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Revista del CEID

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Volumen 1, nº 1 Mayo de 1999 - p. 63-64
Perspectivas sobre las relaciones a través del Estrecho de Taiwán
Vincent C. Siew

Resumen
Luego de cuatro décadas de "guerra fría" entre la República Popular China y la República de China en Taiwán, el gobierno de Taipei resolvió en 1987autorizar a sus ciudadanos a viajar a territorio continental. Este intercambio fue favorable para ambas regiones y se fue acrecentando de modo tal que no sólo se limitó a visitar familiares, sino que también abrió el camino para los intercambios culturales y económicos. A ello se sumó el flujo de informaciones que a los residentes en el continente les permitió tomar conocimiento del avance democrático y del crecimiento económico Taiwánés. Cabe destacar asismismo, el compromiso de la comunidad internacional de un mayor apoyo para que Taiwán pueda cooperar de forma más activa con las naciones del mundo. Palabras claves: Taiwán; China; Relaciones intrachinas.

Introducción
El 2 de noviembre de 1987 el gobierno de la República de China anunció formalmente que a los residentes del área de Taiwán se les permitiría viajar a China continental para visitar a sus familiares. Cuando dimos este primer paso histórico ya sabíamos que esta medida humanitaria tendría un gran impacto en las relaciones a través del Estrecho de Taiwán y en el futuro desarrollo de China. Antes de este cambio en la política, Taiwán y China continental entablaron una guerra fría de cuarenta años de confrontaciones militares. En la ausencia de intercambios y contactos, el antagonismo político y militar entre los dos lados aumentó y las relaciones se tornaron extremadamente tensas. Por lo tanto, la medida para permitir que los residentes de Taiwán visiten a sus familiares en China continental fue significativa, no sólo porque dio fin a la ley que prohibía visitas personales entre los dos lados del Estrecho de Taiwán, sino también porque abrió el camino para los intercambios culturales y económicos a través del Estrecho. Más importante aún, abrió un nuevo canal para el flujo de información entre dos sociedades que en el pasado no habían mantenido contactos de ningún tipo. Dado el crecimiento de los intercambios entre el sector privado de Taiwán y el de China continental, que surgió tras la decisión de permitir las visitar personales, el gobierno de la República de China adoptó una política aún más activa en la promoción de las relaciones con China continental.

En 1991 formulamos las Directrices para la Unificación Nacional, las cuales hacen un llamado para la promoción de las relaciones a través del Estrecho en diversas etapas, siendo el objetivo final la unificación nacional bajo los principios de libertad, democracia y prosperidad equitativa. Ese mismo año declaramos formalmente la terminación del Período de Movilización Nacional para la Supresión de la Rebelión Comunista, reconociendo pragmáticamente la realidad de que Taiwán y China continental están gobernadas por entidades políticas separadas. Estos actos reflejan fielmente la política del Gobierno de la República de China de establecer relaciones pacíficas, estables y constructivas a través del Estrecho de Taiwán. Indudablemente, esta política ha sido implementada en nuestros esfuerzos por promover los intercambios a través del Estrecho y nuestra lucha por alcanzar canales de comunicación y diálogos con China continental. En los años desde que los intercambios a través del Estrecho comenzaron formalmente, los residentes de Taiwán y China continental han hecho un promedio de 1,5 millones de viajes anuales entre los territorios. No puede haber duda de que tan frecuentes intercambios han tenido un impacto considerable en China continental. Los contactos personales entre el pueblo en los dos lados han abierto un flujo de información y de conceptos y han permitido que el pueblo en China continental vea con sus propios ojos la democracia, el pluralismo, la apertura y la prosperidad que se disfruta en la sociedad de Taiwán. Al mismo tiempo, los intercambios a través del estrecho han dado lugar a la introducción silenciosa de nuevos valores en las rígidas instituciones de China continental.

Hoy en día, la comunidad internacional ha optado por una política de compromiso con China continental. Las naciones del mundo esperan fomentar la transformación de las instituciones de China continental y guiar a Pekín para que adopte los valores mundiales dominantes. Se espera que de esta manera China continental pueda desempeñar un papel activo y responsable en la comunidad internacional. En el transcurso de los últimos once años, la República de China -a su manera- ha estado trabajando en silencio para diseminar la palabra sobre la experiencia de Taiwán en lo referente a reformas políticas y económicas en el territorio de China continental. Mientras que el mundo trata de acelerar la transformación de Pekín hacia la modernización, la República de China puede participar para contribuir de una manera todavía más activa y efectiva, buscando un mayor beneficio para todo el pueblo chino y construyendo una base sólida para la paz, la seguridad y la prosperidad en Asia del Este. La competencia a través del estrecho no debería basarse en un antagonismo militar ni diplomático. Al contrario, debe ser un concurso de sistemas. Tras cincuenta años de arduo trabajo, la República de China ha logrado democracia política, prosperidad económica y pluralismo social, o sea, lo que ha llegado a ser conocido como la "experiencia de Taiwán". Y es esta experiencia lo que constituye nuestra mayor ventaja en la competencia entre nuestras instituciones y aquellas en China continental. Confiamos en que el pueblo chino surgirá como el principal beneficiario en esta competencia. La República de China merece mayor apoyo y reconocimiento de parte de la comunidad internacional. No sólo nuestros logros democráticos y poderío enconómico son merecedores de respeto, sino que nuestros esfuerzos en la creación de un modelo para la modernización de China merecen reconocimiento universal. Más importante aún, la República de China está determinada a cooperar con la gran mayoría de las naciones del mundo en la lucha por establecer y mantener los valores de la democracia y la libertad.

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