual
la economía internacional ha sido sacudida por transformaciones
tecnológicas e institucionales. Este fenómeno, llamado "proceso
de globalización", posee dos características principales:
la intensificación de la competencia internacional y su transnacionalización.Utilizando
como mercado internacional a los países miembros de la Organización
de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el programa
Análisis de la Competitividad de los países (CAN) indica dos
características que han marcado el desarrollo del comercio
internacional en los últimos años: la creciente competencia
internacional en manufacturas y el incremento de la competitividad
de los países en desarrollo, principalmente los asiáticos,
en su participación en las importaciones de manufacturas de
los países miembros de la OCDE, sobre todo las no basadas
en los recursos naturales. Cabe preguntarse por qué los países
asiáticos han aprovechado la oportunidad brindada por el proceso
de globalización y los países de América Latina no.
El CAN suministra información al respecto: en 1980 la estructura
de las exportaciones de Asia en desarrollo se dividía casi
en las mismas proporciones entre recursos naturales y manufacturas,
pero en 1995 dicha relación pasó a ser de 1 a 5. En cambio,
en América Latina dicha proporción era casi de 1 a 1 en 1995.
Más aún, mientras varios países asiáticos se mostraron capaces
de concretar buenas asociaciones con empresas transnacionales,
sobre todo japonesas, para surgir luego como competidores,
en América Latina la norma era dejar todo en manos de las
subsidiarias de las empresas transnacionales, sobre todo norteamericanas.
El CAN nos ofrece además un análisis de la situación competitiva
de algunos países "ganadores". Mientras que la orientación
adoptada por Japón y China incentiva a las empresas industriales
nacionales a modernizarse mediante la adopción de tecnologías
extranjeras para mejorar su situación competitiva, en México
el mejoramiento de la situación competitiva carece de una
política de fortalecimiento del aparato productivo nacional
y el proceso se realiza, en mayor grado, a través de la inversión
extranjera directa en subsidiarias, principalmente estadounidenses,
mediante operaciones de montaje con un mínimo de valor agregado
nacional.
Si bien ambas políticas mejoran drásticamente la situación
competitiva, las implicaciones de largo plazo pueden ser diferentes.
El camino más expedito para alcanzar una competitividad internacional
de largo plazo parece basarse en una política que premie la
obtención de tecnología extranjera, de manera que consolide
el aprendizaje de las empresas nacionales para que puedan
especializarse efectivamente en los sectores más dinámicos
del comercio internacional, acelerando así el crecimiento
de la economía nacional.
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SERIE COMERCIO INTERNACIONAL
Nº
6 - Comparative analysis of regionalism in Latin America and
Asia-Pacific | Sumario
Symbol:
LC/L 1307-P/I | Date: December 1999 | Documento
completo:
Ramiro
Pizarro
Abstract
The growing participation of developing countries in multilateral
trade liberalization, as well as the boom of free trade agreements
that grant exclusive preferences to its members, are both
closely related to what has been denominated as "open regionalism".
Additionally, this regionalism is associated with a process
of "deep integration" that transcends free trade issues.
The concepts of "deep regionalism" and "open regionalism"
do not have a precise definition and rather refer to a range
of strategic decisions which governments might resort to in
the process of regional integration. The first concept refers
to the degree of sovereignty in economic policies that governments
are willing to sacrifice in the design and implementation
of national economic policies, especially when they try to
harmonize national policies at a regional scale. The second
relates to the relationship that will be established with
countries that are left out of a preferential trade agreement.
These new elements in trade diplomacy have stimulated a wide
and heterogeneous literature dealing with projects of economic
integration. In fact, for the first time, this literature
increasingly includes comparative analysis of regions that
such as Latin America and East Asia are believed to have similar
experiences in their modern economic development. Sharing
this general view, this paper seeks to explore the differences
and similarities among the initiatives of regional economic
cooperation, as they appear in the still scarce comparative
studies on the subject. This implies dealing with three fundamental
questions: (1) how can this sharp rise in regional integration
projects be explained? (2) What is the "depth" of its institutional
design in terms of favouring major and more complex levels
of economic integration between countries? And (3) why has
each project defined itself as "open regionalism", and thereby
how have they justified their compatibility with the multilateral
rules of the World Trade Organization (WTO).
