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Revista del CEID

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Volumen 1, nº 1 Mayo de 1999 - p. 61-62
¿Cómo Taiwán ha podido resistir la crisis financiera de Asia?
Chien-jen Chen

Resumen
A diferencia de los países del Sudeste Asiático que se vieron afectados por la crisis financiera que afectó la región, Taiwán ha pedido sobrellevarla con escasas dificultades gracias a su solidez económica. El autor destaca las características positivas de la economía de Taiwán -ahorro nacional, superávit en su cuenta corriente, reservas de divisas, liberalización financiera- y cómo este país podría colaborar con los países afectados si fuera admitido en los organismos económicos internacionales. Palabras claves: Taiwán; Sudeste Asiático; Crisis financiera.

Introducción
El Este Asiático se enfrentó a una crisis financiera en la segunda mitad de 1997. El cambio de las monedas con respecto del dólar se devaluó y las bolsas de valores se desplomaron en Tailandia, Malasia, Indonesia, las Filipinas y Corea del Sur. El valor de la moneda y los precios de las acciones en Indonesia y Corea del Sur cayeron en casi un 50% en medio año. En comparación, la moneda de la República de China se devaluó solamente 15% y su mercado bursátil cayó 9%. Si se la compara con los otros países del Sudeste Asiático, el impacto en la República de China ha sido relativamente leve. La mayoría de los países del Este Asiático sufrieron más que sólo severas sacudidas en sus sectores financieros; ellos también tuvieron grandes reveses en su producción, consumo e inversiones. En comparación, el sector financiero de la República de China fue solamente afectado ligeramente y esencialmente está funcionando bien. En 1998 su economía tuvo un crecimiento del 5,1%. Los precios al consumidor aumentaron solamente 1,6% en los once primeros meses de 1998, mientras que los precios de los productos básicos aumentaron 1,5%. Obviamente, la economía ha permanecido en buen camino durante la crisis financiera.


¿Cómo logró la economía de Taiwán resistir una tempestad de tal escala?
La base económica sólida y estable de la República de China fue un factor importante que le permitió resistir la crisis económica. Sus características sobresalientes son: 1. El ahorro nacional bruto ha excedido anualmente la inversión interna bruta durante muchos años. En 1997 el excedente de ahorros alcanzó 2,56% del producto nacional bruto. Las inversiones en Taiwán, tanto del sector público como privado, están esencialmente fundamentados en los ahorros locales en vez de recurrir a una deuda externa. 2. La República de China ha tenido un superávit en su cuenta corriente durante muchos años (US$ 6.200 mmilones en los once primeros meses de 1998), mientras que los países que fueron afectados por la crisis financiera han sufrido un enorme déficit en su cuenta corriente año tras año. 3. La República de China posee unas cuantiosas reservas de divisas que alcanzaron US$ 88.100 millones en 1998. Las deudas del sector público en Taiwán ascienden apenas a US$ 100 millones. A fines de 1997 las instituciones financieras, incluyendo las unidades bancarias no sujetas a control fiscal, tenían activos por un total de US$ 29.700 millones y cuentas de pasivo por un total de US$ 29.300 millones, dejando un saldo positivo de US$ 400 millones. 4. Taiwán ha adoptado un proceso gradual de liberalización financiera apropiado. Esto involucró primero la estabilización de los precios de los bienes, la liberalización comercial y el levantamiento de las restricciones en las tasas de interés y las tasas de cambio de divisas. El paso siguiente fue abrir el flujo de capitales. Cuando se produjo la crisis, la República de China tenía una tasa de cambio flotante, a diferencia de los cambios fijos basados en el dólar estadounidense de aquellos países afectados por la crisis financiera. 5. La estructura industrial de la República de China consiste principalmente en pequeñas y medianas empresas (que comprenden casi el 98% de todas las empresas en el país). Estos negocios son bastantes flexibles para responder a los impactos externos. La economía de la República de China ha sido mejorada en forma extremadamente rápida en la última década. Hoy, más del 40 por ciento de las exportaciones de Taiwán son productos de capital y tecnología intensivos, mientras que los productos de mano de obra intensiva ocupan menos del 20% de todas sus exportaciones. La composición de las exportaciones de Taiwán se va asemejando cada vez más a la de los países más desarrollados. La causa principal de la presente crisis financiera en los países del sudeste asiático fue una sacudida en el mercado de procesamiento para las exportaciones causada por una excesiva oferta. Así, los países que han sido realmente afectados fueron aquellos situados en la misma región que ofrecían mano de obra barata. Hace más de diez años, Taiwán se vio obligada a abandonar sus tradicionales industrias de procesamiento para las exportaciones. Actualmente, es un proveedor de materias primas, componentes y equipos de calidad superior, evitando así ser empujado fuera del mercado de exportación por esos países. Todo lo antes mencionado no ofrece una garantía a toda prueba de que la República de China no se enfrentará a sus propias dificultades económicas en el futuro. Sin embargo, su capacidad para resistir la crisis financiera de Asia ha sido vista hasta ahora como una afirmación de lo razonable de las políticas económicas de la República de China hasta el presente. Sin embargo, en vez de sentirse complacida, la República de China sigue explorando las formas en que su poderío y sus recursos financieros pueden ser usados para ayudar al recobro de toda la región, ya que una economía regional sana va a favor de los mejores intereses de la nación. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido convocado para ayudar a aquellos países seriamente afectados por la crisis financiera. Sin embargo, su capital es limitado. La República de China desea asumir parte de esta carga, pero desafortunadamente no es miembro del FMI en la actualidad y solamente puede ofrecer fondos limitados por medio de canales indirectos costosos. Esta situación es lamentable para aquellos países que necesitan de tales fondos para ayudar a recobrar su bienestar financiero. Para beneficio de esos países y del mundo en general, la República de China debe ser admitida cuanto antes a organizaciones económicas internacionales tales como la OMC y el FMI.
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