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Nº
4 - Open regionalism in Asia-Pacific and Latin America: a
survey of the literature |
Sumario
Symbol:
LC/L 1299-P/I | Date: December 1999 | Documento
completo:
Mikio
Kuwayama
Abstract
Both in Asia Pacific and Latin America, considerable confusion
and ambiguity surround the notion of "Open Regionalism" that
question its relevance for practical purposes. Chapter I will
examine various interpretations and applications of the concept
and study under what circumstances the two elements "open"
and "regionalism" come into contradiction. The chapter first
put to provide some precision on the relationship that may
exist between Open Regionalism and regional integration, and
then it inquires of under what conditions regionalism can
be a "stepping stone" or "building block" towards the improvement
of multilateralism.
The rapid economic growth in Asia provided a solid foundation
for inter-firm networks and intra-regional trade and investment
flows, with few institutional or government-led schemes. In
the 1990s, Latin America, whose integration has often been
characterized as "policy driven", has also experienced a deepening
of de facto integration, resulting in stronger intra-regional
trade and investment linkages. Chapter II reviews briefly
the impact of the recent economic crisis on production, trade
and investment patterns for each region and identifies integration
instruments that might be compatible with and conducive to
policies to enhance the synergetic effects of de facto and
policy-driven integration.
"Deep" integration usually refers to an integration that deals
with "behind the border" issues, going further than "shallow"
integration that involves mainly the reduction of measures
applied at the border. Chapter III analyzes the appropriate
scope and nature of "new" trade issues to be included in "deep"
integration of developing countries and assess whether the
initiatives through regional agreements can be more effective
than those undertaken at the multilateral level. The chapter
elaborates on arguments, in favor of or against, potential
dynamic benefits and costs that might be involved with regional
cooperation, in areas such as, services, investment, infrastructure,
trade finance, social and equity problems, small-and medium-size
enterprises.
Chapter IV analyzes the implication of the Uruguay Round commitments
on the development process and major problems faced in their
implementation. Based on this review, the chapter identifies
the major areas of interests of developing countries for a
new "Millennium Round". In doing so, some new "conditionalities"
and opportunities that the new round might introduce on regional
agreements are considered.
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REVISTA DE LA CEPAL
Tendencias económicas en China:
significado para el comercio con América Latina y el
Caribe | Sumario
Nº 56, agosto 1995, p. 59-81
Mikio
Kuwayama
Entre las economías exitosas de Asia oriental y sudoriental,
consideradas a menudo como las más demostrativas, sobresale
la República Popular de China (RPC). Su economía tiene uno
de los PIB de más rápido crecimiento del mundo. Su orientación
externa en la era post-Mao Zedong la ha transformado en un
importante socio del comercio mundial. Independientemente
de si la economía se mantiene o no en su senda de crecimiento
sostenido, influirá en
la prosperidad de toda la economía mundial, incluida América
Latina. La intensificación de sus reformas económicas
en marcha, junto con macropolíticas prudentes, debería asegurar
que la economía china mantendrá el curso
de su proceso de transformación sostenido pero gradual. Pese
a la posición de suyo destacada que ocupa el país
en el escenario mundial actual y a sus grandes perspectivas
de crecimiento, los vínculos económicos actuales entre
la RPC y América Latina y el Caribe son insignificantes: los
flujos comerciales mutuos y las inversiones recíprocas siguen
siendo ínfimas. No obstante, se están dando profundas transformaciones
económicas en ambas regiones,
las que están creciendo e implementando reformas estructurales
conducentes a la apertura de amplias oportunidades de comercio
e inversión.
Al mismo tiempo, el ciclo intermitente habitual en la economía
china, va a generar importantes estrangulamientos
y déficit en la producción industrial y agrícola y a provocar
grandes fluctuaciones anuales de la demanda de importaciones.
Para aprovechar plenamente estas oportunidades, es importante
que América Latina esté consciente de las consecuencias que
estas reformas podrían tener para las oportunidades futuras
de comercio e inversión.
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El intercambio económico entre
América Latina y las economías dinámicas
de Asia | Sumario
Nº 56, agosto 1995, págs. 83-96
Ronald
V.A. Sprout
Este artículo examina las relaciones económicas Sur-Sur en
el contexto del regionalismo. Abarca tres economías
de América Latina, y ocho economías dinámicas del Asia en
desarrollo. Aunque el nivel de comercio e inversión entre
estos dos grupos de economías en desarrollo sigue siendo muy
bajo, el comercio crece y al parecer seguirá a ritmo acelerado.
Si bien el regionalismo avanza en estas dos partes del mundo,
hasta ahora no ha afectado los vínculos entre los dos grupos
de economías aquí analizados; de hecho, últimamente el comercio
interregional ha crecido más que
el intrarregional en la mayoría de ellas. Al parecer, las
relaciones económicas de corto plazo entre estas economías
latinoamericanas y asiáticas dependerán en gran medida de
que una "segunda generación" de reformas en América Latina
preserve las ventajas conseguidas con las reformas anteriores.
Estos cambios exigirán un Estado rehabilitado, en momentos
en que ya se ha gastado gran parte de su capital político
y subsiste, sin embargo, la necesidad de mantener la integridad
fiscal. Parte de la solución para las economías latinoamericanas
parece residir en la ampliación y profundización de los acuerdos
formales de integración y sobre todo del Tratado de Libre
Comercio de Norteamérica que puede contribuir a una mayor
integración con las economías dinámicas de Asia. Por último,
aunque el foro Cooperación Económica en Asia y el Pacífico
(APEC) es un puente institucional obvio entre ambas regiones,
quizás
sea prematuro especular demasiado sobre su importancia potencial.
Al parecer se alzan algunos obstáculos formidables en la senda
hacia un área de libre comercio en la Cuenca del Pacífico.
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COLUMNAS DE OPINION
Las
lecciones de la reciente crisis económica (Agosto 1999)
José
Antonio Ocampo,
Secretario ejecutivo de la Cepal.
El "Estudio Económico de América Latina y el Caribe" que acaba
de publicar la CEPAL contiene un análisis completo de los
efectos que ha tenido la reciente crisis económica sobre los
países de la región. Los impactos de la crisis internacional
que se desencadenó en Asia a mediados de 1997 terminaron siendo,
a la larga, mucho más profundos de lo que consideraron inicialmente
todos los analistas. Como conjunto, la región entró en recesión
en el segundo semestre del año pasado y continuó en dicha
situación durante el primer semestre de 1999. Debido al peso
de la recesión del primer semestre, no habrá crecimiento en
la región en el conjunto del año o podría experimentarse una
pequeña caída. Sin embargo, desde hace ya varios meses hay
síntomas de normalización, que permitirán una recuperación
más o menos generalizada durante el segundo semestre. Hay,
en particular, signos positivos asociados a la renovación
de los flujos de capital, que ha facilitado la estabilidad
cambiaria y la fuerte disminución de las tasas de interés
internas en varios países.
Sin embargo, la reducción del déficit corriente con el exterior
se ha producido más como resultado de la menor actividad económica
y demanda de importaciones que del crecimiento de las exportaciones.
Éstas siguen estando
muy afectadas por el deterioro de los precios de muchas materias
primas y por la contracción del comercio en los dos grandes
bloques de integración de la región, el Mercosur y la Comunidad
Andina. El freno al crecimiento del comercio en estos dinámicos
procesos de integración es, de hecho, uno de los grandes costos
de la crisis. Este panorama global oculta, por supuesto, situaciones
muy diferentes. El hecho más positivo será, al igual que en
1998, el buen desempeño de las economías pequeñas de Centro
América y algunas del Caribe, que vienen siendo impulsadas
por las exportaciones a los Estados Unidos y tienen una menor
dependencia de los flujos de capitales más volátiles.
Las economías más dinámicas de la región serán República Dominicana
y Costa Rica, dos economías pequeñas.
Entre las grandes, México mostrará un desempeño muy superior
al de las economías sudamericanas. Esto indica, por lo demás,
que la recesión se ha concentrado en América del Sur. La sorpresa
positiva ha sido, en este caso, Brasil, cuyo desempeño será
superior al que previeron muchos analistas a comienzos del
año. La mayoría de las otras economías sudamericanas tendrán
también un año débil o incluso fuertes recesiones, con la
excepción de Perú y Bolivia que experimentarán crecimientos
moderados.
¿Qué hemos aprendido de esta crisis? Primero, que nuestras
economías siguen siendo muy vulnerables frente a un mercado
internacional de capitales altamente volátil. A nivel internacional,
se han mejorado los instrumentos para manejar las crisis,
pero los avances son todavía insuficientes. El sentido de
complacencia que parece haberse apoderado de los principales
actores internacionales en este frente es preocupante, porque
reducirá los esfuerzos dirigidos a mejorar una arquitectura
financiera internacional que, durante la crisis, se identificó
como la fuente principal de la inestabilidad de la economía
mundial. A nivel interno, ha quedado claro que durante el
proceso de reformas no se invirtió lo suficiente en reducir
la volatilidad frente a los ciclos de financiamiento externo
y, en especial, para evitar los excesivos ingresos de capital
y la expansión insostenible del gasto durante los períodos
de euforia financiera. En este frente, hay avances (todavía
insuficientes) en materia de gasto público, pero no de gasto
privado, que tiende a crecer excesivamente durante los períodos
de euforia. Este es un tema sobre el cual la CEPAL ha llamado
la atención en forma insistente y que es necesario enfrentar
decididamente en el futuro.
Uno de los patrones que tienden a reproducirse, una y otra
vez, es la fuerte tentación que existe durante los períodos
de abundancia de capitales, y que no resisten a veces las
autoridades económicas, de anclar la política anti-inflacionaria
sobre el tipo de cambio. Una y otra vez hemos aprendido en
nuestra región que esta estrategia da frutos por algún tiempo,
pero es costosa a la larga. Lo que hemos aprendido adicionalmente
durante la crisis reciente en varios países, es que evitar
las posteriores presiones a la depreciación del tipo de cambio
con elevadas tasas de interés puede resultar muy costoso en
términos de actividad productiva y de estabilidad de los sistemas
financieros nacionales. De hecho, en las economías mucho más
liberalizadas de hoy, la actividad productiva parece ser más
sensible a la tasa de interés que antes. Por el contrario,
el temor a que las devaluaciones desencadenen nuevas oleadas
inflacionarias ha resultado infundado hasta ahora, reflejando
la mayor credibilidad en el compromiso de las autoridades
económicas con la lucha anti-inflacionaria.
Hay, por supuesto, consideraciones complejas en torno a la
elección del régimen cambiario. Dos países, Argentina y Panamá,
tienen sistemas económicos anclados sobre la paridad con el
dólar, que les resultaría, por tanto, muy costoso abandonar.
En todos los países, el creciente endeudamiento en moneda
extranjera ha generado una mayor sensibilidad de los balances
del sector privado a la tasa de cambio que antes. Y, sobre
todo, los mercados cambiarios siguen siendo pequeños y muy
susceptibles a la especulación, por lo cual las autoridades
deben intervenirlos activamente. Como un todo, y dejando al
lado los casos de Argentina y Panamá, la lección parece ser
que en economías abiertas enfrentadas a un contexto internacional
tan volátil como el que caracteriza al mundo de hoy, un importante
grado de flexibilidad cambiaria no resulta sólo conveniente
sino también necesario.
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COMUNICADOS DE PRENSA
En
Seminario Internacional del Fondo Internacional de Desarrollo
Agrícola (FIDA) en La Serena, Chile: Comunidad
campesina exporta limones a Japón y Estados Unidos
| Fecha: 25 de junio de 1999
La sociedad agrícola comercial Siglo XXI, creada en enero
pasado por un grupo de pequeños agricultores de la región
de Limarí, en el Norte Chico de Chile, creada en el marco
de un proyecto del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
(FIDA), agencia de Naciones Unidas (ONU) que tiene su sede
en Roma, se dedica a la exportación de limones a Japón y Estados
Unidos. Las 76 familias campesinas que integran esta sociedad,
en que la tenencia de la tierra es de carácter comunitario,
esperan exportar más de 250 toneladas en el 2000, de las mil
toneladas de producción previstas para el próximo año. La
producción durante la actual temporada de abril a septiembre
alcanzará a las 65 toneladas. Un vuelco revolucionario que
dentro de unos años deberá cambiar profundamente sus vidas,
llevando sus actuales ingresos anuales de 676 dólares por
persona a los 8.800 dólares en el 2003. Siglo XXI es una de
las siete sociedades que integran del Proyecto de Desarrollo
para Comunidades Campesinas y Pequeños Productores de la IV
Región (Coquimbo), mientras otras tres están en formación.
El proyecto, que se inició en 1996 y se concluirá en el 2003,
que tiene un costo total de 16 millones de dólares, al cual
el Fondo ayuda a financiar, beneficiará de manera directa
a 7.400 familias campesinas. La zona del proyecto está ubicada
en la parte centroseptentrional de Chile, a unos 500 kilómetros
al norte de Santiago e incluye tres provincias: Elqui, Limarí
y Choapa, divididas en 15 comunas que abarcan una superficie
total de 40.656 kilómetros cuadrados. Los cien delegados que
participan en un encuentro internacional que celebra el FIDA
en La Serena entre el 21 y el 26 de junio para promover el
papel de la mujer en los proyectos en América Latina y el
Caribe, visitaron la sociedad Siglo XXI. Las huellas profundas
marcadas a fuego por el sol aumentan los 40 años de Marisa
Segovia, de unos 40 años viuda, cuatro hijos, que antes se
dedicaba al cultivo de cebada, papas, trigo y maíz y a la
crianza de caprinos, lo único que permitía la carencia de
agua eterna de esa región chilena, integra esta sociedad.
A través del proyecto se estableció un sistema de riego automático
que le permitió cambiar de actividad y dedicarse al cultivo
de limones que vende en el mercado nacional e internacional.
"Esta iniciativa ha mejorado mi vida, pero será sobre todo
fundamental para mis hijos, que tendrán una vida menos dura
que la mía y no tendrán que emigrar, como han tenido que hacer
muchos, para obtener un trabajo", declaró. Un campesino, Víctor
Araya, quien preside la Sociedad Siglo XXI, destacó el aporte
de las mujeres: "sin ellas no podríamos haber hecho nada.
Son mas ordenas que nosotros y incluso más trabajadoras".
"Al inicio, cuando comenzaron a participar en la dirección
de nuestra organización, algunos hombres tenían cierta desconfianza,
pero ahora eso ya desapareció y todos estamos orgullosos que
estén trabajando codo a codo con nosotros", afirmó.
El presidente del FIDA, Klemens van de Sand, se declaró muy
satisfecho de los logros obtenidos hasta ahora por el proyecto.
"Me ha impresionado mucho lo que se ha hecho: hace solo tres
años eran solo tierras desérticas y no crecía nada, mientras
ahora están surgiendo huertos con limoneros, paltas y hortalizas",
expresó. "No solo les ha cambiado el nivel de la gente que
vive aquí, sino también su medio ambiente", expresó van de
Sand. Los delegados latinoamericanos asistieron en La Serena
al cuarto Seminario-Taller sobre el Fortalecimiento de los
Aspectos de Género en los Proyectos del FIDA de América Latina
y el Caribe (PROFAGEP), que se inauguró el lunes, y se concluirá
el sábado. La reunión de la Serena fue la cuarta reunión de
este tipo, tras las realizadas en Guatemala, República Dominicana
y en la isla de Santa Lucía, en el Caribe inglés. El FIDA
se fundó en 1977 como organismo especializado de las Naciones
Unidas (ONU) para financiar programas destinados a la lucha
contra la pobreza rural en los países en desarrollo. Hasta
1998, ha beneficiado directamente a cerca de 200 millones
de personas, entre las más pobres del mundo, con préstamos
de más de 6,2 mil millones de dólares en 518 proyectos realizados
en 113 países. En Chile actúa a través del Proyecto de Desarrollo
para Comunidades Campesinas y Pequeños Productores Agropecuarios
(PRODECOP) IV Región, organismo que funciona bajo el alero
del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP).
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Regionalismo
abierto: experiencias comparadas entre las regiones de Asia-Pacífico
y América Latina y el Caribe
| Fecha: 16 de noviembre de 1999
Mañana Miércoles,17 de noviembre, a las 9:30 horas, Reynaldo
Bajraj, Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), inaugurará el seminario
sobre "Regionalismo abierto: evolución y perspectivas. Experiencias
comparadas de Asia Pacífico y América Latina y el Caribe",
que se celebrará en la sede de la Comisión, en Santiago, con
la participación de expertos y representantes de instituciones
de América Latina y el Caribe, Asia Pacífico y Europa.
El objetivo principal de esta reunión es revisar el concepto
de "regionalismo abierto" desde una perspectiva de análisis
comparativo, o reformularlo si fuese necesario. Las conclusiones
de los debates permitirán a la CEPAL elaborar una propuesta
de investigación a la luz de las grandes transformaciones
a que se han visto enfrentadas las relaciones internacionales
y, a la vez, promover la creación de un red mundial de especialistas,
funcionarios gubernamentales e instituciones académicas dedicadas
al estudio del regionalismo abierto. Así lo informó Vivianne
Ventura, Directora de la División de Comercio Internacional
y Financiamiento para el Desarrollo, a cargo de la organización
de este Seminario, que finalizará el 18 de noviembre.
Durante los dos días, habrá cuatro sesiones principales, en
las cuales se potenciará el análisis comparativo y las áreas
de investigación a futuro. La primera, centrada en el "Regionalismo
abierto: su conceptualización, interpretación e implementación",
posibilitará el examen de casos específicos de la región (Mercosur,
Comunidad Andina, Mercado Común Centroamericano, Caricom)
y de Asia Pacífico (APEC, AFTA, ANZCERTA). La segunda sesión
estará dedicada a "La dinámica del regionalismo abierto en
tiempos de auge y de crisis". Se evaluará el impacto de la
crisis, en términos de producción, comercio e inversiones,
así como la coordinación de políticas macroeconómicas en esquemas
de integración.
El Jueves 18 se debatirá sobre "La profundidad de la integración
y la competitividad sistémica regional", con énfasis
en los problemas y oportunidades de acceso a los mercados,
valorando hasta qué punto se ve afectada la soberanía nacional
y se hace necesario armonizar las políticas internas de los
países miembros. Luego, se argumentará, a favor
y en contra, sobre los beneficios y costos dinámicos potenciales
comprometidos en la cooperación regional, en áreas tales como
servicios, comercio y financiamiento del desarrollo, infraestructura,
interconexión de la energía, procedimientos aduaneros, cooperación
técnica, desarrollo rural y social.
"La Ronda del Milenio, sus posibles contenidos y objetivo
central" dará origen a la última sesión. Se revisará
los principales problemas que enfrentan los países en desarrollo
en la puesta en práctica de los compromisos adquiridos
en la Ronda Uruguay y se identificará cuáles áreas de la Ronda
del Milenio son las de mayor interés para los países
en desarrollo.
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